Juan R. Rallo analiza el argumento esgrimido por los defensores del salario mínimo de que es necesario para contrarrestar la pobreza laboral en España.
Un argumento que es defectuoso esencialmente por tres razones, como bien explica.
Y el problema al que pretenden aludir, viene por otro lado bien distinto (una reforma esa sí relevante), que es donde se tendrían que centrar de verdad, para solucionarlo. Pero eso no se quiere asumir políticamente, ni es rentable propagandísticamente...
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