lunes, 20 de enero de 2020

El debate sobre el pin parental refuerza a Vox, rompe a la izquierda y lanza un aviso a PP y Cs

Elentir analiza el actual debate sobre el pin parental y el apoyo y rechazo que tiene entre el electorado de cada partido y sus potenciales implicaciones. 

Artículo de Contando Estrelas: 
En España llevábamos muchos años acostumbrados a que los grandes debates políticos fuesen abiertos y orientados por la izquierda, adoptando la derecha una posición meramente defensiva.
La izquierda pierde la iniciativa en el debate político por la llegada de Vox
Esa situación en la que la izquierda marcaba la agenda política está cambiando a raíz de los procesos electorales celebrados desde diciembre de 2018 y que se han traducido con la irrupción de Vox en el Congreso, en parlamentos regionales y en ayuntamientos. Con Vox no sólo hay una derecha desacomplejada en las instituciones, sino también una derecha capaz de abrir debates sociales que otros preferirían cerrar, ya sea porque contradicen sus dogmas ideológicos y los dejan en evidencia, o ya sea porque obligan a la derecha más tibia a retratarse después de muchos años dejándose arrastrar por la izquierda: ¿está con sus votantes o con la izquierda?
El caso del pin parental es un claro ejemplo del éxito de la estrategia de Vox de dar la batalla de las ideas a la izquierda y de no tener reparos a llevar la iniciativa en el debate público. En la Región de Murcia será posible que se implemente ese blindaje a la libertad de educación gracias a que Vox lo puso como condición para apoyar los presupuestos regionales elaborados por el gobierno de coalición del Partido Popular y Ciudadanos. Esta medida ha provocado un ataque de ira entre la izquierda política y mediática, que ahora está buscando motes despectivos para el pin parental a fin de que a las familias les suene mal la idea de poder ejercer un derecho fundamental amparado por la Constitución (Artículo 27.3) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Artículo 26.3), además de otros tratados internacionales suscritos por España.
Una encuesta muestra el apoyo mayoritario al pin parental que reclama Vox
Si una cuestión de principios como es la defensa de un derecho fundamental de las familias no fuese suficiente aliciente para nuestros políticos, al menos debería serlo el mayoritario apoyo que está recibiendo la propuesta de Vox por parte de los españoles. Muestra de ello es la encuesta que publica hoy Sociométrica, que revela que una mayoría -el 56,9%- de los encuestados están a favor de esa medida, frente a un 34,7% en contra, y eso a pesar de que la pregunta fue formulada de esta forma: «¿Deben tener los padres derecho de veto sobre los contenidos educativos de los colegios?». Hay que recordar que el pin parental tiene como fin ejercer un derecho frente al adoctrinamiento ideológico, y no frente a contenidos meramente educativos como puedan ser las matemáticas o cualquier otra asignatura normal y corriente. Significativamente, la encuesta fue encargada por un medio abiertamente hostil a Vox: ‘El Español’ de Pedro J. Ramírez.
Vox consolida su apoyo entre sus votantes con esta propuesta
Hay en la encuesta algunos datos llamativos, como por ejemplo que el apoyo al pin parental es aún mayor entre las mujeres (59,6%) que entre los hombres (54%), lo que echa por tierra la representatividad que la izquierda pretende arrogarse sobre las mujeres con la excusa del feminismo. Pero hay datos aún más significativos: por ejemplo, que el 98,3% de los votantes de Vox apoyan esta medida defendida por su partido, lo que demuestra el altísimo nivel de identificación entre la formación que preside Santiago Abascal y los españoles que depositaron su confianza en ella.
El PP empieza a ponerse de perfil mientras un 90% de sus votantes apoyan la iniciativa de Vox
Entre los votantes del PP también hay un amplísimo apoyo al pin parental: un 90,1%, con lo cual sólo puede calificarse como un gran acierto la defensa que Pablo Casado hizo de la libertad de educación el pasado viernes. El problema del PP es que lleva demasiado tiempo precisamente atacando esa libertad en ciertas autonomías. Por poner sólo un par de ejemplos, en 2016 el PP votó junto a PSOE, Podemos y Cs un ataque a la libertad de educación en Madrid con la excusa de combatir la homofobia. Más recientemente, el pasado mes de noviembre el PP de Galicia apoyó una propuesta de la extrema izquierda para apoyar la educación sexual desde los 3 años, un posicionamiento que provocó polémica entre los propios votantes del partido de Feijóo. Ayer mismo, el diario El Mundo, afín a Cs, publicó que dirigentes del PP -sin dar nombres- piden desmarcarse del pin parental. El presidente del PP no tardó en reaccionar a esa noticia: unas horas después Pablo Casado recuperaba la teoría de Rajoy de las «cortinas de humo» para no dar la batalla de las ideas contra la izquierda, y lo hacía citando el pin parental, la eutanasia y el aborto. ¿Está preparando ya el PP una nueva claudicación ante los dogmas progres?
Casi tres de cada cuatro votantes de Cs apoyan el pin parental: Villacís lo rechaza
En la encuesta un 73,5% de los votantes de Cs apoyan el pin parental, frente a un 18,3% que lo rechazan. Este dato daría la razón al exdiputado naranja Juan Carlos Girauta, que esta semana apoyó el pin parental. Por el contrario, Begoña Villacís ha dicho que Cs no apoyará esa medida en ninguna comunidady lo más cómico es que lo hizo arrogándose la condición de «liberal», como si el liberalismo consistiese en que el Estado se dedique a pisotear los derechos humanos y constitucionales de las familias. Cabe preguntarse si Cs pretende desaparecer definitivamente del mapa electoral plegándose a los dictados totalitarios del PSOE y de Podemos. ¿Tal vez han pensado que ese 73,5% de sus votantes son unos fachas de los que es mejor prescindir para conservar la pureza progre del partido? En Vox ya deben estar frotándose las manos.
Uno de cada cuatro votantes del PSOE apoya el pin parental
En cuanto a la izquierda, el mayor rechazo al pin parental se da entre los votantes de extrema izquierda: un 88,4% de los votantes de Podemos rechazan la medida, y un 10% la apoya. Siendo un partido que apoya abiertamente a dictaduras, los resultados no son de extrañar. Curiosamente, casi uno de cada cuatro votantes del PSOE (un 24,9%) apoyan el pin parental, frente a un 62,1% que lo rechaza. Teniendo en cuenta que José Luis Ábalos ha identificado el pin parental con el «fascismo»¿el PSOE está llamando ‘fascistas’ a la cuarta parte de sus votantes? ¿Se habrán parado a pensar en Ferraz cuántos de sus votantes son demócratas antes que socialistas y no querrán acompañar a ese partido en su deriva totalitaria? Así mismo, entre los votantes de Más País, el partido de Íñigo Errejón, el apoyo al pin parentan alcanza el 38,5%, frente a un 55% que lo rechaza. Ayer Errejón tachó de «medieval» esa medida creada para proteger un derecho constitucional. ¿Está llamando ‘medievales’ casi al 40% de sus votantes?
Vox se refuerza como el voto útil del centro-derecha y podría captar apoyos también en la izquierda
Como podemos ver, el partido que está saliendo más reforzado con este debate es precisamente el que impulsó esa medida. La defensa de ese derecho humano permitiría a Vox captar votos en los caladeros del centro-derecha y también en los de la izquierda, como ya le pasó con temas como el rechazo al feminismo radical, a la corrección política, a la inmigración ilegal, a la ocupación ilegal de viviendas y a la prohibición de la tauromaquia. En cuanto a la izquierda, con su ofensiva totalitaria, el PSOE y Más País están firmando un divorcio con una parte considerable de su electorado. Incluso Podemos corre el riesgo de que uno de cada diez votantes le dé la espalda por atacar el derecho constitucional a la libertad de educación. Finalmente, el debate sobre el pin parental lanza un aviso al PP y a Cs: o dan la batalla de las ideas contra la izquierda o estarán empujando a sus votantes a apoyar a Vox, que está demostrando ser el verdadero voto útil para los que quieren un partido en el que se pueda confiar a la hora de dar la batalla contra la agenda antidemocrática de la izquierda y de la ultraizquierda.

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