Pese al constante e interesado alarmismo medioambiental (más alarmismo son más fondos de investigación, donaciones y subvenciones), los hechos están lejos de corresponderse con las apocalípticas predicciones (que nunca se han cumplido en nada, ni remotamente).
Por supuesto que la de los bosques, tampoco, ni lo hará. De hecho, son precisamente los países más ricos y con mayor libertad económica los que mayor protección del medio ambiente ofrecen, menos contaminan y más recursos destinan al cuidado del medio ambiente (lo cual es lógico).
Así, los bosques llevan décadas creciendo en el mundo desarrollado, aunque esto por supuesto, no lo escucharás en los medios.
Patricia Malagón hace eco en el siguiente artículo.
Artículo de Libre Mercado:
El mantra promovido por los sectores ecologistas lleva a pensar que cada vez hay menos bosques y menos terreno para la naturaleza y que, por el contrario, toda esa tierra ahora sirve para construir casas o fábricas. Sin embargo, en los países ricos el porcentaje que ocupan los bosques no ha parado de crecer en los últimos años. Uno de los datos más sorprendentes, según The Economist,es el de Irlanda, ya que solo contaba con un 1% de masa forestal en 1922, mientras que ahora ese porcentaje es del 11% y llegará al 18% en 2040.
Los países mediterráneos, como España, Italia y Grecia, también han visto crecer el tamaño de sus bosques. En el caso nacional, la superficie arbolada ha crecido más de un 30%, al pasar de ocupar el 28% del territorio total en 1990 al 37% actual. Italia y Grecia no se quedan atrás, puesto que en ambos países el terreno destinado a los bosques suponía el 26% del total y ahora ya es el 32%. Lejos de Europa, en Norteamérica y en Australia, la forestación también ha aumentado notablemente estos últimos años.
Hay dos motivos que han hecho que esto suceda. El primero de ellos es que los agricultores han decidido abandonar las zonas menos fructíferas para sus cultivos, dejando esos terrenos libres para que pudieran nacer nuevos árboles. La otra tiene que ver con los planes para fomentar el cultivo y la reforestación para combatir la contaminación y paliar los incendios.
En Brasil, la deforestación también parece que comienza a frenarse. En el último año, la reducción de los bosques ha decrecido un 16%. Durante el periodo de agosto de 2015 y julio de 2016 se perdieron 7.989 kilómetros cuadrados de bosque amazónico, el mayor dato de los últimos ocho. Sin embargo, entre agosto de 2016 y julio de 2017, la deforestación ha caído un 16% respecto al dato anterior.
El principal problema se concentra ahora en el África subshariana, donde la deforestación ha crecido en las últimas décadas. Sin embargo, esto no es algo permanente. Un gran ejemplo es Irlanda, donde hace 100 años apenas había terreno arbolado y ahora la superficie que ocupan los bosques supone el 11% del total.
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