Tras las advertencias y evidentes palabras al respecto por parte de los dirigentes del PSOE y Unidas Podemos del asalto al sistema judicial que iban a llevar a cabo para eliminar cualquier signo de resistencia y de separación de poderes, el proceso de deterioro institucional y de implementación de un creciente autoritarismo y falta de libertades bajo el poder estatal sigue avanzando, en una clara bolivarización del sistema (eso que era impensable aquí...).
Han empezado con medidas que llevarán al control de la Justicia desde la base, como mostraba en este artículo, y corroborado en la denuncia de asociaciones tras el acuerdo de gobierno, o del obsceno reparto de nombramientos del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial), bajo el poder político (que destroza la separación de poderes e independencia judicial), y de la que no solo es responsable PSOE y Podemos, sino también el lamentable PP.
El siguiente paso hacia el ataque a la democracia es el nombramiento de una política del gobierno (la ex ministra de Justicia, Dolores Delgado), como nuevo fiscal general del Estado, en lo que supone quitarse cualquier tipo de vendas ante la politización de la justicia y de la Fiscalía (y qué más da si se ven con una impunidad absoluta hagan lo que hagan). Esto sí que es una obscena puerta giratoria y lo demás son tonterías.
Y cabe recordar que en cualquier país civilizado con un mínimo de decoro, transparencia, lucha contra la corrupción y dignidad, esta mujer tendría que haber sido cesada ipsofacto ante el escándalo del que formó parte, cuando siendo Fiscal en la Audiencia Nacional y siendo testigo de cómo José Manuel Villarejo confesó durante una comida que había montado una red de prostitución para extorsionar a personas relevantes de la vida pública, no denunció ni hizo absolutamente nada, salvo reirle el acto.
Pues el mundo al revés. Su entrega a Sánchez tiene el premio del ascenso...
Que esto esté ante el silencio palmario de unos y los aplausos y justificaciones de otros es una muestra del proceso de descomposición del sistema hacia el que nos dirigimos (y esto tiene y tendrá gravísimas consecuencias).
Y si no teníamos bastante, el siguiente paso en este proceso cada vez más putrefacto será el nombramiento por parte de Delgado de más de una treintena de cargos en la Fiscalía, que incluye a fiscales del Tribunal Supremo, de Anticorrupción y Criminalidad, del Tribunal de Cuentas o de Fiscales Jefes Provinciales.
Un nombramiento que se sabe forma parte también del acuerdo con ERC para acabar con la autonomía e independencia del Ministerio Fiscal, y hacerlo "más permeable a los deseos del nuevo Ejecutivo" y que "permitiría un acercamiento a los golpistas y rebajaría la firmeza mostrada por el Ministerio Público en los últimos años en este asunto".
Ketty Garat informe de este nombramiento en el siguiente artículo.
Han empezado con medidas que llevarán al control de la Justicia desde la base, como mostraba en este artículo, y corroborado en la denuncia de asociaciones tras el acuerdo de gobierno, o del obsceno reparto de nombramientos del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial), bajo el poder político (que destroza la separación de poderes e independencia judicial), y de la que no solo es responsable PSOE y Podemos, sino también el lamentable PP.
El siguiente paso hacia el ataque a la democracia es el nombramiento de una política del gobierno (la ex ministra de Justicia, Dolores Delgado), como nuevo fiscal general del Estado, en lo que supone quitarse cualquier tipo de vendas ante la politización de la justicia y de la Fiscalía (y qué más da si se ven con una impunidad absoluta hagan lo que hagan). Esto sí que es una obscena puerta giratoria y lo demás son tonterías.
Y cabe recordar que en cualquier país civilizado con un mínimo de decoro, transparencia, lucha contra la corrupción y dignidad, esta mujer tendría que haber sido cesada ipsofacto ante el escándalo del que formó parte, cuando siendo Fiscal en la Audiencia Nacional y siendo testigo de cómo José Manuel Villarejo confesó durante una comida que había montado una red de prostitución para extorsionar a personas relevantes de la vida pública, no denunció ni hizo absolutamente nada, salvo reirle el acto.
Pues el mundo al revés. Su entrega a Sánchez tiene el premio del ascenso...
Que esto esté ante el silencio palmario de unos y los aplausos y justificaciones de otros es una muestra del proceso de descomposición del sistema hacia el que nos dirigimos (y esto tiene y tendrá gravísimas consecuencias).
Y si no teníamos bastante, el siguiente paso en este proceso cada vez más putrefacto será el nombramiento por parte de Delgado de más de una treintena de cargos en la Fiscalía, que incluye a fiscales del Tribunal Supremo, de Anticorrupción y Criminalidad, del Tribunal de Cuentas o de Fiscales Jefes Provinciales.
Un nombramiento que se sabe forma parte también del acuerdo con ERC para acabar con la autonomía e independencia del Ministerio Fiscal, y hacerlo "más permeable a los deseos del nuevo Ejecutivo" y que "permitiría un acercamiento a los golpistas y rebajaría la firmeza mostrada por el Ministerio Público en los últimos años en este asunto".
Ketty Garat informe de este nombramiento en el siguiente artículo.
Artículo de Libertad Digital:
La nueva fiscal general del Estado, Dolores Delgado | EFE
Es la guinda al Gobierno de Pedro Sánchez que este lunes tomará posesión. El nuevo presidente del Gobierno ha elegido a la exministra de Justicia, Dolores Delgado, nueva fiscal general del Estado, según confirman fuentes de Moncloa a Libertad Digital en un claro mensaje de politización de la Justicia al abrirse una inédita puerta giratoria entre la Justicia y la Política.
Un hecho que admiten fuentes de Moncloa consultadas por Libertad Digital: "no es tanto la politización de la Justicia como de la Fiscalía, que depende del Gobierno porque al Fiscal lo nombra el presidente", pero le restan importancia porque "la Justicia ya estaba politizada", entre otras cosas, "gracias al PP y a la judicialización del conflicto catalán", dicen estas fuentes. Y niegan que esta pasarela directa de Delgado de la Política a la Justicia pueda suponer "un escándalo" porque hubo casos "mucho más graves como la inhabilitación de Eduardo Fungairiño".
En el Gobierno son conscientes de la magnitud del nombramiento del que sacan pecho porque "el efecto sorprendente" manda al mismo tiempo "un mensaje de que el presidente cuida a los suyos después del sacrificio de Dolores Delgado al entrar en el Gobierno" aparcando su carrera fiscal.
Delgado, Fiscal en la Audiencia Nacional desde hace 25 años, íntima amiga del exjuez Baltasar Garzón, fue testigo de cómo José Manuel Villarejo confesó durante una comida que había montado una red de prostitución para extorsionar a personas relevantes de la vida pública con lo que el propio excomisario denominó "información vaginal". Fue precisamente esta vinculación con Villarejo lo que apuntaban fuentes del Gobierno que había supuesto su caída del Ejecutivo. Pero nadie esperaba una patada para arriba como premio.
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