Un artículo desmontando las absurdas cifras de Greenpeace (siempre manipulando y alarmando para conseguir sus fines y obtener mayor financiación, subvenciones y adhesión sugestionando a la gente), empleadas políticamente para defender Madrid Central.
Artículo de Libre Mercado:
La guerra al coche que libró el gobierno municipal de Manuela Carmena fue derrotada en las urnas el pasado mes de mayo. PP, Ciudadanos y Vox han impulsado una nueva etapa en materia de movilidad y, en el marco de esta apuesta, el alcalde José Luis Martínez Almeida ha anunciado medidas drásticas como el repliegue de la prohibición de circular por Madrid Central o el apagón de los semáforos de la A-5.
Los grupos partidarios de la restricción del tráfico insisten en que estas medidas causarán una hecatombe. La mejor muestra de esta retórica la tenemos en las manifestaciones contra la modificación de Madrid Central. Estas protestas han contado con la participación de distintos colectivos vinculados a la extrema izquierda, como la organización anticapitalista ATTAC. Durante los plantones, activistas de Greenpeace han defendido el proyecto de Manuela Carmena afirmando que "la contaminación provoca 38.000 muertes anuales".
Sin embargo, las cifras ofrecidas en las manifestaciones por los grupos defensores de la guerra al coche han sido fuertemente cuestionadas en las redes sociales. No es de extrañar que así sea, puesto que las mediciones oficiales e independientes que se han realizado en relación con esta materia arrojan conclusiones que quizá pueden ser preocupantes, pero que sin duda arrojan números mucho más moderados que los aportados en los plantones de los últimos días.
Existe, de hecho, una enorme disparidad en las estimaciones de muertes por contaminación, lo que invita a pensar que no tiene mucho sentido hacer pronunciamientos tan rotundos como hemos visto en los últimos días. Recordemos que Greenpeace ha divulgado la cifra de las 38.000 muertes anuales como argumento estrella para luchar contra la contaminación en Madrid. Sin embargo, el número total de fallecimientos en toda la Comunidad de la capital española asciende a 47.000 personas, de modo que el número se antoja poco creíble en un primer vistazo. La fuente de este cálculo es la Agencia Europea del Medio Ambiente, que no aporta un estudio específico para Madrid sino que hace extrapolaciones para el total nacional a partir de distintos cálculos.
En cambio, si le preguntamos a la Organización Mundial de la Salud, encontramos que sus cálculos rebajan notablemente el número total de fallecimientos causados anualmente por la polución del aire. Para ser precisos, la entidad dependiente de la ONU rebaja a 10.000 el número de personas que fallecen cada año en nuestro país por culpa de la contaminación. Por tanto, sus cálculos arrojan dimensiones mucho menores que los aportados por Greenpeace y la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Y el baile de cifras no termina ahí. Según un estudio del Instituto de Salud Carlos III, organismo ligado a los Ministerios de Economía y Sanidad, rebaja esta cifra a 9.000 muertes anuales. De modo que existe una tremenda distancia entre los cálculos de Greenpeace y la Agencia Europea del Medio Ambiente (30.000), las estimaciones de la OMS (10.000) y los números del Instituto de Salud Carlos III (9.000).
Eso sí: no hay que olvidar que todas estas cifras se refieren al conjunto de España, no solamente a la ciudad de Madrid. Por tanto, resulta aún más absurdo tomar como referencia estas estadísticas nacionales, puesto que la cuestión del cierre al tráfico solo atañe a la almendra central de la capital. De modo que la distancia entre los argumentos más alarmistas y la realidad madrileña es aún mayor.
No hay que olvidar, por otro lado, otras cuestiones que ignoran los defensores de Madrid Central:
- El cierre al tráfico aumentó un 17% los niveles de polución registrados en los barrios contiguos a la almendra. Por tanto, Madrid Central no reducía la contaminación: la desplazaba de unas zonas a otras.
- El coche causa el 13% de la contaminación. El grueso de la polución proviene, por tanto, de otras fuentes.
- Los documentos aportados por el gobierno de Manuela Carmena en la última cumbre de París certifican que las emisiones contaminantes bajaron un 30% en los años de gestión del PP. Sin embargo, las cifras de contaminación empeoraron un 20% bajo mandato de Ahora Madrid.
- Madrid está a la cabeza de España y Europa en esperanza de vida. En promedio, los hombres viven 82,1 años y las mujeres 87,2. Hace veinte años, esta rúbrica era de 76,3 años para ellos y de 83,3 para ellas.
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