Deuda a mansalva, déficit cada año (pese al crecimiento económico actual y el viento de cola (petróleo más bajo, turismo en máximos, tipos de interés en mínimos...) y supuestamente, según las prédicas populistas de estos políticos hasta quien dice ayer, la gente casi muriéndose por la calle de hambre, y todas las necesidades básicas sin cubrir.
Pero una vez en el poder, la cosa cambia, nada es lo que era, y la ideología e intereses partidistas, especialmente en aquello que permite la propaganda, el adoctrinamiento y el clientelismo político, pasa a primer, y básicamente único plano.
La TV pública cumple con todo esto, y es una herramienta esencial del poder político, pese a que sea absolutamente innecesaria, de la misma manera que no es necesaria la prensa del régimen (como antaño se empleaba, si bien ahora la tienes de manera indirecta con publicidad institucional y subvenciones).
El resultado es el de siempre y de esperar. Una TV absolutamente ineficiente y despilfarradora, que se aleja de su supuesto objetivo, y que es un pozo sin fondo que irá a más año a año, como ya pretenden sus dirigentes (su actual presupuesto pese a su importe, es muy reducido a su entender y hay que gastar más (quitar más dinero a la fuerza a los ciudadanos valencianos impidiendo que lo gasten donde gusten o necesiten).
Así, tras dos meses de emisión (y hasta nuevos aumentos de presupuesto pese a la plantilla colosal que ya tiene), el coste de la Tv pública valenciana es de 1.833€ por cada espectador.
Pero ya se sabe. El socialismo pretende pagarse sus caprichos y privilegios a sí mismo y afines no con su dinero, sino con el tuyo.
Otra forma de robo institucional que corrompe la sociedad e instiga a la división social y a la lucha de lobbies por hacerse con el presupuesto en beneficio propio y a costa del resto de la sociedad, generalizando no la convivencia y el respeto mutuo, sino el robo y la violencia (controlando la ley que lo permite) y la inmoralidad.
Artículo de Libre Mercado:
El presidente valenciano, Ximo Puig | EFE
Una de las prioridades de la Generalidad Valenciana, presidida por el socialista Ximo Puig, fue recuperar la televisión pública autonómica. Tras el cierre de Canal 9 y sus escándalos presupuestarios -se estima que se perdieron más de 1.200 millones de euros y se acumuló una deuda de 962 millones-, llega À Punt. La nueva tele comenzó a emitir el pasado 10 de junio y, desde entonces, ya ha acumulado varias polémicas.
El presupuesto para el primer año se fijó en 55 millones de euros y ya tienen una plantilla de 465 trabajadores. Sin embargo, a Empar Marco, directora de la cadena, este presupuesto le parece escaso: "Necesitamos más presupuesto para hacer mejores programas. Necesitamos dinero. Estamos, además, en un edificio que chupa mucho, es muy caro de mantener. En cualquier caso, no estamos hablando de mucho dinero más.", afirmó al diario Las provincias. En concreto, Marco pide que la Generalidad aumente a 70 millones el presupuesto de la cadena.
Con los actuales 55 millones, À Punt ya es la sexta cadena autonómica más cara de España, mientras que si se subiera a 70 ocuparía el quinto lugar. En el primer puesto está TV3, con un gasto anual de 225 millones de euros, seguida de Canal Sur, con 161, y la EiTB vasca, con 122 millones. TVGA, con 106, y Telemadrid, con 67, son las otras dos cadenas que ocupan el top 5. En total, el gasto de las teles autonómicas ronda los 928 millones anuales, sin sumar el coste de la nueva À Punt.
En cuanto a la audiencia, la cadena valenciana ya ha generado la primera polémica de su corta existencia, ya que no ha querido someterse a la tradicional medición de audiencia. Pese a ello, la dirección se ha gastado 55.055 euros para hacer una encuesta a 4.800 valencianos con el fin de estimar su repercusión, según informa El Mundo.
Los primeros datos apuntan a que tiene una audiencia media de 30.000 espectadores, esto es el 1,2% de share. Apenas 1 de cada 100 valencianos elige À Punt como opción televisiva. El gasto de cada hogar valenciano es de 27,5 euros anuales, un euro más de lo que cuesta a los madrileños mantener Telemadrid teniendo una audiencia del 5%.
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