La estupidez humana sigue al alza, y la ideología de género es una muestra reiterada al respecto. El daño de la corrección política sigue creciendo, sin freno alguno.
Lo último es la modificación y adulteración de obras maestras en distintas artes. En este caso, de la ópera Carmen, pues la obra acaba con el asesinato de una mujer, y no se puede permitir aplaudir una obra que contemple eso.
Hasta la propiedad intelectual y las obras originales de autores fallecidos son modificados arbitrariamente sin consentimiento.
A partir de ahora, la policía ideológica tendrá que decir qué se puede hacer y no, como en los peores totalitarismos del siglo XX. Ya no hace falta la censura. La autocensura impuesta por los fanáticos lleva a lo mismo.
¿Prohibirán las tragedias griegas, las películas que muera gente (solo si son mujeres o pertenecientes a "minorías")...?
La descripción de la realidad no importa, la creatividad no importa, lo que importa es la imposición ideológica, la descripción de un mundo irreal del que está prohibido imaginar diferente...
Artículo de Perfil:
La ópera Carmen: es de 1875 y fue modificada para su reestreno en 2018. Foto:Captura de pantalla RAI.
El cambio en el final de la clásica ópera “Carmen” de Bizet fue promovido por obra del italiano Leo Muscato y lo que motivó a reescribir su final fue la búsqueda de evitar que el público aplauda el asesinato de una mujer a manos de un hombre. Con un nuevo final, será presentada al público a partir del 7 de enero, en el Teatro di Maggio, Italia.
“La idea me fue sugerida por el director del teatro, quien me encargó que encontrara una solución para que Carmen no muriera al final”, explicó Leo Muscato a Le Monde. “En nuestra época, marcada por el flagelo de la violencia contra las mujeres es inconcebible aplaudir el asesinato de una de ellas”, afirmó, fundamentando que su decisión se apoya en el contexto actual de violencia machista.
Esta decisión plantea un debate mayor: el de modificar o no las historias clásicas como Carmen u Otelo para ser “adaptadas” a la época actual, y evitar así hacer alusión a la violencia de género.
La historia de "Carmen" está ambientada en Sevilla, España, alrededor del año 1820, y trata de una una gitana que conoce al cabo Don José, con quien se enamoran perdidamente. La relación de Carmen con el hombre motiva que éste rechace su anterior amor, se amotine contra su superior y como desertor se una a un grupo de contrabandistas. Finalmente, cuando ella se enamora de un torero, Don José la busca y la mata “por celos” de verla con su nuevo amor.
A partir de este cambio en el final, que tuvo adeptos y críticos, Muscato explicó que “Carmen no muere sino que se defiende contra su agresor de una forma inesperada, como cualquiera lo haría en su lugar”.
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