Emilia Landaluce analiza la sesgada y manipuladora nueva propuesta del PSOE para la reforma de la Memoria Histórica, cuya finalidad política es evidente y poco hace en favor de la verdad y del conjunto de la sociedad.
Artículo de El Mundo:
EFE
En este PSOE ya no se lee ni a Orwell. En caso contrario a nadie se le hubiera ocurrido incluir algo llamado Comisión de la Verdad (con mayúscula) en la proposición para la reforma de Memoria Histórica.
La Comisión de la Verdad, que suponemos apoyarán Podemos, las confluencias, ERC, PDeCAT..., tendrá la finalidad "de conocer lo ocurrido, promoviendo así el reconocimiento de las responsabilidades» para «favorecer la convivencia democrática". La comisión sólo tendrá en cuenta lo que pasó desde el 18 de julio de 1936 hasta el 6 de diciembre de 1978. La II República seguirá siendo ese edén que nos quiere hacer creer la izquierda ignorando hasta los testimonios de los suyos. Incluso las obviedades. ¿Saben ustedes que los Nuevos Ministerios que proyectó Zuazo Ugalde (fundador de la Asociación de Amigos de la URSS) para Indalecio Prieto tiene forma de hoz y martillo? Democrático.
La II República no fue precisamente idílica. No hace falta recordar el asesinato de Calvo Sotelo (que no investigaría la comisión), ni los muertos que se produjeron en los cinco años de desórdenes, ni el patrimonio destruido, ni las insurrecciones de los anarquistas o la Sanjurjada... Nadie le quitará las estatuas a Largo Caballero por la Revolución (como llaman al golpe) de Asturias... Eso fue antes del 18 de julio y la reforma de la Ley no prevé en su exposición de motivos que "conocer estos acontecimientos" nos protejan de "repetir nuestro pasado". Por supuesto, no se recogerá el excelente trabajo de investigación de Tardío y Villa en 1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular (Espasa) que incluye las actas manipuladas que ayudaron a que las izquierdas se apuntaran la victoria electoral. [No es nada probable que la Comisión del PSOE las quiera para ese "ejercicio de la verdad para la que la reforma recoge el acceso a archivos relacionados con la memoria histórica"].
Se lo he preguntado a Martín Villa y a Fernando Suárez. Los dos están de acuerdo con que todos tenemos derecho a saber lo que le pasó a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros hermanos y a que reciban una sepultura digna. Otra cosa es reescribir la Historia y publicar la versión que le guste a la Comisión de la Verdad en el BOE.
Es de prever que Ciudadanos se abstenga en la votación de la nueva ley. Quizá porque todo lo que tenga que ver con el franquismo le puede parecer facha y es mejor "mirar al futuro". Y tienen razón.
Sin embargo, pueden permitir algo más totalitario: que algunos se queden con el monopolio de la verdad.
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