miércoles, 6 de abril de 2016

La semiesclavitud del ciudadano ante el Estado

Otro buen ejemplo del expolio al que es sometido el ciudadano por parte del Estado. Y no estamos hablando de un sueldo elevado, sino de lo que cobra un mileurista. 


Y es que cada mes tras el pago de diferentes impuestos (básicamente IRPF, IVA y tasas, no incluyendo los impuestos al capital (los ahorros de lo que te queda tras pagar los impuestos y no consumir), te quedan 860 € (de 1726€ que recibe realmente un "mileurista". Es decir, cada mes, el Estado, o el Gobierno a través de las herramientas del Estado, le quita a un ciudadano modesto el 50% de lo que gana con tantas horas de trabajo. Y estamos hablando efectivamente de un mileurista con una tasa del IRPF del 13%, no digamos en escalas mayores. 



Pero la idea que nos quieren hacer creer el político (no los datos) es que se pagan pocos impuestos en España. Que hay que subirlos mucho más.  Por supuesto siempre te lo venden con que hay que subirlos a los ricos para que todos apoyemos sumisamente (pues nadie se considera nunca rico, por lo que a mí que si se lo suben al vecino). La realidad es bien distinta (pues los números no salen ni remotamente de ninguna manera, y las subidas de impuestos se producen a todos, también los menos pudientes), como bien se ejemplifica con el ejemplo dado. 

Y no solo eso, sino que además de los brutales impuestos que te quitan, cometen déficits milmillonarios año tras año (cerca de 50.000 millones solo el último año, y ha sido el menor en más de un lustro), lo que implican mayores subidas futuras. 
Pero el problema nunca está en el gasto público. Ellos siempre gastan poco y tu ganas mucho y pagas poco. 

El burócrata no es otra cosa que una sanguijuela que engorda a tu costa sin parar mientras te vacía por dentro. Para él nunca es suficiente. Siempre es poco, y cuanto más tiene más quiere. Cuantos más ingresos obtenga más multiplicará sus gastos, por supuesto por encima de los ingresos fiscales (cuestión de incentivo político, del burócrata y de la obtención y mantenimiento del poder comprando y dando más y más apoyos en los distintos grupos de poder que le rodean y exigen). 

Y es que ante la existencia de infiernos fiscales como el de España, es fácil entender por qué existe economía sumergida, refugios fiscales y afortunadamente por qué existe competencia fiscal. De lo contrario la semiesclavitud sería esclavitud total sin límites ni cortapisas a los Estados megalómanos para que hicieran con nosotros lo que quisieran con un monopolio fiscal del que no hay salida, cual dictadura (pues no hay que olvidar que el Estado se arroga a su vez el monopolio de la coacción y de la violencia (no hay resistencia ni pretenden que haya escapatoria posible, pues se legitima solo a sí mismo el uso de la fuerza ante los ciudadanos).  

Pero sigamos que siga creciendo el "Leviatán"...


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