jueves, 9 de enero de 2020

Sánchez recupera un método de Zapatero para silenciar toda oposición: pues no nos va a callar

Elentir analiza cómo Sánchez (PSOE) ha recuperado los métodos de Zapatero para silenciar a la oposición. 

Artículo de Contando Estrelas: 
Hoy Pedro Sánchez ha sido investido presidente del Gobierno con los votos del PSOE y de la extrema izquierda y gracias a la abstención de proetarras y golpistas: un cuadro realmente patético.
Un gobierno débil y que será chantajeado por ultraizquierda y separatistas
De momento, además de la estafa que ha cometido contra sus propios votantes («yo no voy a permitir que la gobernabilidad de España dependa de partidos independentistas como ERC», dijo Sánchez, antes de negociar su investidura con el presidente de ERC, el delincuente Oriol Junqueras, actualmente en prisión), el dirigiente del PSOE ha batido el récord de ser el presidente investido con menos ventaja en todos los años que llevamos de democracia. Lo que le queda por delante va a ser cualquier cosa menos un camino de rosas: si algo se puede decir de este ejecutivo es que va a ser un gobierno débil y sometido al constante chantaje de sus socios radicales, y lo que es peor, que está dispuesto a ceder ante ese chantaje.
Ya no estamos en 2004: ahora hay una derecha sin complejos en el Parlamento
A eso hay que unir otro hecho: somos muchos los españoles que no nos vamos a quedar cruzados de brazos viendo como este individuo sin escrúpulos desguaza España y la Constitución. Esta vez no ocurrirá como en 2004, cuando tuvo que ser la sociedad civil la que llevase la iniciativa de la rebelión cívica ante la inacción de una oposición parlamentaria -la del Partido Popular- que estaba noqueado y desalentado. Ahora tenemos a una derecha firme y sin complejos, Vox, con 52 diputados, y que ya ha convocado movilizaciones para el próximo domingo. Los tiempos de esperar sentados y calladitos a que los socialistas y sus aliados destrocen España se han acabado.
Sánchez recupera el mantra de Zapatero para callar a la oposición: la ‘crispación’
Consciente de ello, hoy Sánchez ha pedido abandonar la «atmósfera de crispación». La palabreja me ha hecho gracia, porque ayer mismo les decía a mis padres que esa palabra -crispación- no tardaría en aparecer en cuanto Sánchez fuese investido. Ese mantra de la «crispación» fue usado repetidamente por el gobierno socialista de Zapatero para callar a la oposición, tanto a la política, como a la mediática y a la cívica. El PSOE pretendió entonces demonizar a quienes nos oponíamos a sus caprichos presentándonos como unas malas personas que querían poner de mala leche a los españoles. Todos los medios afines al PSOE repitieron aquella consigna como loros durante años, lanzándola contra la oposición parlamentaria, contra los medios críticos, contra la Iglesia e incluso contra las víctimas del terrorismo por no callarse ante la negociación política iniciada por el PSOE con la banda terrorista ETA.
El cinismo de la izquierda que en 2004 cercó las sedes del PP en una jornada de reflexión
Quienes lanzaron esa consigna eran la misma izquierda política y mediática que en marzo de 2004 lanzó una brutal campaña de agitación para utilizar políticamente unos atentados terroristas, los del 11-M, a fin de catapultar al PSOE hacia el poder. Una campaña de agitación que incluyó actos de acoso y agresiones a sedes y a militantes del PP en plena jornada de reflexión, alcanzando el propósito deseado: un vuelco electoral. Cuando en 2011 el PSOE perdió las elecciones y tuvo que abandonar el poder, la extrema izquierda amenazó entonces con «quemar las calles», y no tardaron en cumplir su amenaza, desatando la violencia en las calles. Fue entonces cuando el que ahora se perfila como vicepresidente del Gobierno, el comunista Pablo Iglesias, dijo que le emocionaba ver a encapuchados pateando a un policía.
Si a Sánchez le crispa que no nos quedemos de brazos cruzados viéndole destrozar España, que se tome una tila
Ciertamente, somos muchos los españoles que tenemos motivos para sentirnos indignados por los pactos infames suscritos por el PSOE con la extrema izquierda y con los separatistas de ERC, con el único fin de conseguir que Pedro Sánchez siga disfrutando de las comodidades del Palacio de La Moncloa. Quienes tienen motivos para estar crispados ahora mismo son él y el resto de la cúpula del PSOE, cuya falta de escrúpulos le ha hecho acumular una serie de deudas a hipotecas que no va a poder pagar, porque para ello tendría que saltarse la Constitución y millones de españoles no se lo vamos a permitir. A diferencia de la izquierda, la oposición de este gobierno va a ser como fue la rebelión cívica contra Zapatero, en la que no se rompió ni una papelera, en la que ningún policía fue agredido y en la que no fueron incendiados contenedores ni cortadas carreteras, como sí han hecho la extrema izquierda y los separatistas. Ningún aprendiz de tirano nos va a callar por mucho que lo intente: vamos a defender España y la Constitución y lo haremos como demócratas que somos. Y si eso crispa a Sánchez y a sus secuaces, que se tomen una tila.
Foto: Efe.

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