Juan Ramón Rallo y Eduardo Garzón debaten sobre el presupuesto del Gobierno y especialmente sobre los impuestos en España y su comparativa con Europa.
Lo de Garzón es ciertamente espectacular. Pseudoargumentos que no resisten análisis lógico alguno e incoherencia a raudales.
Critica, como su rama ideológica el consumismo, pero exige y defiende más deuda y consumo, y castiga, desincentiva y critica el ahorro.
Defiende supuestamente que las personas sean independientes financieramente, que salgan de la pobreza, y sean capaces de tener una vida digna, pero anula y elimina toda capacidad de las personas para llegar a dicha situación, pretendiendo expoliarlas con más y más impuestos, perseguir el ahorro porque es malo y dicho dinero no debe estar en tus manos, eliminar la herencia (y todo el esfuerzo durante décadas de las familias para legar una vida mejor a tus hijos aún a costa de no disfrutar tu del fruto de tu esfuerzo y trabajo).
En definitiva, no persiguen otra cosa que hacer a las personas dependientes del Estado, que los controlará y dará migajas para que les rindas pleitesía y agradezcas tu existencia.
Y es que el socialismo sin pobres a los que prometer el paraíso en la Tierra no es nada. Por eso, al errar estrepitosamente las predicciones de Marx sobre el poder adquisitivo del obrero en el capitalismo (y no apoyar este vía democráticamente a los partidos comunistas), tuvieron que intentarlo en todos los países por la vía armada y el uso de la violencia, y allá donde alcanzaron el poder, y llevaron a cabo sus ideas, los llevaron a la miseria y a la más profunda represión violenta (y de ahí que fueran mutando hacia la socialdemocracia).
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