lunes, 4 de marzo de 2019

Sánchez sube el gasto público en 5.170 millones con medidas electoralistas

No importa de qué manera hipoteque al ciudadano y las repercusiones de sus medidas. 

Lo importante es comprar votos a corto plazo (su fin es el poder, que nadie lo olvide) sin importar las consecuencias de las promesas. Un incentivo perverso que lleva al despilfarro, a la promesa imposible, al gasto desmesurado (sin respaldo de dinero, aumentando el déficit y la deuda) que llevan a situaciones a medio y largo plazo dramáticas: insolvencia financiera, deuda impagable, recortes más duros, incumplimiento de promesas, aumento de la indignación y conflicto social (genera además luchas intestinas de lobbies y grupos de poder para hacerse con partes crecientes del pastel y promesas y leyes favorables a costa del resto de ciudadanos), aumento de la burocracia, despilfarro de recursos por definición escasos, asignación ineficiente de los mismos (se gasta más en todo, se promete más para todos, ya sea necesario, o no, no empleándose donde sí es necesario, productivo, eficiente...), destrucción de riqueza y capital, desestabilización económica, sobredimensionamiento de la estructura burocrática, aumento creciente y sin fin de impuestos, trabas crecientes a la generación de riqueza, desincentivo a la producción, aumento del trabajo en negro y de la economía sumergida...


Y ello, con el desconocimiento cómplice de la gente que no sabe achacar a estas consecuencias las causas de las mismas, y que en la creciente infantilización social fruto de la mayor dependencia que crean los políticos hacía sí mismas (al aumentar constantemente su poder, recursos, burocracia, regulación, impuestos, dádivas y subvenciones...) exigen más y más de esto, aplaudiendo cualquier dádiva y "regalo" del político (sin saber que se lo quita de su propio bolsillo, le reduce sus posibilidades de trabajo o salarios o le hipoteca vía deuda cuando no lo hubiera hecho por su propia voluntad). 

Y es que el político no es responsable ni paga por sus irresponsabilidades y pésima gestión (de hecho suele obtener más premios). 

Artículo de El Economista: 

pedro-sanchez-18feb2019-reuters.jpgImagen: Reuters.

"Quedan menos de dos meses para que se celebren las Elecciones Generales del 28 de abril. Hasta entonces, el Gobierno de Pedro Sánchez tiene programado aprobar multitud de medidas de claro carácter electoralista, aunque en el Palacio de la Moncloa no lo reconozcan oficialmente. Sin embargo, la puesta en marcha de las mismas no va a ser gratuita y supondrá incrementar el gasto público en, al menos, 5.170 millones de euros en un momento en el que no es posible dar luz verde a iniciativas para subir los ingresos por la prórroga presupuestaria, ocasionada por el veto del Congreso al proyecto de Cuentas"

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