sábado, 7 de junio de 2014

Distribución de la Riqueza en el Mercado

Guillermo Sánchez explica la distribución de la riqueza en el mercado, una distribución que es siempre permanente (y de la cual formamos parte absolutamente todos), y que en absoluto está siempre en las manos de los mismos (todo lo contrario), lejos de entenderse por aquéllos (y de ahí sus erróneas interpretaciones de muchos aspectos de la economía) que creen que la riqueza es un concepto estático y no dinámico, como efectivamente es.

Por ello y entre otras cosas los procesos distributivos de renta fracasarán siempre.

Artículo de Economía MiayTuya:

La forma normal de ver la distribución de la riqueza es: 1) El modo de la distribución permanece igual periodo tras periodo y 2) Las piezas individuales de riqueza se transmiten por herencia. Es decir que los ricos son siempre los mismos y además dejan una abultada herencia que hace que sus herederos nazcan ricos.

Dados 1) y 2), entonces la distribución se ve como una constante, una fuerza económica permanente. Sin embargo Ludwig Lachmann demuestra (acá en español) que esto es falso.

¿Que es la Riqueza?

Todos los recursos son objetos, pero no todos los objetos son recursos. Las casas en ruinas y la chatarra son objetos, pero no son recursos. En cambio las casas nuevas en la costa de Mar del Plata sí son recursos y también son necesariamente objetos. ¿De qué depende que cualquier objeto sea un recurso o riqueza? De las previsiones subjetivas de que el objeto generará una corriente de renta en el futuro.

Las casas en ruinas (o las que estén en buen estado en el medio de Alaska) son objetos materiales, pero no son recursos o riqueza mientras nadie espere que produzcan una corriente futura de renta. Las casas en Mar del Plata es seguro que la generarán. Incluso una casa en ruinas en esa costa puede ser un recurso, pues alguien puede prever que las rentas esperadas superen los costos de ponerla en forma o la demanda de habitáculo puede ser tan grande que genere rentas alquilándola en ese pobre estado. Lachmann es contundente:
 
"El valor del objeto para el propietario, real o potencial, refleja en cada momento su capacidad esperada de generar rentas. Esto a su vez dependerá de los usos a los que pueda dedicarse el objeto. La mera propiedad de objetos, por tanto, no confiere necesariamente riqueza: es su uso fructífero lo que la confiere." (negritas y cursivas mías) 
La propiedad es un concepto legal que se refiere a los objetos materiales. Podemos ver entonces lo complicado que es conservar la riqueza en el mundo real donde no podemos prever perfectamente el futuro. En el corto plazo es muy problemático anticipar el futuro y a largo plazo es imposible hacerlo ¿Quién en 1901 pudo anticipar y tener gran seguridad que podría existir algo como Internet?
 
La riqueza, por tanto, no está dada en el tiempo, es imposible que pueda estarlo. Dado que 1) Los humanos no pueden predecir el futuro con certeza y 2) El valor de los bienes (riqueza) que se posee depende de su capacidad futura esperada de generar rentas; entonces nadie tiene asegurada su riqueza.
 
Quien crea que la riqueza en un mercado libre puede ser mantenida de tal forma que se pueda transferir de una generación a otra por mucho tiempo, está asumiendo que esa persona o familia tiene tales recursos como para generar una corriente de renta neta permanente, un flujo de beneficios de valor superior al costo que es constante. Esto solo es posible bajo dos supuestos increíblemente irreales: a) Un mundo inmóvil donde hoy es lo mismo que ayer y será lo mismo mañana (lo que Mises llamaba ERE) o b) Que esa familia o persona tiene previsión perfecta del futuro.
Distribución Permanente
No existe un flujo permanente de renta, pero si hay algo permanente en el Universo: el cambio. El mercado libre esta permanentemente redistribuyendo la riqueza. Tiene un mecanismo interno inherente que provoca esa redistribución todo el tiempo:
"Es improbable que la riqueza permanezca mucho tiempo en las mismas manos. Pasa de mano en mano como al conferir el cambio imprevisto valor ahora a este recurso concreto y ahora a aquél, engendrando ganancias y pérdidas de capital. Los propietarios de riqueza, podríamos decir con Schumpeter, son como los clientes de un hotel o los pasajeros de un tren: Siempre están ahí, pero nunca son por mucho tiempo la misma gente."
Este es un proceso de habilidad, no de suerte. Tiene éxito quien entienda antes que nadie que cierto recurso que puede producirse hoy, cuando es nuevo, o comprarse, cuando es un recurso existente, a cierto precio A; mañana formará parte de una combinación productiva como consecuencia de la cual valdrá A’ (A'>A). Esas ganancias y pérdidas de capital, alimentadas por la posibilidad de trasladar recursos de un uso a otro, forman la sustancia económica de lo que significa la riqueza en un mundo cambiante y son el medio principal del proceso de redistribución.
 
Complementarios, Versátiles y Durables

Otro de los supuestos irreales en los que basa la idea de que en un mercado libre la riqueza se distribuye injustamente es el que asegura, en general implícitamente, que los bienes de capital son infinitamente "reconvertibles" fácilmente. 


Los bienes de capital o recursos son necesariamente complementarios: Deben utilizare en ciertas combinaciones. ¿Quién decide qué combinación de entre el enorme número de combinaciones posibles se debe adoptar? Los empresarios. En un mundo de constante cambio el empresario se encarga de realizar el juicio sobre la incertidumbre de las condiciones futuras del mercado, es el encargado de acertar la combinación que dará el beneficio máximo con respecto al precio de los insumos hoy y mañana cuando se espera (o no) que las condiciones (costos, valoraciones de los consumidores, tecnología, recursos, etc.) hayan cambiado.
 
Necesariamente las combinaciones deben hacerse dado que si los bienes de capital fueran infinitamente versátiles o convertibles según Mises, no existiría problema empresarial: ante un cambio de condiciones, simplemente los mismos bienes de capital se recombinan instantáneamente en otro uso que se adapte mejor. Los bienes de capital, sin embargo, tienen un grado limitado de versatilidad y un número concreto de usos. Lo que da valor a los bienes de capital no es su cantidad, sino su composición. Un cambio de composición es un cambio de su complementariedad, y ese cambio afecta su valor al dar ganancias o pérdidas. Los empresarios pagan más por los servicios de recursos más rentables y menos por los poco rentables. Si no se encuentra ningún uso (presente o se espera futuro) para el recurso que hasta ahora era rentable, perderá su carácter de recurso y será chatarra. En casos menos extremos, donde se le encuentra algún uso al recurso, las ganancias y pérdidas de capital son la consecuencia inevitable de cambios futuros.

Mientras más duraderos sean los activos, más susceptibles serán a no adaptarse correctamente a los cambios, más susceptibles serán a las pérdidas y las ganancias. A más duren, más probable será que deban usarse en fines diferentes a los que se pretendía cuando se crearon.
 
Dado que estamos hablando de acertar una combinación especifica que se dará en el futuro, hay dos cosas que obviamente son muy improbables: 1) Que la misma persona acierte una y otra vez sobre los usos existentes y potenciales de los recursos y 2) Aun asumiendo que existiera tal ser superior, es imposible que sus herederos puedan tener tal habilidad sobrehumana (a menos que también sean seres superiores). En el mundo real de los humanos, donde no existen tales semidioses, las pérdidas de capital son tan inevitables como las ganancias de capital. El capitalismo es un sistema de ganancias Y PERDIDAS. Los super ricos no son siempre los mismos, gente que no lo era pasó a serlo en solo 3 décadas.

Como los recursos (riqueza) son principalmente 1) Complementarios: Se deben usar en ciertas combinaciones 2) Versátiles/Convertibles: Tienen un grado limitado de usos y 3) Durables: No se adaptan fácilmente a usos para los cuales no fueron creados; entonces es imposible una fuente de renta permanente. Es falso que luego de acumular riqueza se pueda vivir simplemente de rentas y que la misma crezca sola en relación al resto de la economía.
 
Redistribución para todos

Pero alguien podría decir que aun asumiendo que los ricos cambiaran todo el tiempo, hay barreras que impiden entrar en esa "lista" que cambia todo el tiempo. Sin embargo esto no es así. Todos son parte del proceso de redistribución. Cualquiera puede lograr un buen patrimonio. Los ricos no son una casta bajo el capitalismo, se puede haber sido huérfano y ser millonario. Recuerden que la actividad empresarial implica necesariamente realizar juicios subjetivos sobre la incertidumbre futura. Si acierta aproximadamente sobre lo que ocurrirá en el futuro, obtendrá ganancias, si no lo hace caerá en pérdidas. Cualquier trabajador puede realizar esa función. Lo que vaya ahorrando lo puede invertir en poner su propio negocio o invertirlo. Sea el dueño del negocio o que con sus ahorros se compren acciones de empresas (elegir a un buen administrador de nuestros ahorros también es una actividad empresarial, si acertamos tendremos buena jubilación), la cuestión sigue dependiendo de que sus juicios sobre el futuro sean correctos. 
 
La decisión de comprar acciones de la empresa A o B determina la especificación de cada empresa. Este es el nivel menor de especificación pues se puede invertir el capital en cualquier empresa de las que se dispone. El capital puede tomar cualquier forma. Luego de haber comprado, y una vez dentro de la empresa, esa decisión de compra a su vez determina las decisiones de los directores, CEOs, etc. pues sin capital no tendrían con que especificar. Acá el nivel es más específico, el capital ya adoptó la forma de la empresa A y además fue asignado por el gerente. El grado de especificidad sigue creciendo hasta que, cuando llega al director del taller de herramientas a fabricar de la empresa, el capital ya es prácticamente específico (tomará forma de alguna herramienta). Como se ve, la decisión de especificación superior la toma el ahorrador. Y las pérdidas o ganancias de esa especificación repercutirán sobre él. Los accionistas no son esclavos de la empresa. Si una decisión de especificación por parte del CEO no les gusta, pueden vender sus acciones. La riqueza de los accionistas, que en absoluto son millonarios sino que cualquiera puede comprar acciones (directa o indirectamente), esta sujeta a las fuerzas del mercado vía ganancias y pérdidas. 
 
Pero, ¿Qué hay de los tenedores de bonos? ¿No están ellos asegurados contra las fuerzas del mercado que redistribuyen la riqueza de todos los demás? No. Lejos de ser una excepción a esta regla, es simplemente una cuestión de grado. Si la empresa va mal puede ocurrir que quiebre y los tenedores de bonos (que son acreedores) sean convertidos en accionistas, pues las acciones son la única forma de pagarles. Los cambios en la oferta o demanda de dinero (inflación) y las tasas de interés son fuerzas de mercado que afectan al bonista. Que sean relativamente menos afectados que los accionistas por cambios en el mercado, no implica que no sean afectados en absoluto. Y aun los bonos estatales, que no están sujetos a las fuerzas del mercado moviendo precios y costos, fueron y son víctimas de la inflación y la manipulación de las tasa de interés que el propio Estado causa (ni hablar de algún default). 
Conclusión

La distribución de la riqueza es 1) Endógena a los procesos (cambios) del mercado: No es una variable independiente, esta sujeta a las modificaciones del mismo y 2) Problemática: Depende de la anticipación del futuro incierto.
 
Cualquiera que crea que los ricos y sus herederos seguirán siendo siempre ricos supone que a) Tienen previsión perfecta, b) Un mundo inmóvil sin cambios y c) Aun si no se cumplieran a) y b), los bienes de capital son infinitamente "reconvertibles", no duraderos y se pueden combinar como sea. 

Si aceptamos la irrealidad de esos supuestos, entonces se deberá aceptar que la riqueza es un proceso dinámico y los esquemas redistribuidores arbitrarios fracasarán. La elección, en última instancia, entre los partidarios de que el Estado redistribuya o no, está basada en que tan irreal es la forma en que se ve el mundo.

Por último un par de ejemplos... 
 
- Mark Zuckerberg, a pesar de tener un buen pasado económico familiar como para mandarlo a Harvard, no era multimillonario. Solo lo logró gracias a su habilidad empresarial de poder anticipar que la gente masivamente desearía compartir información personal dentro de unos años. 

- Instagram se creo solo en 8 semanas con el creador estudiando programación en las noches luego del trabajo.

- La multinacional de alquiler de películas Blockbuster en su apogeo máximo tenia 9.000 tiendas en el mundo, pero eso no evito su caída.

- La empresa japonesa creadora de videojuegos Squaresoft comenzó precariamente haciendo juegos de carreras y aventuras mediocres que la pusieron al borde de la quiebra. En el último intento desesperado de salir a flote arriesgaron todo en un genero nuevo (RPG) y el nombre del juego (Final Fantasy) reflejaba que esta sería la "fantasía final" de la empresa antes de morir. El juego se vendió muy bien, y sus sucesivas sagas (en especial a partir de la séptima) se convirtieron en best sellers mundiales hasta transformar a Squaresoft en una empresa enorme durante los 90s. Pero así como los beneficios vienen de anticipar correctamente la futura demanda de los consumidores, las pérdidas por no hacerlo también afectan a las empresas grandes. A principios del Siglo XXI Squaresoft hizo la primera película con humanos fotorrealistas totalmente en computadora. En occidente fue un fracaso, con lo que, una vez más, la empresa estuvo cerca de quebrar y se fusionó con su competidor.

- Nintendo comenzó produciendo cartas, así es CARTAS. En una muy arriesgada recombinación de recursos por parte del gran Hiroshi Yamauchi, se dedicó de a poco a hacer lo que hoy todos sabemos que hace: videojuegos. El éxito de esta reconversión acabó convirtiéndolo en uno de los hombres más ricos de Japón. Hoy en día Nintendo esta realizando otra arriesgada apuesta empezando a dedicarse al sector salud.

 
 
 


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