domingo, 17 de noviembre de 2019

Un alcalde que miente

Se van destapando las escandalosas mentiras y tratos de favor hacia sus familiares por parte del alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromis), desviando el dinero público quitado a la fuerza vía impuestos a los ciudadadanos para enriquecimiento personal y de afines, a través de contratos públicos sin concursos y de redes clientelares. 

Corrupción de los vendedores de "moral y transparencia"...


Artículo de Las Provincias: 

Tras destaparse el escándalo del fraude de 4 millones de euros en la EMT, LAS PROVINCIAS descubrió que el abogado particular que ejercía como secretario, Salvador Martínez Tarín, ya llevaba facturados 220.000 euros sin concurso público, a través de su despacho, SMT. Dicho letrado, según supimos después, es socio del cuñado del alcalde -Daniel Pérez Fernández, hermano de la pareja de Joan Ribó- mediante los bufetes de ambos. Y se llega al caso de que SMT posee un tercio de la propiedad de Abastos Abogados, del que es presidente el familiar de la primera autoridad local. En la práctica, en realidad se trata de un solo bufete que se mueve por medio de dos sociedades distintas, algo que hasta ahora se ha tratado de enmascarar. El conflicto de intereses parece más que evidente. Pero aún peor es que al tratar torpemente de explicarse sin convicción, el dirigente nacionalista de Compromís mienta e intente sembrar dudas sobre la auténtica relación entre la empresa municipal y el despacho de su cuñado. Algo que ya estaba meridianamente claro pero que a partir de hoy resulta indiscutible. Este periódico revela que la renovación del contrato que liga a la EMT con Salvador Martínez Tarín, y que se prolongará hasta 2023, está siendo facturado desde hace un mes directamente por Abastos Abogados, la empresa del cuñado del alcalde. El jueves pasado por segunda vez el alcalde trató de camuflar esta relación durante su intervención en el pleno municipal. Los documentos a los que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS reflejan la directa relación entre una empresa pública dependiente del Ayuntamiento de Valencia y una sociedad de un familiar del alcalde. Podríamos citar también la cuantía de las retribuciones cobradas hasta la fecha, los 220.000 euros, o el mínimo de 3.000 euros mensuales que se le asegura en el nuevo contrato, así como el hecho de que se haya acudido directamente a este despacho sin un concurso para que se pudieran presentar otras ofertas en libre concurrencia. De todo ello habrá que hablar pero ahora mismo lo más grave es que el alcalde ha mentido, que la relación de la empresa de su cuñado con la EMT tuvo lugar tras alcanzar el sillón municipal y que en otros tiempos él mismo habría calificado este caso de un auténtico escándalo, un intolerable despilfarro y un trato de favor a un familiar. A ver cómo explica ahora Ribó estas nuevas revelaciones y a qué juego de palabras y de siglas recurre para ocultar lo obvio.

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