La deuda mundial (tanto privada como pública) sigue creciendo sin límite, fomentada por el actual sistema fiduiciario (a raíz de la eliminación del patrón oro) y las políticas laxas y de expansión monetaria acometida por los bancos centrales.
Una situación insostenible con elevado riesgo, y que se sigue fomentando e incentivando, con graves problemas de adicción y con una resaca potencialmente creciente.
Artículo de La Carta de la Bolsa:
Triste y muy mala noticia. La deuda de hogares, empresas, bancos y gobiernos de todo el mundo sumaba al final de 2017 un total de 237,2 billones de dólares (191,4 billones de euros), una cifra que representa un nuevo récord tras incrementarse en 21 billones de dólares (17 billones de euros) en el último año, según los datos recopilados por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF).
A pesar de este aumento de la deuda global en cifras absolutas, la ratio de deuda global en relación al PIB mundial se situaba al final de 2017 en el 317,8%, por debajo del 318% del trimestre anterior y más de tres puntos porcentuales inferior al máximo histórico del 321% registrado un año antes.
La deuda de las economías avanzadas sumaba al término del cuarto trimestre de 2017 un total de 173,8 billones de dólares (140 billones de euros), mientras que el pasivo de las economías emergentes era de 63,4 billones de dólares (51,4 billones de euros).
La deuda de los hogares de las economías desarrolladas alcanzó los 34 billones de dólares (27,4 billones de euros) y 10,7 billones de dólares (8,6 billones de euros) en el caso de las familias de países emergentes, haciendo un total de 44,7 billones de dólares (36 billones de euros).
"El incremento de la deuda de los hogares refleja la confianza global de los consumidores", señalan los autores del informe, destacando que la ratio de deuda de los hogares sobre el PIB acumula once trimestres consecutivos al alza, situándose al final de 2017 en el 59,3%, cerca de su máximo histórico del 60%.
Por su parte, la deuda de empresas a nivel global era de 69,8 billones de dólares (56,3 billones de euros), de los que 41,1 billones de dólares (33,1 billones de euros) correspondía a empresas de países desarrollados y 28,7 billones de dólares (23,2 billones de euros) a compañías de países emergentes. De este modo, la ratio de deuda empresarial respecto al PIB global se situó en el 91,3%, frente al 92,2% del año pasado.
En el caso de la banca, las entidades pertenecientes a economías desarrolladas adeudaban 49 billones de dólares (39,5 billones de euros), mientras las de economías emergentes la deuda ascendía a 9,8 billones de dólares (7,9 billones de euros), sumando 58,8 billones de dólares (47,4 billones de euros) en conjunto.
DEUDA PÚBLICA EN EL 86,4% DEL PIB MUNDIAL.
Asimismo, la deuda pública mundial sumaba en el cuarto trimestre de 2017 un total de 64 billones de dólares (51,7 billones de euros), frente a los 59,4 billones de dólares (47,9 billones de euros) registrados al final de 2016. De esta cifra, los gobiernos de economías avanzadas adeudaban 49,8 billones de dólares (40,2 billones de euros) y los de economías emergentes 14,3 billones de dólares (11,5 billones de euros).
No obstante, la recuperación cíclica de la economía, sumada a las benignas condiciones de financiación y la debilidad del dólar propiciaron que la ratio de deuda pública mundial se haya reducido al final de 2017 al 86,4% desde 87,5% un año antes.
En el caso de las economías avanzadas, la ratio de deuda pública se situó en el 109,2% desde el 111,7% al final de 2016, incluyendo un 99% en EEUU y el 102,7% en la zona euro, mientras en Japón se situó en el 221,8% del PIB. Por su parte, la ratio de deuda pública de las economías emergentes se situó al final de 2017 en el 48,3%, frente al 46,9% de un año antes.
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