Diego Sánchez de la Cruz muestra el resultado del sueño progre estadounidense, bien reflejado en California.
Las medidas buenistas envueltas en bonitas palabras y discursos, que se ven reflejadas en elevados impuestos y regulaciones, y altas dosis de intervencionismo (a destacar en el suelo y la vivienda) lleva a California a la pobreza y a cada vez más gente a emigrar y sin hogar, y su contraste con los Estados que hacen lo contrario es patente.
Las medidas buenistas envueltas en bonitas palabras y discursos, que se ven reflejadas en elevados impuestos y regulaciones, y altas dosis de intervencionismo (a destacar en el suelo y la vivienda) lleva a California a la pobreza y a cada vez más gente a emigrar y sin hogar, y su contraste con los Estados que hacen lo contrario es patente.
Artículo de Libre Mercado:
Malos datos socioeconómicos para California | David Alonso Rincón
Para el europeo medio, hablar de California es hablar de un territorio rico y próspero, con un clima agradable, un estilo de vida relajado y una potente industria innovadora. Esa imagen un tanto idealizada no es del todo falsa: la California real tiene mucho de eso. Sin embargo, también es cierto que el territorio de la Costa Oeste estadounidense sufre desde hace tiempo un lento pero progresivo declive económico que cada vez resulta más evidente.
En Libre Mercado ya hemos tocado esta cuestión en anteriores ocasiones. Hace algunos meses, sin ir más lejos, recordábamos a nuestros lectores que, durante la última década, cinco millones de personas han hecho las maletas para cambiar la Costa Oeste por otros Estados del país del Tío Sam, un éxodo que supone la pérdida de 55.000 millones de dólares en riqueza generada anualmente.
Algo parecido ocurre en el ámbito empresarial. De 2008 a 2015, alrededor de 9.000 empresas cambiaron California por otros territorios de Estados Unidos. Texas, Nevada, Arizona, Florida… son algunas de las regiones que más se benefician de esta tendencia. De hecho, si repasamos la lista de las 500 empresas más grandes que elabora la revista Fortune encontramos que ya hay más corporaciones con sede en Texas que en California.
También el pasado verano hablábamos de un informe firmado por el célebre Arthur B. Laffer que sitúa a California como una de las regiones más intervencionistas de Estados Unidos. De modo que hablar de la decadencia californiana no cogerá por sorpresa a nuestros lectores más fieles.
La pobreza en California
El caso es que esta semana se ha desatado una gran polémica en el país norteamericano a raíz de la publicación del gran informe estadístico que elabora de forma regular la Oficina del Censo de Estados Unidos. Dicha publicación acaba de revisar sus mediciones de pobreza para reflejar el coste de aspectos básicos como la alimentación, la vivienda, los suministros básicos, la atención sanitaria o los impuestos.
Se acabaron los estudios que simplemente presentan mediciones relativas de pobreza, comparando la renta de los más pobres con el ingreso medio: por fin se incorpora también un estudio de la carencia material real, entendida como la incapacidad de tener una vida digna y no como una prolongación de los indicadores de desigualdad (es decir, se considera la pobreza absoluta).
Pues bien, el informe de la Oficina del Censo concluye que California es el territorio con más pobreza absoluta de Estados Unidos, ya que tiene al 20,4% de su población en una situación de precariedad manifiesta. Por comparación, la tasa de carencia material severa registrada en España se sitúa en el 6,4%, un nivel claramente inferior.
Como explica National Review, "el ingreso mediano en Mississippi ronda los 40.000 dólares por año, mientras que en California se sitúa en los 65.000 dólares. Sin embargo, parece claro que vivir en Biloxi con 40.000 dólares permite llegar a fin de mes con mucha más holgura que hacerlo con 65.000 dólares en Los Ángeles. De hecho, aunque Mississippi es el territorio con más pobreza relativa, California es el que tiene una mayor pobreza absoluta".
Impuestos, vivienda…
El marco de políticas fiscales tiene mucho que ver con estas diferencias. Por ejemplo, mientras que territorios como Florida o Texas no aplican ningún recargo en el Impuesto sobre la Renta, California opta por hacer lo propio y llega a añadir 13,3 puntos al tipo máximo fijado desde Washington. También ocurre algo muy parecido en el Impuesto de Sociedades, sujeto en California a distintos recargos que no existen en otros Estados de la Unión.
También la sobrerregulación del suelo está generando un encarecimiento continuado de la vivienda que golpea a un número creciente de californianos. El alquiler medio en San Francisco se sitúa cerca de los 3.500 dólares, frente a los 1.200 dólares de Austin, la ciudad más cara de Texas. Ni que decir tiene que una comparativa con otros territorios menos prósperos resulta aún más sangrante para la Costa Oeste.
Los ‘sin techo’, una población creciente
El debate ya ha saltado a las redes sociales. En los últimos días ha corrido como la pólvora un vídeo colgado en YouTube en el que se puede ver cómo las carreteras de algunos de los condados más ricos de California están rodeadas de chabolas y campamentos llenos de personas sin hogar.
Nota: el vídeo del artículo da error, por lo que cuelgo este:
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