miércoles, 24 de enero de 2018

Cuando hablan de impuestos a la banca no piensan en saquear a millonarios, sino a ti

Elentir analiza la última propuesta demagógica y contraproducente de imponer más impuestos a la banca para pagar pensiones, llevada a cabo en este caso por PSOE y Podemos. 
Artículo de Contando Estrelas: 
El día 13 el PSOE propuso un impuesto a la banca para pagar las pensiones. Anteayer Podemos pidió lo mismo en el Congreso para invertirlo en dependencia, pensiones, educación o sanidad.
Hablan del rescate a ‘la banca’ pero se refieren a cajas de ahorros
Se da la casualidad de que ambos partidos han justificado esas propuestas recurriendo al mismo argumento: los rescates a “la banca”. El PSOE ha hablado del dinero empleado por el Estado en el rescate de “la banca” (“Si el Estado rescató a la banca, la banca rescatará nuestro sistema de pensiones”afirmó el socialista Pedro Sánchez), y Podemos ha afirmado que “el total de las ayudas dadas a los bancos sin recuperar supera los 42.000 millones de euros”. Para empezar, ambos partidos parten de una falsedad. Y es que el grueso del rescate financiero español no sirvió para rescatar a bancos, sino a cajas de ahorros. A modo de resumen, las entidades en las que más dinero inyectó el Estado a través del FROB fueron Bankia (nombre que adoptó CajaMadrid, con 22.000 millones), Catalunya Banc (nombre que adoptó CatalunyaCaixa, con 12.000 millones) y NCG Banco (surgido de Novacaixagalicia -de ahí sus siglas-, con 9.000 millones). Entre esas tres entidades surgidas de cajas de ahorros recibieron más de 43.000 millones de los 54.000 que sumó el total del rescate financiero español.
Así saquearon las cajas de ahorros los partidos políticos
El motivo por el que ciertos partidos siguen hablando de “banca” y no de “cajas” es porque casi todas esas cajas estaban controladas por políticos: era lo más parecido a la banca pública con la que tanto sueña nuestra izquierda. Se trataba de entidades que funcionaban con una teórica función social, y por ello -además de por su control político- la izquierda las veía con mejores ojos que a la banca privada. El caso es que los políticos saquearon esas cajasun saqueo que empezó en 1985, con Ley de Órganos Rectores de las Cajas Ahorros creada por el PSOE. Como apuntaba Pedro Fernández Barbadillo el año pasado, la citada ley “supuso la entrada, como los bárbaros en Roma, de los partidos políticos y los sindicatos mayoritarios en la asamblea general y el consejo de administración”, hasta tal punto que en 2009 había más de 6.000 políticos en dichos órganos de gobierno de las cajas, muchos de ellos con sueldos astronómicos. Esas mismas cajas -y vuelvo a citar a Pedro-“concedieron docenas de millones de euros en préstamos a los partidos, muchos de los cuales se condonaban, o a amigos y testaferros.” A modo de ejemplo:
Una medida que perjudicará a los empleados y a millones de clientes
Así pues, lo que la izquierda pretende hacer ahora con los bancos no es más que una extensión del saqueo que nuestra clase política hizo con las cajas. Y pretenden hacerlo recurriendo a la demagogia de siempre, como si “la banca” fuese sinónimo de “los ricos”. Algunos piensan que cuando se habla de impuestos a la banca, los afectados van a ser tipos como el millonario del Monopoly. También es posible que piensen que ese ente llamado “la banca” es como un cuerno de la abundancia del que se pueden obtener recursos ilimitados sin que haya consecuencias más que para un puñado de gente podrida de dinero. Nada más lejos. Los bancos son empresas que proporcionan servicios financieros, captando recursos que se traducen en inversiones. Cuando aumentas la presión fiscal sobre cualquier empresa no estás perjudicando solamente al empresario, sino también a sus empleados y a sus clientes. De igual forma, los impuestos a la banca perjudican a sus empleados y a sus clientes, entre éstos millones de españoles.
Más de la mitad del dinero de los bancos son los ahorros los hogares
¿Quiénes son los principales clientes de los bancos españoles? Pues las familias residentes en nuestro país. Según datos del Banco de España, de los 1,4 billones de euros depositados en los bancos españoles, más de la mitad (765.000 millones) corresponde a los ahorros de los hogares españoles, siendo el principal producto las cuentas corrientes, con 564.000 millones. Esos mismos hogares tienen, además, depósitos a plazo por valor de 202.000 millones. Teniendo en cuenta que según datos del INE en España hay 18,4 millones de hogares, la media de dinero depositado en los bancos es de 41.576 euros por hogar. En muchos casos, los ahorros de toda una vida.
Así perjudicaría la medida a los autónomos y a las pequeñas empresas
A su vez, las empresas tienen 226.000 millones de euros depositados en los bancos, el 16% del total del dinero depositado en ellos. Según datos del INE del mes de julio, en España hay casi 3,3 millones de empresas, con lo que tenemos una media de 68.484 euros depositados por cada empresa.Obviamente, habrá grandes empresas que tengan mucho dinero depositado, pero hay que recordar que de esos casi 3,3 millones, 1,5 millones son autónomos sin asalariados, 1,1 millones son microempresas y 149.000 son pequeñas empresasCuando un banco tiene dificultades, todos estos negocios se ver perjudicados al tener mayores dificultades para acceder a los créditos, unas dificultades que aumentan cuando más pequeño es el negocio. Pero además, esos empresarios también se verían dañados al empeorar las condiciones de sus depósitos.
Lo que Podemos sabe y no cuenta de su plan de recaudar 5.800 millones
Así pues, como veis, no estamos hablando de un impuesto que va a servir para dejar secos a los grandes banqueros. Es imposible recaudar los 5.800 millones que propone Podemos sacando dinero sólo a millonarios, y en Podemos lo saben, a menos que sean tan atrevidos como para presentar en el Congreso una una proposición de ley para imponer un impuesto a los bancos sin ni siquiera saber matemáticas. Los perjudicados con ese impuesto serán los ahorradores y los inversores, en gran medida hogares españoles que confían su dinero a los bancos no sólo para que lo conserve en una caja fuerte, sino para que lo invierta en empresas que a su vez generan riqueza y puestos de trabajo. Penalizar fiscalmente a quienes facilitan las inversiones necesarias para generar empleo es ponerle una zancadilla a nuestra economía, y provocar más paro a medio o largo plazo. No deja de ser una paradoja que esta política de saqueo, que perjudicará a la actividad económica, se haga con el fin de obtener dinero para las pensiones públicas, un dinero que teóricamente debería obtenerse de las cotizaciones de los trabajadores.
Su objetivo real: que nuestro dinero siga en manos de los políticos
Con esta medida la izquierda demuestra su absoluta ignorancia del funcionamiento básico de la economía. No es algo casual: muchos de los diputados que están detrás de estas propuestas no han participado en un negocio privado en sus vidas. Siguen empeñados en pedir que el Estado expolie la riqueza en vez de facilitar la llegada de inversiones, que es lo que permite crear puestos de trabajo. Pero también es posible que estemos ante algo peor que la ignorancia en materia económica de los políticos que se encargan de elaborar nuestras leyes. ¿Tal vez hacen esto para mantener bajo su control a la economía, a pesar de saber que así la están perjudicando? Es la misma pregunta que podríamos hacer sobre su empeño en mantener un sistema de pensiones públicas que ya saben que es insostenible, ya que sufrimos una grave crisis demográfica y cada vez hay más ancianos y menos jóvenes en edad de trabajar. Da la sensación de que a algunos políticos no les importa el porvenir de España: sólo buscan asegurarse que son ellos quienes controlan nuestro dinero, con el mal disimulado propósito de medrar a costa de nuestra ruina.

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