jueves, 28 de marzo de 2013

El 'paraíso' de las Islas Maldivas, un infierno para los no musulmanes (Islam, Oriente Medio. 158)

Pese a que el turista vive en muchos casos ajeno a esto, esta es la situación de intolerancia y violación de los derechos humanos que se vive en las paradisiacas islas de las Maldivas, que se rigen bajo la ley islámica de la sharia.

El último caso conocido sufrido por una mujer debiera llevar el grito al cielo y elevar la presión internacional:


"Las Islas Maldivas son conocidas en todo el mundo por sus paisajes paradisiacos y por sus complejos hoteleros de lujo a los que acuden en tromba turistas de todo el mundo de alto poder adquisitivo.
Sin embargo, este idílico lugar que copa portadas de revistas turísticas es todo un infierno para muchos nativos de las Maldivas. Pocos conocen, incluso entre los turistas que allí han estado, que este pequeño archipiélago con algo más de 300.000 habitantes es uno de los países más brutales con los cristianos y en la que la ley islámica aparece como herramienta del derecho.
Son numerosos los casos en los que se produce la vulneración de los derechos fundamentales. Un país con dos caras, una de cara al exterior y otra para sus ciudadanos. El último caso conocido afecta a una menor de tan sólo 15 años y muestra la brutalidad que allí se lleva a cabo.
Según informa la agencia Zenit, la joven ha sido durante años víctima de abusos sexuales y un tribunal de las Maldivas la ha condenado a recibir 100 latigazos en público por haber "mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio con un hombre". El tribunal no cita al hombre en cuestión, que en este caso es su padrastro.
En este sentido, el padrastro de la niña estaba acusado de violarla durante años y de asesinar al bebé nacido como fruto de estas relaciones no consentidas. Sin embargo, la justicia, basándose en la ley islámica,ha encontrado culpable a la niña y no al autor de múltiples violaciones y asesinato.

Presiones internacionales a las Maldivas

Por todo ello, se ha iniciado una campaña ciudadana a nivel mundial que tiene como fin presionar al gobierno de las Maldivas. El objetivo para que cambien de postura es hacerles daño donde más les puede doler: en el turismo. Alertar de lo que allí se vive para que la gente deje de viajar allí hasta que no se respeten los derechos humanos.
"Juntemos un millón de voces en esta petición dirigida al presidente Waheed esta semana, y amenacemos después la reputación de las Islas con anuncios impactantes en internet y en revistas especializadas en turismo hasta que intervenga para salvarla y abolir esa ley atroz", aseguran desde la organización Avaaz.
El paraíso turístico se convierte en infierno si eres mujer y niña en las Maldivas. La aplicación de la Sharia provoca que las condenas a latigazos y los arrestos domicilarios sean comunes tras ser condenadas por supuesto adulterio. Datos de distintas organizaciones de derechos humanos informan que una de cada tres mujeres entre 15 y 49 años ha sufrido abusos sexuales mientras en los últimos tres años ningún hombre ha sido condenado por violación. Al contrario ocurre con las mujeres, donde es mucho más común verlas condenadas como en el caso de la niña de 15 años.

Maldivas, entre los 10 países más intolerantes

La organización cristiana de derechos humanos Open Doors sitúa a las Maldivas en el sexto puesto de su ránking de los países que más persiguen a los cristianos en el mundo. Comparte clasificación con países como Corea del Norte, Arabia Saudí o Somalia.
Del mismo modo, en su informe sobre Libertad Religiosa de 2012 la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada informa que este pequeño país contempla en su Constitución aprobada en 2008 el Islam como religión de Estado y prohíbe a sus ciudadanos a profesar cualquier otra fe.
Esta organización calcula que los cristianos no representan más de un 0,5% de la población pero esta minoría se ve obligada a vivir su fe en secreto para evitar así ser arrestada y "reconvertida" a la fuerza. Además, perderían su ciudadanía. Igualmente, toda la legislación del país, incluyendo también las normativas civiles, se ven subordinadas a la ley coránica.
¿Cómo compaginar esta represión con el turismo? Los extranjeros que permanezcan en el país tienen prohibido cualquier manifestación pública de su religión. Los turistas pueden vivir su fe en privado con la expresa condición de que no compartan sus creencias con los habitantes de las Maldivas. Por todo esto, está totalmente prohibido introducir biblias o cualquier material religioso en el país."

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