Ciertamente preocupante lo que está ocurriendo en las universidades estadounidenses (y no solo ahí).
Plazaeme muestra otro caso gravísimo en Evergreen State College, indicativo del grado de infantilización, intolerancia y degradación moral a la que se está llegando.
Artículo de PlazaMoyua:
El nombre es casualidad. Ya se llamaba así de antes: Evergreen State College. Pero si se entiende siempre verde en el sentido de siempre inmaduro, queda niquelado. Hoy es la universidad kindergarten que lleva el foco en EEUU. Intento resumir.
Los universitarios negros tenían desde hace mucho tiempo un evento anual; el Día de Ausencia. Creo que viene de una novela de los años 60, en la que los negros del pueblo quieren demostrar que existen, y que son importantes para que la comunidad funcione. Y deciden hacer un Día de Ausencia, en el que todos ellos se quedan en casa sin ir a trabajar. Por supuesto el pueblo se queda paralizado, y consiguen su objetivo de hacerse visibles.
La copia de esta idea en Evergreen era ya como una especie de folclore. Que, ni molestaba a nadie, ni paraba nada. Alguna clase de algún profesor negro, pero un día de clase tampoco va a ninguna parte. Y eso no es plan; no jode a nadie.
Tendremos que repetir a Aldous Huxley en Crome Yellow:
El camino más seguro para establecer una cruzada por una buena causa es prometer a la gente que tendrán la oportunidad de maltratar a alguien. Poder destruir con buena conciencia; ser capaces de portarse mal llamándole “indignación justa” a tu mal comportamiento — ese es el colmo del lujo psicológico. El más delicioso de los regalos morales.
Así que este año decidieron mejorar lo que no fastidiaba a nadie. El Día de Ausencia cambiaba de formato. Y en vez de la ausencia más o menos voluntaria de los negros, se convirtió en la ausencia forzada de los blancos. No tenemos forma de prohibiros la entrada en la universidad, decía la revolución, pero conviene que sepáis que no seréis bienvenidos el próximo Day of Absence.
Tela. ¿Tela? De casualidad. Tenía toda la pinta de triunfar sin mayor problema la fiesta de la exclusión racial ¡en una universidad! El administrador, que es nuevo, lo apoyaba. Y probablemente lo había inducido. Cosas de su lucha de poder contra los profesores. Y los profes parece que hace mucho que no están dispuestos a discutirles nada a los nenes. Salvo que en este caso hubo un esquirol.
Para situarnos. Bret Weinstein, que se define como “profundamente progresista”, es profesor de Biología en Evergreen; apoya a Bernie Sanders; retuitea con admiración a Glenn Greenwald (a veces yo también); y apoya a movimientos como Occupy Wall Street. Pero … es judío. Quiero decir, posiblemente un poco más sensible que los demás con la idea de que le prohíban entrar en su trabajo por su raza o color. Y dijo que no jugaba; que no iba a dejar de dar sus clases ese día — opinara lo que opinara el comité revolucionario de turno.
Y ya la tienes montada. Algaradas en la puerta de su clase, y peticiones de su expulsión de la universidad. ¡Por racista! Weinstein pide el apoyo de la administración del college, que se lo niega. Busca el apoyo de sus compañeros. Lo de humanidades y ciencias sociales se lo niegan sonoramente; los de ciencias se lo dan en privado, pero no en público. Y el se planta, y dice que no dimite ni de broma. Que le expulsen, si encuentran un motivo para hacerlo. Tiene tenure, y no es tan fácil.
Y va creciendo la ola hasta que se monta un pollo de los guapos. Desmadre total, y la universidad cerrada unos días. Aquí un ejemplo precioso en vídeo. El administrador, muy posiblemente el mayor culpable, intenta hablar con la revolución. Pero los chavales tienen muchos trucos. Y le dicen que no se le ocurra mover las manos al hablar, porque eso es una microagresión y se van a sentir ofendidos. Y el cantamañanas se agarra las manos por la espalda, para descojono universal de los microcéfalos. Una vez en postura humillada, una campeona le alecciona sobre la esclavitud, sobre sus respectivos abuelos, y le comunica que esto no se ha acabado. Hay que ir al minuto 6:00.
Menos heridos, creo, ha habido de todo. Secuestro de profesores, expulsión de profesores blancos de ciertos eventos y clases, y del propio campus. La jefe de seguridad (la policía interna del college) recibió órdenes de no proteger a Weinstein ni a su mujer, que también es profe allí. Y les tuvo que decir que mejor no se acercaran, que su seguridad estaba en riesgo. Al final, ya digo, college cerrado. Reabrió ayer.
Recomiendo mucho la entrevista a Weinstein en Rubin Report. El enlace está en las fuentes. Hace falta tiempo, es de una hora.
Y así está el kindergarten. Esta imagen también es ilustrativa. Sólo se ve a una de las aproximadamente cincuenta “víctimas” que acosaban a la “agresora”, pero se hace uno una idea. Y en este caso lo de hombre acosando a mujer no funciona. Las feministas están con el hombre. Y de edades, ni hablemos.
Es del arranque del vídeo que hemos puesto antes:
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Fuentes
Rubin Report:
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New York Times:
Heat Street:
Evergreen State College:
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