Héctor G. Barnés analiza a Jordan Peterson, una de las figuras intelectuales de moda actualmente, y que está dando mucho que hablar.
Artículo de El Confidencial:
Peterson se caracteriza por su frialdad y corrección a la hora de comunicar sus ideas.
Durante los últimos meses, Jordan Peterson se ha convertido en el 'youtuber' de moda. Pero no se trata de un 'millennial' que recomienda videojuegos, de una 'influencer' especializada en moda o de un cómico en busca de un contrato televisivo. Peterson es un psicólogo clínico canadiense de 55 años que imparte clases en la Universidad de Toronto y que acaba de publicar su segundo libro, '12 Rules for Life: an Antidote for Life'. Bajo su título de libro de autoayuda se oculta una dura guía de supervivencia para el hombre del siglo XXI escrita por este “profeta secular de la era del conformismo”, como lo ha definido Melanie Philips de 'The Times'.
El pico de popularidad de Peterson, no obstante, se produjo hace una semana, cuando fue entrevistado a cara de perro por Cathy Newman para el canal inglés Channel 4 sobre cuestiones como la igualdad salarial, los problemas de la posmodernidad, la amenaza a la libertad de expresión y el autoritarismo de la nueva izquierda. A lo largo del encuentro, Peterson recordó que estudios con diversas variables demuestran que no existe la brecha de género en cuestión de sueldos, que bajo el espíritu de la izquierda radical se encuentra lo mismo que llevó a Mao a acabar con miles de personas o el daño que ha hecho el marxismo, ante la estupefacta mirada de la entrevistadora.
Como resultado del encuentro, internet se ha llenado de mensajes apoyando a uno o a la otra en un enésimo episodio de las guerras culturales. Una búsqueda en internet arroja vídeos como 'Jordan Peterson destroza a Cathy Newman'; otros afirman que la ha “asesinado filosóficamente”, incidiendo en la frialdad con la que responde a las apasionadas preguntas de la entrevistadora. La respuesta ha sido tal que hasta el propio profesor ha intercedido en favor de la periodista pidiendo a los acosadores de la red que la dejen en paz. “Si eres una de las personas que la están llamando 'zorra', no lo hagas, no tienes excusa ni sirve para nada”, explicó a 'The Observer'.
Esta disyuntiva muestra bien quién es el personaje Peterson, una estrella mediática de la noche a la mañana que se ha convertido en carne de 'meme' gracias a sus furiosos ataques contra la izquierda posmoderna, el academicismo marxista, el feminismo y la identidad grupal. "Una vida sin verdad es el verdadero infierno" es una de sus máximas. En una de sus apariciones más celebres, Peterson explica a varios estudiantes por qué no piensa utilizar los pronombres de género neutral como 'elle' ('ze' o 'zir' en inglés), lo que le ha hecho recibir acusaciones de “tránsfobo” y ver saboteadas algunas de sus charlas, como en octubre de 2016, cuando una máquina de ruido blanco interrumpió una de ellas. Además, ha defendido a James Damore, el empleado de Google despedido por su manifiesto. No ha dejado ningún charco sin pisar.
¿Por qué le odian?
Su última obra funciona a modo de tratado sobre cómo vivir en el siglo XXI. Como afirmaba en la entrevista, “no hay nada peor que un niño adulto que no afronta sus responsabilidades”. La receta de Peterson tiene 12 ingredientes, entre los que se encuentran desde consejos concretos como “hazte amigo tan solo de aquellos que quieren lo mejor para ti”, “asume que la persona que te escucha sabe algo que tú no conoces” o “di la verdad (o, por lo menos, no mientas)” a otros en apariencia más abstractos, como “rescata a un gato cuando te encuentres uno por la calle” u “ordena tu casa antes de criticar el mundo que te rodea”, cuyo contenido es más o menos evidente.
Durante años, Peterson fue un habitual en 'Quora', donde publicó artículos sobre por qué el cociente emocional no existe o respondió algunas de las dudas de los usuarios. En uno de sus 'posts', proporcionaba una lista de las cosas más valiosas que todo hombre debería conocer, en la cual ampliaba el listado con otros consejos como “no seas arrogante ni resentido”, “intenta que una habitación de tu casa sea lo más bella posible”, “pídele un favor a alguien para que esta persona te pueda hacer otro en el futuro”, “no intentes rescatar a alguien que no quiere ser rescatado” o “ten cuidado con quién compartes las noticias (buenas o malas)”. Un índice que huele a autoayuda y que oculta un contenido antirrelativismo.
Para entender por qué se ha puesto de moda este anónimo profesor que hasta la fecha tan solo había publicado un libro, 'Maps of Meaning', quizá sea necesario ver quiénes son sus aliados. Camille Paglia, por ejemplo, le ha descrito como “el intelectual canadiense más importante desde Marshall MacLuhan”. En 'The Wall Street Journal', la premio Pulitzer Peggy Noonan, biógrafa de Ronald Reagan ('Cuando la personalidad reinaba' era el título de dicho volumen), decía que era “un buen libro, directo e inspirador”. Cada mes, el profesor gana decenas de miles de dólares en su cuenta de Patreon gracias a sus seguidores.
Pero ¿en qué se basa su pensamiento? Algunas de sus inspiraciones son la Biblia, los mitos y leyendas, Nietszche, Freud y Jung. Es uno de los grandes críticos de la deriva del mundo académico desde los años sesenta, en concreto de la influencia de la posmodernidad europea —sobre todo Jacques Derrida— que llegó a EEUU vía Yale. Como explicaba en una entrevista, “comenzaron a hacer prestidigitación y en lugar de dirigir al proletariado, la clase trabajadora, en contra de los burgueses, empezaron a dirigir a los oprimidos contra el opresor”. A partir de los años setenta, las políticas de identidad se hicieron con el control. “Han dominado las humanidades, que por lo que veo están muertas, y una gran parte de las ciencias sociales”.
En opinión de Peterson, esa deriva ha provocado la aparición de un peligroso radicalismo de izquierda, “pensadores posmodernos que pretenden demoler la estructura fundamental de la civilización occidental. No es una ilusión paranoica, ellos mismos lo admiten”. De ahí que los radicalismos se hayan convertido en el principal enemigo del psicólogo. En una charla explicaba cómo “evitar el infierno de la izquierda y la derecha radical”, aunque por lo general, la mayor parte de sus seguidores se quedan tan solo con la primera parte. “No dejes que unas circunstancias políticas complicadas te corrompan y te empujen hacia los límites. Ese es el infierno. Es el dogma y la rigidez, es la verdad subordinada al tribalismo”, explicaba. “Que la amargura no ocupe tu corazón. Sé un disidente entre los conformistas”.
Los hombres que aman a Peterson
En la célebre entrevista de Channel 4, la presentadora reprochaba al profesor que el 80% de sus seguidores sean hombres. Este se defendía recordando que eso se debía a que es la demografía de los usuarios de YouTube. No obstante, la pregunta de a quién apelan realmente los discursos de Peterson es una constante en foros como Reddit, donde se ha debatido si es cristiano practicante (la respuesta parece ser que no), si de verdad siente simpatías nazis (siempre lo ha negado), qué pintaba posando en una foto con el líder de un grupo neonazi de Toronto, si su público es la 'alt-right' o si no es más que “un listo que los tontos aman”.
Muchos de sus defensores arguyen que, en realidad, Peterson es un intelectual en la línea de George Orwell, es decir, un detractor del pensamiento único y de anteponer la ideología por encima del razonamiento (“pensar es difícil, por eso la gente no lo hace”, ha afirmado). Un reportaje de 'Medium' lo calificaba como “lo más lejos de un nazi que existe”, es decir, “una persona profundamente compasiva e inteligente, que se define como un liberal clásico (algo muy diferente a un neoliberal) que por su temperamento se sitúa en la izquierda”. En opinión del autor, Peterson tradicionalmente habría sido considerado como un pensador de centroizquierda.
Otro asunto, no obstante, es cuál es la clase de personas entre las que despierta simpatías. Para salir de dudas, el profesor de política Justin Murphy, que se describe a sí mismo como un libertario de izquierdas, intentó trazar un perfil del seguidor medio de Peterson. Para su sorpresa, la amplia mayoría de ellos votaban a Trump y se definían como libertarios de derechas. “Como un ultraizquierdista que está de acuerdo con el 90% de los mensajes clave de Peterson, no esperaba que tantos de sus discípulos apoyasen a Trump”, lamentaba.
No obstante, su análisis mostraba otra interesante lectura: que el liberalismo de izquierdas y el de derechas están más cerca de lo que creen, y que “los progresistas educados no pueden fingir que no hay potentes fuerzas intelectuales aliadas con Trump; hay al menos uno”. Ahí quizá radique el éxito de Peterson, que con su seriedad 'cool' y templanza parece convertirse en la alternativa razonable al ruido y la furia de la propaganda de Steve Bannon y Milo Yiannopoulos. El autor, mientras tanto, ha visto cómo su libro se dispara al número uno de todas las listas de ventas.
Las 12 reglas
Camina erguido y con tus hombros hacia atrás.
Trátate a ti mismo como tratarías a alguien a quien tuvieses la responsabilidad de ayudar.
Hazte amigo de quien quiere lo mejor para ti.
Compárate con quien eras ayer, no con los demás.
No dejes que tus hijos hagan algo que te lleve a odiarlos.
Ten tu casa ordenada antes de criticar el mundo.
Persigue lo significativo (no lo que es oportuno).
Di la verdad. O, al menos, no mientas.
Asume que la persona a la que estás escuchando puede saber algo que tú no conoces.
Sé preciso al hablar.
No molestes a los niños cuando estén patinando.
Recoge a un gato cuando te lo encuentres en la calle.
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