martes, 5 de marzo de 2019

Las consecuencias de la funesta política urbanística de Compromis

Ya era advertido todo lo que iba a pasar (todo lo contrario a lo que vendían, y les importaba poco lo que pasara). 

Se han cargado la fluidez de tráfico en Valencia (una gran ventaja que tenía nuestra capital especialmente respecto a otras grandes urbes): Calles cortadas, o prohibida la circulación por las mismas, carriles eliminados, semáforos cambiados para reducir la fluidez e impedir que recorras un mayor tramo en verde), eliminación de plazas de aparcamiento y prohibición de estazonamiento en lugares donde antes sí se podía...

Las consecuencias (ya advertidas): Más tráfico, más tiempo en la carretera, tanto para ir a un sitio, como para intentar aparcar, más contaminación (velocidades menores, más retenciones, más tiempo en el vehículo...), más accidentes (más tiempo expuesto en el coche, más frenadas, más circulación nerviosa, más prisas), más multas, más conflictos (por mayor tráfico, búsqueda de aparcamiento...), más retrasos (laborales...), menos tiempo de ocio, más riesgos vitales (por impedir traslados y fluidez en ambulancias, bomberos...), menos poder adquisitivo en el bolsillo del ciudadano (por mayores multas, más gasto en gasolina, más impuestos e intereses de deuda por obras, por más gasto en taxis, en parkings, en reparaciones de taller...), y más mal humor en miles de personas (con la consecuencia que tiene en el día a día y las relaciones personales y laborales)...

El siguiente vídeo es la situación diaria en la que han convertido uno de los principales cruces y calles de Valencia: Ruzafa con Gran Vía:




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