Y mientras tenemos un encierro propio de un estado de emergencia (no de alarma), no visto en ningún otro país (como mucho en alguna región aislada), y en otros países hay calendarios públicos de procesos de normalización, iniciados ya, aquí seguimos más pendientes de salvar la imagen preparando discursos para niños, que de resolver las cosas serias y que son esenciales y urgentes para normalizar la situación y no agravar sobremanera las consecuencias sanitarias y económicas.
Pero, no pasa nada...
Carmen Oregón y Javier Ruiz-Tagle informan en el siguiente artículo.
Artículo de El Economista:
El Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a saltarse su propio calendario, esta vez con el estudio epidemiológico de seropravalencia, planteado para 90.000 personas, que debería haber arrancado 20 días atrás. Este nuevo retraso, confirmado por el ministro de Sanidad, no es en absoluto baladí, pues se entiende que este estudio es clave para empezar a desescalar la movilidad y la actividad económica, si no se quiere actuar a ciegas.
Con el nuevo calendario las conclusiones del estudio serológico se prorrogan hasta el 20 de junio, una fecha que puede ser nefasta para la reapertura de la economía. Cabe recordar aquí las previsiones del Banco de España. Según el organismo, en el peor escenario, considerando que el Estado de alarma dure hasta junio y no se alcance la normalización de la actividad a fin de año, particularmente en las ramas ligadas a hostelería, restauración y ocio, la economía española podría caer hasta un 13,6%.
El trabajo epidemiológico iba a comenzar el próximo lunes 27 de abril pero finalmente se retrasará algunos días, según explicó este jueves en la comisión parlamentaria, Salvador Illa. Al parecer, la imposibilidad de activarlo el lunes se debe a la falta de tiempo de las CCAA para prepararlo.
El objetivo de la muestra es estimar la prevalencia de infección del nuevo coronavirus mediante la determinación de anticuerpos por comunidades autónomas, provincias, edad y sexo. Pero a ojos del ex secretario general de Sanidad que lidió con la última pandemia, José Martínez Olmos, sus resultados no serán tan determinantes como deben ser la casuística epidemiológica del momento en el que se tomen las decisiones. "Para desconfinar hay que reducir la ratio de contagios a 1 ó 2 por cada 100.000 habitante, que los ingresos hospitalarios no superen el 30% y que el 50% de UCIs esté libre", dice.
El mapa de prevalencia actual indica que solo Canarias, Andalucía y Murcia están cerca de ese objetivo, mientras que Madrid o las dos Castillas están en las antípodas. "En definitiva es comprobar que los nuevos casos que puedes tener son asumibles por el sistema sanitario, además de tener un buen sistema de vigilancia", añade.
El retraso en el cribado serológico del Gobierno es un síntoma más de la deriva del Ministerio de Sanidad, según el ex secretario general de Sanidad que lidió con la hepatitis C, Rubén Moreno. "El lunes pasado hubo una reunión con las comunidades y el Ministerio les pidió que les enseñaran un plan y muchas autonomías le contestaron que asumiera el mando único", dice. "Tenemos la certeza que no hay plan y que en cada prórroga del estado de alarma se propondrá alguna novedad, como la de los niños ahora, para poder seguir en el confinamiento, que es donde se sienten cómodos", señala.
Desde Europa, el ex ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, explica que la UE pide una reactivación gradual de la economía. "El levantamiento de las medidas debe comenzar con las que tienen un impacto local y ampliarse a medidas de alcance geográfico más amplio. La UE recomienda que no toda la población debe reincorporarse al trabajo al mismo tiempo y empezar por sectores amenazados", afirma.
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