Juan Felipe Vélez analiza otra muestra de los resultados que provocan sobre las economías y el empleo (con todo lo que ello conlleva) las políticas antiempresa, bien interiorizadas por la izquierda, en este caso, en EEUU, con el ejemplo de Amazon y Nueva York, y el éxito de la radical de izquierdas Alexandría Ocasio-Cortez (partido Demócrata).
Nueva York continua cada día alejándose de los principios que la hicieron emerger y prosperar. Las crecientes trabas, regulaciones (la segunda ciudad más intervenida en el mercado inmobiliaria, junto con San Francisco, que provocan precisamente que se disparan los precios de las viviendas, aumentando sobremanera el coste de la vida para muchas personas) e impuestos están provocando un fuga de personas y empresas de la ciudad, acentuado por la pandemia (éxodo al campo y teletrabajo en lugares más baratos y menos lesivos en impuestos y alquileres en otros Estados).
Y cuando más falta hace la inversión y el empleo (en una ciudad que ahora dobla el desempleo promedio del país), la izquierda (como aquí ocurre en España) la espanta y se alegra del fracaso de la inversión de Amazón (que por cuyo proyecto prometía 25.000 nuevos empleos en la ciudad)...
Ahora, ante el panorama lúgubre de la ciudad, vienen los lloros (de los que lo sufren realmente, no de los políticos que viven otra realidad de burbuja y garantizada, bien alejada de la de los ciudadanos).
Artículo de El American:
En el año 2018 Amazon planeaba hacer una expansión de sus sedes en la ciudad de Nueva York. El proyecto prometía traer 25.000 nuevos empleos a la ciudad. La ubicación resultaba ideal, Long Island City en Queens, un otrora barrio industrial y que experimenta un nuevo auge de crecimiento residencial, entre 2006 a 2018, 16.000 nuevas residencias fueron construidas.
El estado de Nueva York le permitiría una deducción tributaria a Amazon de $1.700 millones de dólares, mientras que la compañía se comprometía a invertir hasta $5.000 millones en sus sedes de Nueva York y Virgina. El gobernador Andrew Cuomo manifestó en ese entonces que el acuerdo podría traer $27 mil millones en ingresos fiscales para el Estado de Nueva York en los próximos 25 años.
Para alcanzar la deducción tributaria Amazon debía cumplir su compromiso de generar 25.000 empleos, así como pagar un salario promedio de $150.000 al año, a cambio de ocupar el espacio de 4 millones de pies cuadrados.
Desafortunadamente no todo el mundo se lo tomó también y la congresista socialdemócrata Alexandría Ocasio-Cortez lideró una fuerte campaña para que Amazon no se estableciera en Queens.
Al final tras una fuerte oposición Amazon desistió de ubicarse en Nueva York y retiró la oferta. Alexandria Ocasio-Cortez en ese entonces celebró que le había ahorrado al Estado $1.700 millones, ignorando que una deducción tributaria no representa un gasto para el estado.
Nueva York necesita hoy más a Amazon que nunca…
Dos años después de que Amazon retirara la propuesta de ubicarse en Queens, el sitio donde estaría la sede es una monstruosidad vacía y, para muchos residentes, una oportunidad económica desperdiciada y aún más dolorosa debido a la pandemia del Coronavirus.
“El sitio simplemente se encuentra allí vacío. Es terrible “, dijo Donna Driver, propietaria de la galería de arte Matted LIC, en entrevista con Fox Business. “Estamos en medio de una pandemia. La gente dice: “Si solo tuviéramos a Amazon. No tenemos nada”.
Mientras que Amazon entra en una etapa donde ofrece un bono de 3,000 dólares a los nuevos empleados y bonos de $300 a los empleados de tiempo completo, la ciudad de Nueva York se esfuerza por recuperar los empleos perdidos durante la pandemia.
Entre enero y octubre la compañía de retail online creo 427.300 nuevos puestos de trabajo, contratando en promedio 1.400 personas diarias, expansión que ha representado la mayor campaña de contratación en la historia de Estados Unidos por parte de una empresa, superando a Wallmart que batió récord con 230.000 empleos nuevos dos décadas atrás.
A la ciudad de Nueva York le vendrían bien algunos de esos empleos, pues en la actualidad su tasa de desempleo alcanza el 13,2 % de la población activa, doblando el promedio nacional de 6,9 %.
La contingencia se da en un momento donde las personas de altos ingresos y las compañías de tecnología y financieras están abandonando la ciudad y proyectando en consecuencia un déficit de ingresos fiscales superior a $9.000 millones.
La situación parece verse empeorada por la inhabilidad del alcalde de la ciudad Bill de Blasio por recuperar la confianza de los empresarios. El mes pasado 150 compañías ubicadas en Nueva York enviaron una carta a de Blasio manifestando una ansiedad por el deterioro de la ciudad en los últimos meses.
Las compañías le insistieron al alcalde de volver a restaurar servicios esenciales y promover una vuelta a la actividad económica de manera segura. Desafortunadamente, la cuarentena reveló la peor cara de Nueva York y hoy muchos empresarios y personas de altos ingresos son escépticos de volver a la alguna vez “meca del capitalismo”.
Tras la adopción masiva del trabajo remoto debido a la cuarentena, muchas compañías ya no ven el sentido de pagar elevados arriendos e impuestos mientras aguantan la recriminación política del progresismo neoyorquino, cuando resulta más barato mudarse a estados más amigables con la inversión privada.
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