Diego Sánchez de la Cruz se hace eco del sinsetido burocrático y regulatorio en España, analizando en este primer caso las páginas de regulación tributario de un solo impuesto, el IRPF.
Artículo de Libre Mercado:
Los códigos electrónicos que elabora de forma anual el Boletín Oficial del Estado suponen un documento de referencia a la hora de conocer mejor el funcionamiento de las leyes y regulaciones vigentes. Sin embargo, por mucho que estas compilaciones ayuden a esclarecer nuestro armazón normativo, lo cierto es que no dejan de ser resúmenes de un compendio de reglas cada vez más exhaustivo y complejo, de modo que cualquier esfuerzo de simplificación resulta, cuando menos, complicado.
Tomemos, por ejemplo, el caso de los impuestos. El gravamen por excelencia es, sin duda alguna, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, de modo que procederemos a su análisis en el primer artículo de esta serie. Su funcionamiento depende de la Ley 35/2006 de 28 de noviembre, cuya exposición y explicación por parte de los expertos del BOE requiere casi 160 páginas de desarrollo.
Esa misma norma fue complementada menos de un año después, con el Real Decreto 439/2007. Dicha modificación rectificó distintas cuestiones del impuesto: deducciones, retenciones, mínimos exentos, etc. En el código electrónico del BOE, recoger el resultado de esta nueva instancia supone otras 100 páginas de explicación.
Más reglas
También influye en el IRPF la orden HAP 455/2014, emitida por el ministerio de Hacienda el 20 de marzo de 2014. Esta instancia afecta a los modelos de declaración y otros procedimientos de pago del gravamen. No hablamos de la rectificación más extensa, pero igualmente nos topamos con otras 25 páginas de regulación tributaria, atendiendo al código electrónico del BOE. Además, en 2017 llegó una nueva orden del ministerio de Hacienda, la HFP 377/2017, de 28 de abril, que afecta específicamente a determinadas actividades agrícolas y ganaderas. El resultado: treinta páginas más de regulación normativa.
Pero las reglas del gravamen no acaban aquí. Según el código electrónico del BOE, también hay que desarrollar el contenido del Impuesto sobre la Renta de los No Residentes. Esta variante del tributo directo por excelencia se desarrolla a partir del Real Decreto Legislativo 5/2004, de 5 de marzo (30 páginas), así como por el Real Decreto 1776/2004, de 30 de julio (15 folios), y el Real Decreto 1794/2008, de 3 de noviembre (15 hojas).
En total, el código electrónico recopilado por los expertos del Boletín Oficial del Estado incluye unas 400 páginas de regulación tributaria. Un auténtico sinsentido que dispara la incertidumbre y la inseguridad jurídica, minando a los contribuyentes españoles con un gravamen que no solo resulta excesivo sino que también se antoja, en muchos casos, incomprensible.
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