jueves, 17 de marzo de 2016

A mayor libertad económica, menor corrupción

El siguiente gráfico (Transparencia Internacional e Instituto Fraser) muestra la relación entre la libertad económica y la percepción de corrupción en el mundo. 

Y la correlación es evidente y no es dificil de entender. Cuando mayor libertad existe para poder hacer transacciones comerciales e intercambios voluntarios, sin que le político se inmiscuya ni imponga onerosas trabas legislativas, las opciones de corrupción se reducen drásticamente. Pero como bien recuerda O'Rourke: "cuando la transacción de compra y venta es controlada por los legisladores, lo primero en ser comprado o vendido son los legisladores", debido a que es más fácil obtener beneficio acercándose al poder político para obtener leyes favorables a mis intereses (en contra de la competencia) y asegurarme rentas no por el mejor servicio que aporto a clientes y a la sociedad sino mediante leyes que me otorgan dichos beneficios (monopolios, barreras de entrada a la competencia, licencias, contratos públicos...). 

Este poder creciente en manos del político aumenta el incentivo a corromperse (y es bien vistoso en muchísimos países menos desarrollados), a exigir prebendas a cambio de licencias o agilizaciones de la pesada burocracia, o a cambio de leyes favorables a ciertos intereses. Sin ese poder, no hay opción de corrupción, pues no pasan por sus manos los intercambios de los agentes económicos, y por tanto de nada sirve acercarse a ellos. 

Es entonces cuando salimos ganando todos, pues el incentivo al incesante crecimiento de la burocracia desaparece, la corrupción y las leyes injustas y onerosas desaparecen, los impuestos se reducen al no necesitar costear al aparato burocrático, a las numerosas subvenciones discriminatorias...y el consumidor se beneficia de una competencia libre en la que las empresas ofrecen mejores productos y servicios y  más baratos si quieren ganarse al cliente, pues no hay leyes favorables a sus intereses que impidan competir a empresas que lo hacen mejor y que satisfacen mejor las necesidades de los consumidores. 

Y esto se obtiene con MENOS PODER POLÏTICO, no con más, con menos recursos en manos de los políticos, no con más, con menos burocracia, no con más, con menos leyes y más simples, no con  más y más complejas, con menos impuestos, no con más, CON MÁS LIBERTAD, no con menos. 

Desgraciadamente, no aprendemos, y pensamos que cambiando caras se soluciona el problema, que otorgando más poder al político, éste resolverá el problema (y bien que les beneficia esta creencia para seguir beneficiándose a nuestra costa). Y es esta errónea creencia, inserta en la mente de la gente (y bien que se han encargado de ello) la que lleva a los partidos a más y más y a recibir un apoyo mayoritario (pues en última instancia somos responsables de la corrupción política, pues los partidos solo buscan el poder y dan y prometen a los votantes lo que éstos piden para alcanzar el mismo). 




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