Beatriz García muestra 10 sangrantes casos de familias arruinadas por los políticos (por el impuesto de Sucesiones) por aceptar una herencia.
Los mismos que dicen representarte, sensibilizarse por tus necesidades y por tu sufrimiento, trabajar a tu servicio, querer que seas económicamente independiente, protegerte del robo y demás charlatenería barata para justificar sus propios intereses (que por supuesto no son los mismos a los de los ciudadanos).
Artículo de Libre Mercado:
Algunos afectados | Fencis
Para los habitantes de regiones como Asturias, Andalucía y Aragón heredar el patrimonio de un familiar tras su fallecimiento les puede llevar a la bancarrota. El drama y la ruina económica es tal, que la Federación Nacional Contra el Impuesto de Sucesiones (Fencis) ha recogido algunos testimonios de afectados "por la canallesca aplicación" del Impuesto de Sucesiones y Plusvalías.
Con nombres y apellidos, muestran el drama de "honrados ciudadanos que aceptaron una herencia y vieron destrozadas sus vidas", aseguran en Fencis. Se trata de "la cruda realidad por la que pasan miles de familias trabajadoras de nuestro país arruinadas por la codicia desproporcionada de unos gobernantes que convierten su dolor en simple demagogia política. Unos gobernantes insensibles al sufrimiento de un pueblo al que dicen, falsamente, representar", explican. Estos son algunos de los casos más sangrantes.
1- Hermanos Pacheco: Francisco Pacheco Millán y sus tres hermanos perdieron el pequeño hotel que les dejó su padre en el centro de Jerez de la Frontera. El edificio que había dado trabajo a toda la familia, se adjudicó a una empresa por 185.000 euros tras salir dos veces a subasta y quedar la puja desierta. La operación resultó un fiasco porque el edificio tuvo que venderse por un precio ocho veces menor que lo que había valorado la Junta de Andalucía: 1.456.712 euros tras aplicar los coeficientes multiplicadores al valor catastral.
A pesar de perder su negocio, sobre la vivienda familiar de Francisco Pacheco y el local donde tiene su negocio, una asesoría laboral, sobrevuela la amenaza del embargo porque actualmente los tres hermanos todavía siguen debiendo 90.000 euros a la Junta de Andalucía.
2- Juan Antonio Reina: a este guardia civil de Dos Hermanas le han embargado sus dos cuentas corrientes hasta el 15 de enero de 2117 (sí, han leído bien). Como sobrino y único heredero de su tía Conchi, no tiene reducción fiscal en España.
3- Faviola Lara:cobra una pensión de viudedad de 395 euros y tiene una hija adolescente. Cuando su marido murió, les dejó tres fincas rústicas "de pocos metros" y la vivienda familiar donde tienen una tienda de desavío (su medio de vida) en una barriada marginal de Coria del Rio. Como no han podido pagar ni vender, los intereses de demora se han disparado y los 174.192 euros de cuota inicial se convirtieron siete años después, en más de 500.000 euros. Sólo la casa, que estaba hipotecada, fue valorada en 312.000 euros por los peritos de la Junta, "una locura en Coria" asegura Faviola.
4- Juan Miguel Ramos: el piso protegido en la Línea de la Concepción que heredó de la mujer que lo crió como su madre y a la que cuidó diez años cuando enfermó de Alzhéimer es el calvario este hombre. Todo ello porque su padre biológico falleció de un infarto en 1984 sin haber promovido la adopción y no puede beneficiarse de la exención para hijos adoptivos. A finales de 2014, cuando la Agencia Tributaria le impuso una liquidación del Impuesto de Sucesiones de cerca de 8.500 euros, tan sólo cobraba 269,25 euros de subsidio por desempleo. Lleva tres embargos.
5- Maribel Pires:dos generaciones de agricultores "trabajando de sol a sol" para tener una vivienda de autoconstruccion del año 1936, donde vive la afectada con su hijo de 6 años, y otra del año 1960, donde vive su madre con un hermano con discapacidad, junto con "un trozo de tierra de cultivo como medio de vida familiar". La Junta de Andalucía tiene embargados sus bienes y le pide 300.000 euros tras morir su padre.
6- Ana Rosario Arenas: esta sevillana pidió un crédito para pagar el Impuesto de Sucesiones por la casa que heredó de su tía y donde residía con ella desde el año 1991 hasta su muerte. Sobre la vivienda que heredó libre de cargas, pesa ahora una hipoteca avalada por su cuñada que terminará de pagar en el año 2028, cuando la afectada tenga 70 años.
Sin más ingresos que una ayuda de 426 euros al mes dirigida a parados de larga duración, a esta auxiliar de enfermería sin trabajo, en trámites de separación de su marido y con dos hijos adolescentes, le reclamaban 43.365 euros por esa casa y una hectárea de terreno agrícola. Valoraron los bienes en 186.000 euros. "Ahora, mi vida consiste en trabajar donde me sale para pagarle a la Junta de Andalucía y al banco", asegura.
7- Francisco:tras fallecer su tía, la madre de Francisco, único familiar directo, heredó su vivienda habitual, un local en un pueblo de Sevilla y la mitad de una parcela donde la familia solía pasar los días de descanso. El joven ni siquiera sabía de la existencia de un Impuesto de Sucesiones que penaliza la herencia entre hermanos. La Junta valora el patrimonio heredado en cerca de 600.000 euros, "pero está todo sobrevalorado porque difícilmente encuentro a alguien dispuesto a pagar ese dinero", asegura. En base a ese cálculo y con los intereses que ha ido acumulando, la deuda asciende ya a más de 200.000 euros, una suma astronómica para una familia que se mantiene gracias al trabajo del padre en un taller y al exiguo sueldo que cobra el hijo por su primer empleo. Si pudiera rebobinar, no duda en que "renunciaría a la herencia", pero ya es tarde.
8- Ana Pérez: esta mujer de 69 años ha heredado una casa de su hermana y un terreno anexo que la Junta de Andalucía valora en 634.000 euros. "Un valor desorbitado que no se ajusta ni de lejos al valor real de la finca", asegura. Una tasación encargada por la familia a la muerte de su hermana valoró la casa y el solar en 72.000 euros. "Yo les he dicho que ahí tienen la vivienda y el solar, que se lo repartan entre los dos, pero no los quieren porque no lo valen", asegura la afectada que cobra 605 euros al mes de pensión. Le piden 68.833 euros por Sucesiones.
9- José Lorente: este zaragozano de 63 años adquirió junto a su esposa su vivienda en el año 1978. Tras fallecer Carmen en 2016, él debe pagar por seguir viviendo en su propio piso en concepto de Sucesiones y Plusvalía 30.000 euros que ni tiene ni puede conseguir. Ha intentado pedir un crédito, pero los bancos no se lo conceden.
10- María de los Ángeles: su padre falleció en Agosto de 2016, y como el límite exento estaba en 175.000 euros, les salió a pagar 90.000 euros por una herencia valorada "por ellos" en 450.000 euros, "la cual esta totalmente alejada de la realidad". Como no tienen dinero para hacer frente a esos 90.000 euros, "dado que somos gente trabajadora, solicitamos el aplazamiento, que fue concedido, pero la cuota que nos sale a pagar todos los meses es elevadísima y a esto tenemos que añadir los intereses que nos aplican, con lo cual se nos hace cada vez más cuesta arriba", explica la afectada. Por ello, se ha visto obligada a abandonar su casa y ponerla en alquiler para poder ir sufragando los gastos. "Si se complica más la cosa tendré que vender mi casa. Este impuesto nos está quitando la vida", se lamenta.
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