Juan R. Rallo, tras la reunión de la neocasta de Podemos con la casta del FMI, y las recomendaciones del FMI para España, analiza cómo éstas deberían ser compartidas por Podemos, que dice ahora querer emular el modelo de los países nórdico.
Como bien dice, dichas recetas (subir IVA, establecer copago sanitario y abaratar el despido con el modelo laboral actual) distan de ser compartidas por un modelo liberal, pero "sí es un modelo que debería entusiasmarles a todos los que se declaran socialdemócratas europeos modernos y cuyos paradigmas suelen ser ora Finlandia, ora Suecia, ora Dinamarca."
Artículo de El Economista:
A lo largo de las últimas semanas la casta del FMI se ha reunido con la neocasta de Podemos en unos encuentros que, según confesión de la oligarquía del Fondo, resultaron "muy productivos". Pocos días después, el FMI lanzó su batería de recomendaciones para España: subir el IVA, establecer el copago sanitario y abaratar el despido.
Uno creería que, después de las fructíferas reuniones de Podemos con los jerarcas del Fondo, desde ese partido mostrarían su entusiasmo con semejantes recetas. Pero aparentemente no. Íñigo Errejón, por ejemplo, declaró que "las medidas que propone el FMI han ido desolando países. Son sólo efectivas para los grandes capitales".
¿Ser como los nórdicos?
Parecería que el affair de Podemos con el FMI se rompió a las pocas horas de comenzar, pero en caso de ser cierto Podemos no sólo debería renegar de esta plutocracia neokeynesiana que es el FMI, sino también de su promesa electoral de acercarnos a los países nórdicos. A la postre, las tres flechas reformistas del FMI -aumentos de IVA, establecimiento de copagos y abaratamiento del despido- son compartidas por los países a los que Podemos dice querer emular.
En cuanto al IVA, Suecia tiene una tasa general del 25%, una reducida del 12% y una superreducida del 6%, hallándose prácticamente todos los productos en la general. El tipo general del IVA en Finlandia es del 24%, el reducido del 14% (éste es el que pagan los alimentos básicos) y el superreducido del 10%. Asimismo, Dinamarca tiene un tipo general del 25%..., único para todos los productos.
En cuanto a los copagos, en Suecia existe copago en atención primaria (entre 11 y 22 euros por visita), especialistas (entre 25 y 35 euros por visita), atención hospitalaria (hasta 8,7 euros al día), urgencias (entre 11 y 44 euros por visita) y medicamentos (porcentaje variable del gasto en medicinas). En Finlandia también existe copago en atención primaria (13,7 euros por visita), especialistas (hasta 27,4 euros por visita), atención hospitalaria (hasta 90 euros días), urgencias (9,25 euros por desplazamiento) y medicamentos (1,5 euros por receta y un porcentaje del precio hasta 627 euros anuales en gastos). En Dinamarca sólo existe copago farmacéutico (hasta 478 euros anuales en gasto).
Por último, en Suecia se admite el despido por causas objetivas (falta de trabajo dentro de la empresa) con la única indemnización obligatoria de seguir abonando los salarios durante el período de notificación de ese despido (período que se alarga a un máximo de seis meses para los trabajadores que lleven en la empresa más de 10 años); esa indemnización puede complementarse con otra si empresario y trabajador alcanzan un acuerdo extrajudicial para zanjar el despido (y que suele rondar los 10 meses de salario).
En Finlandia también se admite el despido por causas objetivas y, como en Suecia, la única indemnización que existe es el salario que sigue cobrando el trabajador durante el período de notificación del despido (un máximo de seis meses para aquellos trabajadores que llevan más de 12 años en la empresa). Y en Dinamarca el despido es libre con una indemnización máxima de tres meses de salario para quienes lleven más de 18 años en la compañía.
El modelo nórdico, por consiguiente, se asienta en las recomendaciones del FMI: más impuestos indirectos, más copagos y menores indemnizaciones por despido. No es un modelo que nos guste a los liberales -que defendemos minimizar los impuestos, desestatalizar la sanidad y generalizar los contratos laborales libres-, pero sí es un modelo que debería entusiasmarles a todos los que se declaran socialdemócratas europeos modernos y cuyos paradigmas suelen ser ora Finlandia, ora Suecia, ora Dinamarca. Ahí los tienen: alineados con el FMI. El verdadero pensamiento único.
No hay comentarios:
Publicar un comentario