Todo lo acontecido no es nada sorprendente. Es precisamente lo que ha sido advertido reiteradamente desde hace años, y que en todas sus afluencias se ha ido corroborando.
Los comunistas o populistas se sirven de generar descontentos y explotar situaciones adversas tratando de generar la idea de que son generalizadas para difundir crispación, confrontación, descontento creciente y mostrarse como la solución a todos los males, para alcanzar el poder. El problema grave es que es todo mentira, empezando por ellos. Su mascarada cae en cuanto alcanzar el poder, y ni resuelven nada (de hecho lo empeoran gravemente) de los males que denunciaban ni cambian un ápice aquello que criticaban. De hecho lo incrementan en enorme grado y justifican su actuación ampliando su poder y control como necesario para cambiarlo.
Ejemplos los hay a miles y la historia es bien ilustrativa. Critican en democracias la falta de libertad o falsa o la dictadura encubierta, mientras aplauden, defienden y alaban a las dictaduras, por miserables y sangrientas que sean en las que gobiernan.
Un ejemplo reciente lo tenemos con Pablo Iglesias (del cual se pueden poner ejemplos múltiples) al respecto del obsceno nombramiento por parte del Gobierno (liderado por el PSOE) de la nueva ministra de justicia, Dolores Delgado.
La hipocresía, desfachatez y constante manipulación y mentira en la que vive es asombroso, para quienes no conozcan las entrañas de la política, y del comunismo en sí, donde "la mentira es un arma revolucionaria", tal como dijo Lenin, y bien sabe Pablo Iglesias.
Así, mientras no está en el poder, al respecto de Dolores Delgado y su lamentable permanencia en su puesto de Ministra de Justicia (a sabiendas de conocerse su relación íntima con Garzón y su relación con Villarejo, no denunciando una trama ilegal de prostitución relacionada con espiar a políticos, ocupando el puesto que ocupaba). No contentos con esto, ha sido premiada por el gobierno con el nombramiento de Fiscal General.
Éstas eran sus palabras el 25 de septiembre del 2018, exigiendo su dimisión:
"Alguien que se reúne de manera afable con un personaje de la basura de las cloacas de Interior en nuestro país debe alejarse de la vida política porque hace daño a la mayoría que protagonizó la moción de censura y porque no es aceptable que en este país haya ministros que sean amigos de tipejos como Villarejo".
En 2015, Pablo Iglesias y Podemos decía como se muestra abajo, que "garantizarían de llegar al poder, que la elección del Fiscal General del Estado lo elija la ciudadanía, no el presidente del gobierno de turno", tal como acaba de hacer Pedro Sánchez (PSOE).
Eso, por supuesto, era cuando no estaban en el poder. Una vez en él, como bien afirmaba Iglesias y su necesidad de "cabalgar incongruencías" para imponerse, emplean todas las herramientas a su alcance, y son enormes con el Estado bajo su poder, para perpetuarse en el mismo e ir aumentando su poder limitando toda crítica, resistencia o contrapeso al mismo.
De hecho, ahora defiende ya no solo la no dimisión, sino la política decisión y elección de Delgado como Fiscal General, lo que supone una bomba para la institución judicial de enorme peligro.
"Nosotros vamos a asumir la responsabilidad de todas las decisiones del Gobierno"; "Por supuesto que estamos de acuerdo con cualquier decisión del Gobierno del que formamos parte", ha dicho en Antena 3, respaldando a Sánchez, que ha expuesto esta decisión personal como una colegiada por todo el Ejecutivo. "La señora Delgado, como cualquier funcionario público, merece una oportunidad".
Así, no solo defiende la elección, sino que la hace suya: "Merece una oportunidad", diciendo que "la nueva fiscal del Estado pidió disculpas por el caso Villarejo" (alguien se imagina su reacción si eso lo lleva a cabo otro partido?).
Y lo peor de todo, es que además, eso también es mentira. Delgado no pidió disculpas nunca por ello, sino que atacó a la oposición cuando el escándalo salió a la luz.
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