Un buen artículo que contesta a la petición de Warren Buffet (y de otros) de incrementar los impuestos al capital y dividendos, demostrando la falacia de que es más justo o que pagan menos que otras personas:
"Warren Buffett, en un artículo publicado en el New York Times, renovó su llamado a un impuesto mínimo de 30% sobre el ingreso de los ricos para evitar que estos se aprovechen de tasas tributarias a favor de las ganancias por dividendos y capitales, o que busquen otro tipo de refugios tributarios. Él parece no estar al tanto de que nuestras leyes tributarias distorsionan la definición de “ingreso” hasta llegar a algo totalmente distinto a lo que se considera como ingreso en una clase de introducción a la economía. Si remueve esa distorsión, gran parte de la aparente bonanza tributaria de los ricos desaparece.
Los libros de texto de economía básica dicen que el ingreso es la adición de valor —la diferencia entre el valor de la producción y los insumos requeridos para lograrla. Los retornos sobre el trabajo se conocen como salarios y sueldos, los retornos sobre la tierra son rentas, y los retornos sobre el capital son las utilidades. Todo verdadero ingreso pertenece a estas tres categorías.
Algunos ítems comúnmente denominados como ingreso en realidad son transferencias según lo que se enseña en la introducción a la economía, ya que no agregan valor alguno. La pensión alimenticia pagada a un ex-esposo o ex-esposa podría parecer como un ingreso para el beneficiario, pero en realidad es simplemente una transferencia. Lo mismo ocurre con la mensualidad que reciben los niños y con los pagos por prestaciones sociales y los subsidios a las empresas. De igual forma lo son los dividendos.
Cuando una corporación obtiene ganancias, estas representan un valor agregado y constituyen un ingreso sobre el cual la corporación paga impuestos. Pero cuando una corporación distribuye parte de sus utilidades después de pagar impuestos a sus accionistas, esto es una transferencia. Cuando Warren Buffett ve millones fluyendo a sus cuentas bancarias por dividendos, él (y el recaudador de impuestos) podrán considerarlos ingreso, pero en la economía básica estos son simplemente transferidos.
¿Está diciendo, dirán los críticos, que un multimillonario viviendo solamente con millones provenientes de dividendos no tiene ingreso alguno? No. El multimillonario es parcialmente dueño de empresas que generan utilidades y su verdadero ingreso es su porción de esas utilidades. El recaudador de impuestos denomina esto como ingreso corporativo, no como ingreso individual, pero debemos ver por detrás del velo corporativo. Las corporacionesson simplemente grupos de individuos e instituciones, como fondos de pensiones, que representan a individuos. Los principios básicos de economía nos dicen que el verdadero ingreso de nuestro multimillonario no son los dividendos que él recibe sino su porción de las utilidades corporativas.
Visto desde esta perspectiva, el verdadero ingreso de Buffet y los verdaderos impuestos pagados por él son mucho más altos que lo que aparece en su declaración de impuestos. Su ingreso verdadero incluye su porción proporcional de las utilidades corporativas, no de los dividendos. Sus verdaderos pagos de impuestos incluyen una porción proporcional del impuesto corporativo pagado por las empresas en las cuales él tiene acciones.
Tributar las transferencias (como los dividendos) es doble tributación. El Servicios de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) primero tributa las utilidades generadas por una corporación, y luego tributa nuevamente la proporción de esas utilidades que son distribuidas como dividendos. Preguntar si una tasa tributaria justa sobre los dividendos es 15 por ciento o 30 por ciento ignora que cualquier tributación doble, en general, es injusta. En principio, tributar los dividendos equivale a tributar la mensualidad que usted le da a sus hijos, que también es una transferencia.
Las ganancias de capitales no constituyen un ingreso, al menos como se lo define en los principios básicos de economía. Aún así el IRS le cobrará impuestos a pesar de esto cada que una acción haya sido vendida a un precio más alto del que fue comprada. Alguien que no altera su portafolio puede registrar ganancias inmensas y aún así no ser tributado: El IRS cobra el impuesto solamente cuando usted altera su portafolio.
Considere que realizar cambios en los portafolios es un acto de diligencia y prudencia y esto, seguramente, debería ser alentado en lugar de tributado. Los administradores de fondos son pagados generosamente para realizar cambios en los portafolios y tratar de maximizar las ganancias para sus clientes. Un administrador de fondos que no altera su portafolio será despedido por una gran negligencia de su responsabilidad fiduciaria. Aún así cuando un individuo realiza cambios en su portafolio, el IRS, lejos de aplaudir la diligencia del individuo, le cobra un impuesto por hacerlo.
Los apologistas del impuesto sobre las ganancias de capitales dicen que cuando un activo es vendido, la ganancia de capital es convertida en efectivo y puede ser vista como un flujo de ingreso. Pero no hay efectivo neto involucrado si el ingreso de la venta es re-invertido en activos frescos, aún así el IRS insistirá en cobrar un impuesto. Claramente, el impuesto no se refiere a efectivo libre sino a cambios en los portafolios.
Warren Buffett necesita re-evaluar su ingreso y sus impuestos considerando los principios básicos de economía. Descubrirá que está pagando impuestos sobre transferencias y cambios en portafolios que en realidad no son parte de su ingreso. Si remueve estas distorsiones verá que su tasa tributaria seguramente es más alta que la de su secretaria.
Este artículo fue publicado originalmente en Forbes (EE.UU.) el 2 de diciembre de 2012.
por Swaminathan S. Anklesaria Aiyar
Swaminathan S. Anklesaria Aiyar es Académico Titular de Investigaciones del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute."
Fuente: El Cato
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