martes, 4 de diciembre de 2012

Sobre la tontería económica de que le mercado promueve el egoísmo. (Política, Economía. 1054)


Carlos Rodríguez Braun comenta la acusación acerca de que el mercado promueve el egoísmo:

"Clases, capitalismo y egoísmo
Juan José Tamayo aplaudió al filósofo Carlos Paris porque éste se opone al egoísmo, y esa benévola actitud
le lleva a concluir la inferioridad del capitalismo y de todas las sociedades basadas en la división de clases y guiadas por el egoísmo individual o grupal.
El mercado no promueve el egoísmo. Así define el egoísmo el DRAE: "Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás". En el mercado, incurrir en ese defecto tiene graves consecuencias. El capitalismo consiste en prestar atención a los demás, porque en el mercado nadie está obligado a comprar lo que ofrecen los capitalistas, que deberán persuadir a los demás de que les conviene contratarlos o adquirir sus bienes o servicios.
El capitalismo, por tanto, no solo no está basado en la división en clases y el egoísmo individual o grupal, sino que esa división y ese egoísmo están contraindicados. Cualquier persona o grupo que quiera separarse de o ignorar a los demás se ve perjudicado. Cualquier individuo o grupo que promueva su propio interés a costa del prójimo es automáticamente castigado por él, que, como tiene libertad, elegirá a otros individuos u otros grupos para comprar o vender lo que desea.
Por lo tanto, recurrir a la atención al prójimo para demostrar la inferioridad del capitalismo es un disparate.
Ahora bien, existe un sistema que sí lleva a la división en clases, y que sí promueve el egoísmo individual o grupal. Ese sistema es el contrario a la economía libre. Se trata del socialismo, el sistema opuesto al capitalismo y al mercado. Si no hay capitalismo y no hay mercado, entonces sí puede sostenerse que la sociedad se basa en la división de clases. Al no haber mercado, los ciudadanos no deciden libremente su trabajo, sus compras y sus ventas: es el poder el que decide por ellos. En ese caso cada individuo o grupo deja de estar interesado en atender a los demás: sólo procura atender al poder, para promover su propio interés a expensas de los demás, obligándolos a comprar, a vender, a pagar, etc. Es un mundo realmente clasista, realmente egoísta. Sin embargo, algunos autodenominados progresistas deberán concluir que, paradójicamente, es un sistema superior."
Fuente: Libre Mercado

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