Diego Sánchez de la Cruz analiza la caída de otro referente podemita, el proyecto de "renta básica" en Finlandia y la nueva dirección que llevará a cabo Finlandia en materia de ayudas sociales.
Artículo de Libre Mercado:
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Hace dos años, el gobierno de Finlandia ocupó las portadas de distintos diarios españoles. La decisión de introducir un programa de "renta básica" suponía un auténtico espaldarazo a las tesis de Podemos, que reivindica este tipo de medidas desde su irrupción en el panorama político español. Pero el experimento no ha tenido el éxito esperado y el Ejecutivo finlandés ya está preparando el desmantelamiento de la iniciativa.
Aunque Podemos se ha posicionado a favor de una "renta básica" de alcance universal, lo que aprobó Finlandia no era más que un pequeño programa piloto que, de haber arrojado buenos resultados, se habría aplicado de forma gradual a distintos segmentos de la población activa, pero nunca al conjunto de la ciudadanía.
La iniciativa desplegada en Finlandia consistía en seleccionar a 2.000 ciudadanos para entregarles un pago mensual valorado en 560 euros. La percepción de la ayuda estaba libre de cargas fiscales, de modo que los beneficiarios cobraban íntegramente la "renta básica". No había exigencia alguna por parte de las autoridades, de modo que la paga se entregaba sin requisito alguno, con independencia del nivel de ingresos o la situación laboral.
El programa aún está en pie, puesto que se aprobó con una duración de dos años que expirará en diciembre del presente año. Desde un momento, el experimento ha estado pilotado por Kela, la institución pública que gestiona la Seguridad Social en este país del Norte de Europa.
"Echar freno al proyecto"
Como recoge Business Insider, los investigadores encargados de supervisar la iniciativa han reconocido que el gobierno ha constatado la necesidad de echar freno al proyecto y empezar a abandonar la idea de la "renta básica".
Con esta iniciativa, el Ejecutivo finlandés pretendía observar el efecto de la "renta básica" en los parados de larga duración. No obstante, el pasado diciembre se aprobó en el Parlamento una ley que reduce notablemente las ayudas sociales entregadas a los desempleados. Dicha norma supone el clavo en la tumba de la "renta básica".
De hecho, la nueva ley aprobada a finales de 2017 moverá al sistema finlandés en la dirección contraria a la que defiende Podemos. De entrada, los desempleados que deseen cubrir el subsidio de paro tendrán que acreditar decenas de horas de trabajo comunitario o, si lo prefieren, alistarse en programas de formación para el empleo. Negarse a hacer cualquiera de estas cosas redundará en la reducción progresiva del subsidio percibido por dichos trabajadores sin empleo.
Emular el "tope" británico
Además, el ministro de Finanzas del país, Petteri Orpo, ha indicado que el fiasco de la "renta básica" irá de la mano de un rediseño integral de las ayudas sociales vigentes en Finlandia. Al parecer, el objetivo es emular el "tope" al cobro de prestaciones que fue establecido en Reino Unido por el gobierno de David Cameron.
Como explicó Libre Mercado, esta iniciativa ha logrado reducir de forma progresiva el número de hogares que dependen total o parcialmente del Estado. Su funcionamiento es sencillo: simplemente consiste en establecer un límite a las transferencias de dinero público que puede recibir cada persona o familia. Dicho "tope" ha sido endurecido con el paso de los años, para profundizar la reducción de la dependencia entre los británicos.
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