domingo, 29 de marzo de 2015

Un “mercado Quicksilver”

Carlos Montero se hace eco del interesante documento publicado por el IEF en EEUU sobre la valoración actual del mercado y las potenciales correcciones. 

La semana pasada la Oficina de Investigación Financiera de EE.UU. (IEF) publicó un interesante documento titulado “mercado Quicksilver” en el que se afirmaba que el mercado de valores está peligrosamente caro, y que el exceso de apalancamiento exacerbará la siguiente corrección de las bolsas.
Ted Berg, analista de IEF, afirmaba en ese informe que “el momento en que se producirá una crisis en los mercados es difícil, si no es imposible, de anticipar, y mucho menos cuantificar. Un shock de mercado, por definición, es inesperado”.
Sin embargo Berg identificó varios indicadores que apuntan a una severa corrección en el futuro cercano. En vez de mirar la valoración de forma aislada, este analista y su equipo analizaron diversos factores tales como los beneficios empresariales y el apalancamiento, y encontraron un inquietante panorama.
Berg sostiene que el PER (precio/beneficios) no es un buen ratio para predecir las caídas de los mercados ya que suelen estar sesgados en época de bonanza. Otros indicadores como el ratio CAPE, el ratio Q, y el indicador de Buffet, muestran claras señales de advertencia.
El ratio CAPE es la relación entre el precio del S&P 500 y el promedio de los beneficios en los últimos 10 años. El ratio Q es el valor de mercado de las acciones de empresas no financieras dividido por el patrimonio neto. El indicador Buffet describe la relación del valor del mercado de capitales frente al PIB. Estos tres indicadores están claramente por encima de las medias históricas.
Conclusión: Las acciones están claramente sobrevaloradas y el crecimiento de los beneficios corporativos no es sostenible.


Como ejemplo, cuando el ratio CAPE es elevado, como en el momento actual, el retorno anual para los próximos 10 años es negativa. En este caso la media es de un rendimiento negativo del -1,1%.
Fuente gráficos: Office of Financial Research
Los niveles de deuda empresarial son extraordinariamente elevados. Se estima unos 7,4 billones de dólares. Berg añadía en el informe que “las ventas forzadas de acciones por parte de grandes inversores apalancados podría ser un catalizador que desencadenara una gran oleada de ventas”.
Respecto al apalancamiento corporativo, también muy elevado, los fondos obtenidos mediante endeudamiento se han utilizado en gran medida para la recompra de acciones, aumento de dividendos y fusiones y adquisiciones. Berg añade “una vez que el ciclo cambie de expansión a recesión, la acumulación de estos excesos del pasado dará lugar a impagos y pérdidas futuras”.
El documento finaliza señalando que no hay duda que habrá una importante corrección del mercado, y a causa del apalancamiento, del riesgo de precios y la interconexión entre los activos, existe un elevado riesgo potencial para la inestabilidad financiera.

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