Elentir muestra cómo el pacto PP-Cs en Andalucía deja intactas tres Leyes Mordazas del PSOE y da por válidas sin pretensión alguna de erradicarlas o cambiarlas, leyes ideológicas de extrema izquierda.
Artículo de Contando Estrelas:
Las promesas de cambio lanzadas por el Partido Popular y por Ciudadanos quedaron ayer definitivamente traicionadas con el anuncio de su acuerdo de gobierno para esa región.
Ni una sola mención a la libertad en las 29 páginas del documento
El pacto, difundido el día de Navidad por ambos partidos, se puede leer aquí (ver PDF). Consta de 90 medidas en las que contemplan mantener las leyes más ideológicas y autoritarias creadas por el PSOE. Lo más revelador es que en la 29 páginas del documento, que incluye medidas tan pintorescas como potenciar el flamenco “como una de las principales señas de identidad de Andalucía”, no aparece ni una sola vez la palabra “libertad”. En materia educativa, la única medida que contempla ampliar la libre elección de las familias es la 71: “Protegeremos los dos modelos educativos sostenidos con fondos públicos basados en la libre elección de centros que debe tener la familia, ya sea en el ámbito de la educación pública o la educación concertada”. Sin embargo, el acuerdo no incluye ninguna medida para garantizar “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (Artículo 27.3 de la Constitución) ni la libertad ideológica y religiosa amparada por el Artículo 16. Ahora mismo esos derechos constitucionales están amenazados en Andalucía por tres Leyes Mordazas del PSOE.
La Ley 8/2017: una norma diseñada para atacar la libertad de expresión
La primera de esas Leyes Mordaza es la Ley 8/2017 Los artículos 60 y siguientes de esta ley imponen mecanismos de censura de opiniones al margen de los tribunales, usurpando funciones exclusivas de los jueces a la hora de delimitar el ejercicio de derechos fundamentales, algo que es radicalmente inconstitucional. La ley, por ejemplo, contempla como faltas muy graves el “empleo de un lenguaje discriminatorio o la transmisión de mensajes o imágenes discriminatorias”, una redacción ambigua y peligrosa con la que se podría censurar cualquier cosa a voluntad del político de turno. De hecho, en base a lo que señala el Artículo 3 de esa ley, podría considerarse “discriminación” casi cualquier tipo de comportamiento o afirmación.
Los peligros de una ley así ya son conocidos. Con una norma muy similar aprobada en Madrid, el PP multó a un director de colegio por el mero hecho de criticar una ley, multa que fue cancelada por un Juzgado, que señaló que se habían lesionado hasta diez derechos fundamentales del sancionado. Usando esa misma norma madrileña, el PP multó a la asociación HazteOir.org por publicar un libro denunciando las imposiciones de este tipo de leyes, y eso después de que la Fiscalía y la Justicia no apreciasen ningún delito en el libro.
La norma impone la ideología de género en los colegios
La Ley 8/2017, además, impone la ideología de género en los colegios tanto públicos como privados, obligando a que los materiales escolares incluyan la “diversidad sexogenérica” y “una educación no binaria”, es decir, que obligue a los niños a suscribir la idea de que hay más sexos que hombres y mujeres (con esta ley, los niños tendrían que aprender hasta 31 identidades sexuales diferentes). En su tramitación, esta norma provocó polémica en Andalucía porque permite hormonar a niños a pesar de la oposición de sus padres. En enero de 2018 los obispos de Andalucía advirtieron que esa ley sirve para imponer la ideología de género con la excusa de combatir la discriminación. Desoyendo las críticas, en diciembre de 2017 el PP y Ciudadanos apoyaron esa ley junto a Podemos y el PSOE. Ahora el acuerdo PP-Cs blinda esa ley en su punto 85, en un claro intento de conseguir la abstención del PSOE y de provocar el expreso rechazo de Vox, pues su defensa de la libertad de educación choca abiertamente con esa norma liberticida.
La Ley 9/2018: una norma con la que se podría censurar la Constitución
La segunda Ley Mordaza que blinda el acuerdo PP-Cs es la Ley 9/2018, que aparece mencionada en el punto 79 del documento “Ley Andaluza de Igualdad de Mujeres y Hombres”. Esta norma, aprobada en septiembre con los votos del PSOE, del PP y de Cs, impone los dogmas ideológicos del feminismo izquierdista en los colegios, señalando que los currículos escolares deberán promover “la eliminación de los prejuicios, estereotipos y roles en función del género, construidos según los patrones socioculturales de conducta asignados tradicionalmente en la cultura patriarcal a mujeres y hombres”. Además, obliga a impartir un “análisis crítico del modelo de masculinidad hegemónica y la existencia de androcentrismo en la transmisión del conocimiento”.
Como en el caso de otra Ley Mordaza antes citada, la Ley 9/2018 establece una amplia censura para medios de comunicación y campañas publicitarias. Nuevamente, el capítulo de faltas muy graves castiga el empleo de un “lenguaje discriminatorio o la transmisión de mensajes o imágenes estereotipadas de subordinación de las mujeres a los hombres o de desigualdad entre ambos sexos en los medios de comunicación social de Andalucía”, una afirmación que se puede aplicar a cualquier cosa. Recordemos que el PSOE considera discriminatoria incluso la redacción de la Constitución.
La Ley 2/2017, creada para imponer la opinión del PSOE sobre la Guerra Civil
Finalmente, el acuerdo PP-Cs no menciona por ninguna parte la Ley 2/2017, que fue aprobada en marzo del año pasado con la abstención del PP y Ciudadanos. Se trata de una ley que impone la visión ideológica de la izquierda sobre la Guerra Civil española y oculta los crímenes cometidos por el bando republicano en esa contienda, invisibilizando a sus víctimas y obligando a los centros escolares a impartir esa visión ideológica como la única interpretación posible de esa guerra, en la que la izquierda cometió numerosos crímenes y desarrolló una brutal persecución anticatólica.
Al PP y a Cs no les debe parece mal que los políticos socialistas y comunistas nos impongan lo que debemos opinar sobre una guerra de hace ocho décadas, ya que su acuerdo no contempla derogar esa ley. Esta incomprensible omisión en un acuerdo que incluso cita el flamenco sólo puede ser interpretada como un guiño más al PSOE para conseguir su abstención e impedir que Vox apoye ese acuerdo, un apoyo que a Ciudadanos parece no interesarle en su campaña para captar a los votantes más progres del PSOE y Podemos. Teniendo en cuenta todo eso, creo razonable preguntarse si la reunión de Ciudadanos ayer con Podemos e IU se convocó para intentar convencer a la ultraizquierda de apoyar este falso “cambio”, ya que se trata de leyes que coinciden plenamente con los planteamientos de la extrema izquierda.
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(Foto: Efe)
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