El siguiente gráfico muestra la evolución desde los años 30 del nivel de páginas de regulación federal publicadas anualmente, habiendo dos picos importantes. El máximo previo a Reagan a finales de los 70, desde donde empezaron a reducirse, y que supuso una expansión y alto crecimiento de la economía norteamericana (junto con otros elementos como la reducción de impuestos). Esta política de desregulación permite mercados mucho más flexibles, abaratar costes, incrementar la inversión y la innovación, aumentando así el crecimiento. Es decir, mejoras institucionales (no barreras) que permiten el desarrollo y surgimiento de industrias y la expansión.
Sin embargo, la regulación ha vuelto a crecer considerablemente, alcanzando niveles récord en 2016. Ahí la importancia de las medidas de Trump para dar la vuelta a esta situación, que esclerotiza la economía estancándola impidiendo un crecimiento sano y mayor.
Qué diferencia y contraste, pese a todo con la ingente regulación y burocracia española, que explica en gran medida nuestra situación (paro, menor emprendimiento, menores salarios, menor número de patentes, menor productividad, menor inversión tanto extranjera como nacional, la fuga de cerebros, los retrasos en los juzgados, menor ahorro, menor poder adquisitivo, empresas menos grandes y menor número...).
Nota: el gráfico actualizado a hoy del enlace sobre el nivel de regulación en España supera ya el millón de páginas.
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