Juan Carlos Bermejo analiza la cuestión de la prisión permanente revisable, y su intento de derogación por algunos partidos (será votado en Congreso) en contra de las familias afectadas y la mayoría de la población (según encuestas).
Artículo de Disidentia:
Un servidor ha recibido, supongo que, como más gente, una petición de ayuda de cinco familias rotas de dolor por el asesinato de sus hijos. Me estoy refiriendo a los familiares de Marta del Castillo, Mari Luz Cortés, Diana Quer, Candela y Amaia Oubel Viéitez y de Ruth y José Bretón Ortiz, solicitando mi modesta ayuda para impedir que el Congreso de los Diputados de España derogue la prisión permanente revisable.
Honestamente, en un primer momento pensé que esto sería una alocada idea de los pijo-progres que siempre han vivido entre algodones y que nunca han sufrido el acoso de delincuentes, violadores y asesinos en sus acomodadas vidas. La privación de libertad es un instrumento punitivo del que dispone el ordenamiento jurídico en democracia para proteger a la sociedad de individuos y asociaciones criminales que la dañen vulnerando las leyes, los derechos, la propiedad privada, la integridad física y el derecho a la vida para conseguir sus fines particulares.
Existen corrientes que pretenden hacer creer a la sociedad que la prisión es algo vejatorio para el individuo, que implica desigualdad, que lo estigmatiza y lo aísla, impidiendo toda posibilidad de reinserción. Este concepto resulta absurdo porque en ninguna de las situaciones en las que se comete un delito existe una justificación para llevarlo a cabo; menos aún los de extrema gravedad.
El origen no determina el futuro de las personas
He vivido en mis propias carnes la experiencia de estar rodeado de delincuencia, ya que nací y me crié en un barrio muy humilde de Madrid. Varios de mis compañeros de colegio eran toxicómanos; los vi morir de sobredosis tras delinquir para obtener la droga y deambular por diferentes comisarías de policía y centros penitenciarios. También pude ver a sus familias deshacerse entre la tristeza y la humillación. Sin embargo, muchos de los integrantes de aquel entorno supieron salir adelante con entereza, sin cometer delitos ni atentar contra la propiedad o la vida ajena. Y hoy son personas de notable éxito tanto familiar como profesional.
Cualquier Estado civilizado que se precie debe proteger a sus ciudadanos de aquellos individuos que comentan delitos de extrema gravedad, esos delitos que implican la eliminación deliberada de la vida humana, y una vez juzgados y condenados, no muestren el más mínimo signo de arrepentimiento, intención de reparar los daños ni de reinsentarse en una convivencia cívica con sus semejantes.
Una derogación todavía en trámite
Lamentablemente, estaba equivocado, ya que me informaron que el Congreso había aprobado la toma en consideración de la derogación de la Ley, y ahora se encuentra el asunto en manos de la Comisión de Justicia del Congreso para ser trasladada de nuevo al Congreso para proceder a su votación definitiva.
Existen varios estudios que señalan que más del 80% de los españoles son favorables a la prisión permanente revisable. Por otro lado, es una medida contemplada en el Estatuto de la Corte Penal Internacional, ratificado por España y además sujeta a derecho europeo, ya que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo considera que se trata de una pena ajustada al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.
Pero… un momento, si estas familias me dicen que fue aprobada en el Congreso la toma en consideración de la derogación ¿qué partidos han votado a favor? y más aún ¿qué votó y defendió mi partido, Ciudadanos? La toma en consideración salió adelante con los votos del PSOE, Podemos y nacionalistas. Me informan que Ciudadanos se abstuvo, y que la representante de Ciudadanos que defendió la ponencia se expresó en el hemiciclo con estas palabras: “La prisión permanente revisable es demagoga hasta en su denominación, pues le pusieron ese nombre para que sonará más amable que la clásica cadena perpetua, una medida que entra en contradicción con los valores que introduce la Carta Magna”.
Supongo que mi compañera de partido quería decir que, en su opinión, la prisión permanente es “demagógica”, ya que “demagoga” es un sustantivo y no un adjetivo, salvo que yo esté errado o los académicos hayan efectuado cambios en el diccionario del tipo miembro y “miembra” o estupideces similares con los que pasan el rato en lugar de defender con dignidad nuestro honorable idioma.
Mi respuesta a las familias afectadas
Esta es mi respuesta a estas familias: “La prisión permanente revisable no es demagoga. Es el castigo que la gran mayoría de los ciudadanos, incluidos los afiliados y votantes de mi partido, queremos que se imponga a aquellos que cometan delitos de excepcional gravedad. Los diputados que con su voto provoquen lo contrario, sufrirán las consecuencias de los que traicionan a su pueblo y soportarán durante el resto de sus vidas el peso en su conciencia de las almas arrancadas por los malvados a los que decidieron proteger”.
El 31 de enero, Ciudadanos presentó una enmienda a la totalidad sobre la proposición de derogación que parece ir en el sentido contrario, y pretende endurecer las penas en los delitos más graves, así como restringir la obtención de permisos penitenciarios o la concesión del tercer grado.
Confío y deseo, honestamente, que mi partido impida con sus votos la derogación de la prisión permanente revisable, a pesar de que no salga adelante la enmienda, y con ello correspondamos al fin por el que se ha creado este instrumento, que no es otro que el de proteger a la sociedad de sus enemigos más peligrosos.
PD: Hoy les dedico el tema “Owner of a Lonely Heart” del grupo Yes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario