Patricia Malagón se hace eco del reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística sobre salarios en España, y que refleja nuevamente la verdadera brecha salarial existente entre el sector privado y el sector público (lo que no se da por cierto en los países del centro y norte de Europa, esos a los que hay que fijarse, según para qué interese).
Y es que esta disparidad tan enorme de salarios no tiene sentido alguno. Primero, porque no se establece en función de la productividad (sino arbitrariamente por decisión política por electoralismo y presiones de lobbies -funcionarial y sindical-). Al contrario de lo que ocurre en el sector privado en términos generales.
Una distorsión así, provoca:
-una mayor desigualdad social (eso frente a la que se quejan tanto algunos, pero las acrecientan con sus decisiones),
-provoca mayor desempleo en el sector privado (por aumentos crecientes de la deuda pública y los impuestos, que impacta negativamente en la generación de empleo y riqueza en el sector privado...
-reduciendo a su vez, por el efecto "expulsión o crowding out" los préstamos o capacidad de financiación del sector privado
-Además, la creciente absorción de recursos del sector privado para financiar al público ( dichos salarios del sector público, que en 2018 alcanzaron la mayor cifra de la historia -y que será superada en 2019-) supone una losa para el sector privado que al incrementar el coste y aumentar el desempleo consecuente, implica salarios menores en el sector privado (lo que acrecienta a su vez las diferencias). Esto es debida a que debido a los mayores costes impositivos...que va acompañada de una creciente burocracia y regulación creada, más números de empresas o bien no pueden emerger (crearse), o bien cierran al no poder mantenerse, o bien las que sobreviven reducen más sus márgenes y en consecuencia, la capacidad de invertir en nuevos proyectos, de innovar, de aumentar así la productividad y la creación de empleo...lo que lleva a la economía a un mayor desempleo en el sector privado (que explica el 80% de la desigualdad de rentas en España según los distintos estudios al respecto), y menores salarios (los salarios en la economía aumentan por el crecimiento de la productividad y crecen más cuanto menos desempleo hay).
-Y por supuesto, estas diferencias salariales (acompañadas de múltiples privilegios de distinto tipo (que tampoco se da por supuesto en la Europa del norte) lleva a desincentivar la empresarialidad y el emprendimiento en el país, haciendo un país de funcionarios y no de emprendedores (factor esencial de la generación de riqueza y de oportunidades en un país).
-Una situación que perjudica (no en términos relativos pero sí en términos generales y en muchos casos absolutos) a todos, incluyendo los propios empleados públicos, pues un sector público excesivamente grande y con salarios por encima de la productividad del país, hace insostenible las finanzas públicas, y conlleva congelaciones y recortes (presentes, pasados o futuros) a todos, impidiendo como he comentado el crecimiento de la productividad (y de los salarios en consecuencia) en el sector privado, que permitiría después una mejora salarial sostenible del empleado público.
Artículo de Libre Mercado:
Opositores examinándose | Europa Press
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado un nuevo estudio sobre el estado de los salarios en España. Una de las principales conclusiones que se extraen del informe es que los trabajadores del sector público ganan, de media, 882 euros más al mes que los trabajadores del sector privado. Esto se traduce en que anualmente los asalariados de empresas privadas ganan 10.584 euros menos. Una brecha salarial bastante más amplia que la pregonan desde la izquierda que existe entre hombres y mujeres, ya que aquí la diferencia es de 453 euros mensuales, 5.436 euros anuales.
En el sector privado el 22,3% de los trabajadores obtuvo un salario de más de 2.187,2 euros en 2018, mientras que un 61,8% de los trabajadores del sector público estuvo en este tramo de ingresos. En el sector público están incluidas todas las Administraciones Públicas, así como las empresas públicas y tanto los trabajadores adscritos a Mutualidades como los que cotizan a la Seguridad Social. El salario medio bruto en el sector público alcanzó los 2.654,4 euros en 2018, mientras que en el sector privado se situó en 1.772,0 euros.
Según el propio INE, "los factores fundamentales que influyen en las diferencias del salario medio entre ambos sectores son la diferente estructura ocupacional, el mayor peso de los trabajadores con estudios superiores, la menor proporción del empleo a tiempo parcial y la mayor antigüedad en el sector público", afirman.
Más diferencias
Otra diferencia que se aprecia entre ambos sectores, se encuentra en la comparación por tramo de ingresos. En el sector privado más de un 34% de trabajadores ganan menos de 1.260 euros al mes, mientras que solo un 7,9% de los empleados públicos ganan menos de esa cantidad. Con los salarios altos ocurre lo mismo, en las empresas privadas, un 7,8% ganan más de 3.441 euros al mes y en el sector público ese porcentaje es del 19,2%.
Suben los sueldos
El estudio del INE ha confirmado la revalorización salarial que se ha registrado en estos últimos cinco años. Así, en 2013 el salario medio era de 1.869 euros y el mediano de 1.600 euros. Mientras que en 2018 fue de 1.944 el medio y de 1.642 euros el mediano. El salario mediano tocó mínimos en 2017 cuando bajó a los 1.590 euros, lo que supone que en solo un año se ha revalorizado en 52 euros mensuales. Por su parte, el salario medio es el que más ha subido pasando de los 1.889 euros del 2017 a los 1.944 euros actuales.
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