viernes, 20 de abril de 2018

Los datos que demuestran que los cazadores son "los verdaderos ecologistas"

Elena Berberena muestra en este artículo los datos que demuestran los beneficios económicos, sociales y medioambientales de la caza, presentados por la Fundación Artemisan en respuesta al intento de denigración y persecución de la que son objeto, y a las voces y movimientos políticos que claman por la prohibición de la caza. 

Artículo de Libre Mercado: 
La caza genera 6.475 millones de euros | EFE
Los cazadores se han cansado de la mala imagen que la opinión pública parece tener de ellos. Las organizaciones animalistas claman por la prohibición de la caza, lanzando a su vez duras críticas hacia este gremio, que en España cuenta con 300.000 federados.
Ahora, les ha tocado el turno de defender la cacería a "los malos del cuento", y lo hacen con datos en la mano. A través de la Fundación Artemisan han presentado los beneficios que aporta la caza. Pretenden acallar los ataques que sufren desde partidos animalistas como elPACMA y asociaciones como Igualdad Animal, "poniendo de relieve el desconocido valor que tiene la caza en España".

"Somos cazadores y ecologistas"

El estudio sobre el impacto económico y social de la caza en nuestro país, realizado por Deloitte, refleja cómo la actividad cinegética genera6.475 millones de euros al año, representando el 0,3% del PIB en 2016.
José Luis López Shummer, presidente de la Fundación Artemisan, ha querido resaltar que es "la primera vez que se lleva a cabo en España un estudio de tal profundidad y que no sólo aparece la contribución económica de la caza, sino que valora su importancia desde el punto de vista social y medioambiental". Con respecto al empleo, la caza mantuvo casi 187.000 puestos de trabajo anuales (el 1% de la población activa).
Pero el estudio va más allá. Los cazadores lanzan un poderoso mensaje a los ecologistas, al asegurar que "cuidan la naturaleza y el medio ambiente invirtiendo económicamente en la conservación de los entornos rurales y de la biodiversidad". Shummer ha declarado que los gestores cinegéticos "invierten cerca de 300 millones de euros en el mantenimiento de infraestructuras forestales" y reclama "un reconocimiento sin tapujos de los beneficios de la caza".
Según el informe, 233 millones van destinados a repoblación medioambiental y otros 54 al mantenimiento de accesos, pantanos, podas, mejora del monte, cortafuegos, cortaderos, etc. La sociedad de cazadores se enorgullece de ser más ecologista que un miembro de Greenpeace. También han hablado de que gracias a la caza se evita la sobrepoblación de especies, como los jabalíes y los corzos, que son los responsables del 54% de los accidentes en carreteras ocasionados por fauna silvestre.
En base a la investigación, el control poblacional de estas especies abundantes es clave, ya que contribuyen a minimizar la expansión de enfermedades que tendrían un gran coste económico en las explotaciones ganaderas, además de preservar los hábitats naturales. En este sentido, el lince ibérico, que se encontraba en peligro de extinción, ha sido salvado gracias al mantenimiento en cotos privados de las poblaciones de conejo de monte y perdiz, que le sirven de alimento.

"España, tierra de cazadores"

Artemisan, junto al Ministerio de Agricultura y Pesca, destaca que España "es una potencia mundial en la práctica de la caza" y, además, "es el primer destino elegido por los cazadores europeos". Y no es para menos, teniendo en cuenta el amplio territorio para ejercer esta actividad. El 87% del territorio español está declarado como aprovechamiento cinegético, lo que suponen 43,8 millones de hectáreas, distribuídas en 32.817 cotos. Las tierras de mayor concentración de caza son Castilla y León, seguida por Castilla-La Mancha y Andalucía.
El estudio también describe el perfil medio del cazador español: hombre asalariado, de más de 46 años, con estudios universitarios y que gasta una media anual de 9,694 euros en caza menor y mayor. El 82,6% están organizados en cotos privados, el 7% en cotos deportivos y el 10% por el resto de tipologías de terreno.
Tampoco han querido olvidarse del arraigo y el acervo cultural que supone la caza para la sociedad española. El informe de Deloitte publica que alrededor de 800.000 personas practican la caza y, de ellas, 334.000 cuentan con licencia federativa, consolidándose como el tercer deporte más practicado en España, tras el fútbol y el baloncesto.
En cuanto a la caza furtiva y sus malas prácticas con el entorno, laFederación de Cazadores se ha desvinculado totalmente del furtivismo. "Condenamos rotundamente a aquellos cazadores que no respetan las normas de los cotos privados ni el número de especies. Aquellos que van por libre y campan a sus anchas cazando sin control son "infractores a los que les debe caer todo el peso de la ley", ha concluido el director de Artemisan.

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