El siguiente artículo muestra la censura de la que ya me había hecho eco en otros artículos (aquí, aquí o aquí) por parte de las principales redes sociales a las cuentas con ideas no "progresistas" de izquierda (un sesgo que nivel mediático es muy evidente en EEUU).
Artículo de Dircomfidencial:
La polémica saltó hace unos días por un mensaje acusatorio de Donald Trump. “Twitter está censurando de forma encubierta a destacados republicanos. Vamos a vigilar esta práctica discriminatoria e ilegal”, escribía el presidente estadounidense en su perfil de la red social.
Artículo de Dircomfidencial:
La polémica saltó hace unos días por un mensaje acusatorio de Donald Trump. “Twitter está censurando de forma encubierta a destacados republicanos. Vamos a vigilar esta práctica discriminatoria e ilegal”, escribía el presidente estadounidense en su perfil de la red social.
Trump se refería en su queja a la técnica conocida como “shadow banning”, una herramienta de moderación recurrente en foros y redes sociales dirigida a ocultar perfiles en los que se publican contenidos racistas o inapropiados. Sin embargo, el diario Vice ha demostrado que este silenciamiento se estaba realizando sobre miembros relevantes del Partido Republicano, al impedir que sus perfiles se mostraran en la barra de búsquedas. Para encontrarlos había que realizar una búsqueda avanzada.
Unas prácticas que han sido negadas por el CEO de Twitter, Jack Dorsey. Hace unos días aseguraba en una entrevista radiofónica que el ‘aparente’ bloqueo a los políticos republicanos se trató de un error. “Ni lo hacen por ideología política ni por contenidos”, remarcó. De hecho, los perfiles afectados volvieron a estar visibles a raíz de la información de Vice,
Lo cierto es que el concepto “shadow banning” no es nuevo ni se limita a Twitter. Hace un año que se viene hablando de cómo esta forma de censura encubierta afecta a determinadas cuentas de Instagram, e incluso de Facebook. Y aunque dependiendo de la plataforma se aplica de un modo u otro, el denominador común es que la actividad de los usuarios afectados tan sólo es visible en su entorno de seguidores.
Por lo general, el ‘shadow banning’ se aplica sin que el usuario sea consciente. Aunque una caída anómala en el flujo de interacciones puede ser un buen indicador de la activación de este mecanismo, lo habitual es que pase desapercibido. Así, mientras que en el caso de Twitter limita la vislibidad del nombre y de los mensajes, en Instagram afecta a las tags que acompañan la publicación.
“Esta prohibición ocurre a través de un algoritmo que, particularmente, tiene que ver con el contenido publicado”, explica Monica Stephens, profesora de la Universidad Estatal de Nueva York a The New York Times. “Tal vez no viole los términos del servicio, pero lo hacen para que otras personas no puedan ver ese contenido”.
Precisamente, la efectividad de esta herramienta la marca el hecho de que el usuario desconozca que está siendo sometido a una censura, lo que reduce la posibilidad de abrir una nueva cuenta. Por otro lado, aunque Twitter no oculta los perfiles de estos usuarios a través de las búsquedas, no los sugiere a otros usuarios de la red social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario