viernes, 27 de octubre de 2017

Cosas de España que recuerdan a 2012, cuando estuvo al borde del rescate

Alberto Artero analiza la situación de la zona euro, a través de la liquidez del sistema, del tipo de cambio, de la inflación actual y esperada,  del Balance del BCE y de su situación respecto a España. 
Y lo que se concluye no es positivo, y desde luego no muestra una Europa recuperada. Y evidencia una dinámica preocupante respecto a España que recuerda a cuando estuvo cerca del rescate...

Artículo de El Confidencial:
Foto: Vista de la escultura del euro delante de la sede del Banco Central Europeo en Fráncfort (Alemania). (EFE)Vista de la escultura del euro delante de la sede del Banco Central Europeo en Fráncfort (Alemania). (EFE)
Manda todas las semanas el Servicio de Estudios de Bankia un documento imprescindible, el ‘Monitor del BCE’, que cobra aún más relevancia teniendo en cuenta que, en su reunión de hoy, puede anunciar el fin de la barra libre dineraria.
En un par de páginas, realiza de manera gráfica un recorrido tanto por las expectativas de inflación como por el balance del Banco Central y su evolución, los activos susceptibles de ser usados como garantía para obtener de él financiación o la posición agregada de liquidez del Eurosistema.
El último de los informes recoge varios ‘charts’ muy reveladores.
Destacaría cuatro de ellos.

Inflación real y esperada


En él se ve cómo los ‘swaps’ de inflación contemplan tasas de incremento de los precios para los próximos 10 años por debajo del 2%, que es la referencia que tiene el supervisor para endurecer la política monetaria dentro de su mandato único —frente al dual de la Reserva Federal, que incluye el pleno empleo— de mantener a raya el coste de la vida. Por tanto, en la zona euro las tensiones inflacionistas brillan por su ausencia, lo que anticipa una temporada larga de tipos bajos, salvo sorpresa inesperada. Otra cosa es que el BCE pueda cambiar su sesgo jugando con las operaciones de mercado y la amortización de títulos en su activo. Más aún cuando las 'excusas' formales se desvanecen: el crecimiento entre Europa y EEUU se ha equiparado desde 2014 y ya sabemos lo que está haciendo allí la FED. Claro que una es una nación y la otra…

Liquidez y tipo de cambio del euro


Íntimamente ligado con el anterior, es quizás el gráfico más relevante. La inflación no tira, pese a que se ha producido una inyección de fondos de Draghi y sus chicos que ha multiplicado por 10 el exceso de liquidez en el Eurosistema en poco más de dos años y medio. Europa nada en dinero. Una situación que, por cierto, no incide en el tipo de cambio, lo que pone de manifiesto que nuestra moneda sigue siendo una moneda referida y no de referencia. Manda el dólar. O Trump, tanto monta. Históricamente, esta situación se ha resuelto regular. Si no es el caso es porque el agente transmisor de la política monetaria está roto. Y no le dejan levantar cabeza. La presión regulatoria a la banca la está matando lentamente. Y la mayor paradoja es que, literalmente, bancos y cajas no saben qué hacer con tanta pasta.

Balance del BCE, peso sobre PIB UEM


Este es otro gráfico 'bonito' que pone de manifiesto el peso de los ‘valores’ dentro del balance del BCE. Ya suponen cerca del 60% del total. Y la posibilidad de que siga la fiesta es casi ilimitada si nos atenemos al amplio espectro de activos elegibles como colateral para operaciones de financiación, ocho veces más que el empleado en la actualidad ('vid infra'). Será por madera. El BCE tiene en su balance deuda pública y privada, titulizaciones y otros activos negociables equivalentes al 40% del PIB de la eurozona, porcentaje que ha doblado en 40 meses. Y lo preocupante no es el dato, sino la tendencia. Exponencial.
Pero, la crisis, ¿no estaba superada?

Balance del BCE, España saldo TARGET


Pues va a ser que no.
Miren cómo ha evolucionado la posición deudora de España en los últimos años en el TARGET-2, sistema de financiación de los bancos centrales nacionales. Debemos 384.000 millones de euros, solo superados por Italia, que nos saca apenas 20.000 millones. Les recuerdo que en el peor momento del verano de 2012, la cifra se quedó en 428.000 kilos. Estamos a tiro de piedra. No solo eso, la posición acreedora de Alemania, que entonces alcanzó 751.000 millones, ya ha rebasado los 850.000. La Europa ’gatopardesca’ donde todo cambia para que… todo siga igual.
Algunos expertos dicen que hay una justificación técnica derivada del ‘quantitative easing’ del BCE, que no es un problema de liquidez. Pero, bueno, algo tendrán que ver la percepción país desde Fráncfort y las necesidades específicas de nuestro país, ¿no? Asumir que nadie va a levantar la voz antes o después sobre ese desequilibrio es quimérico. ¡Que son 400.000 millones! Somos hermanos pero no primos, por mucho que estemos todos bajo el paraguas de la cuestionada Europa. Denle un poquito de cancha a los euroescépticos y, tatachán, ya la tenemos liada. Quédense con la pepla, porque no hay decisiones fáciles para corregir esto.
Por cierto, a lo mejor parte del milagro español se encierra también aquí, ¿no creen?
Así son las cosas y así se las estamos contando.
Stay tuned.
Seguiremos informando.

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