Juan Ramón Rallo refuta nuevamente la réplica de Carmona, mostrando nuevamente el error argumental de Carmona, cuyos erróneos argumentos vuelven a chocarse con la realidad de los números y la evidencia, mostrando nuevamente el objetivo de estos argumentos erróneos y la conclusión al respecto.
Artículo de El Confidencial:
Protestas de pensionistas en Alicante. (EFE)
Antonio Miguel Carmona, concejal socialista al Ayuntamiento de Madrid, ha respondido, con más amabilidad que acierto, a mi último artículo, en el que justamente cuestionaba su argumento de que la Seguridad Social hubiese entrado en crisis como consecuencia de las bonificaciones empresariales aprobadas por el Gobierno del PP. Añade ahora que no solo las bonificaciones empresariales del PP han sido culpables, sino también la caída de los salarios y la destrucción de empleo derivadas de las malas políticas del PP. Permítanme aprovechar estas líneas para responder a sus argumentos:
1. Las pensiones están en crisis por la falta de inversión en I+D
Carmona afirma que una parte del agujero de las pensiones se debe al estancamiento salarial, el cual se debe a su vez al insuficiente incremento de la productividad que, en última instancia, trae causa a los recortes en el gasto público en I+D que ha ido aprobando el Ejecutivo del PP.
El argumento no es totalmente incorrecto: es verdad que una parte importante del deterioro de la salud financiera de nuestra Seguridad Social se debe al estancamiento de nuestra productividad. El problema está cuando pasamos del razonamiento estrictamente económico a la consigna de la propaganda política: “Vamos a ver cómo retorcemos los datos para echarle la culpa a Rajoy y anotarle un tanto al PSOE, que de lo que se trata es de ganar las elecciones”. La productividad lleva estancada en España desde mediados de los noventa, no desde el año 2012.
El propio Carmona me remite, para constatarlo, a la estadística de la productividad total de los factores. Pero si hubiera consultado esta estadística, sabría que el periodo de mayor estancamiento de la misma coincidió con los gobiernos de Aznar y de Zapatero. De hecho, con Rajoy, la productividad total de los factores ha vuelto a coger algo de vuelo: ¿gracias a Rajoy? Por supuesto que no, pero al menos no falsifiquemos los datos para construir narrativas electoralistas.
2. Las pensiones están en crisis por la reforma laboral
El segundo argumento de Carmona es que la crisis de las pensiones se debe a la deflación salarial propiciada por la reforma laboral. El razonamiento es, por un lado, problemático y, por otro, absolutamente incorrecto. ¿En qué sentido es problemático? Es verdad que la reforma laboral ha propiciado una deflación salarial para los nuevos entrantes en el mercado de trabajo, pero esa cierta deflación salarial también ha acelerado la creación de empleo: por consiguiente, el saldo sobre las rentas salariales agregadas es cuando menos incierto (si hoy tuviéramos menos empleo pero mayores salarios medios, ¿contaríamos con más salarios agregados o con menos?). De hecho, en términos corrientes, las rentas salariales agregadas de 2017 fueron las más elevadas desde 2008.
¿En qué sentido el argumento es totalmente incorrecto? La crisis de sostenibilidad del sistema de pensiones no se debe al actual déficit de la Seguridad Social, sino al déficit al que nos veremos abocados si suprimimos la reforma-recorte de 2011 (aprobada por el PSOE) y la reforma-recorte de 2013 (aprobada por el PP). Carmona y el resto del PSOE son partidarios de derogar la reforma-recorte del PP (si bien no proponen la derogación de la reforma-recorte del PSOE), pero no explican cómo pretenden cubrir el gigantesco agujero que con ello generarían (un sobregasto medio de 3,1 puntos del PIB por año). ¿Simplemente con mayores salarios?
Fuente: La salud financiera del sistema público de pensiones español. Análisis retrospectivo, proyecciones de largo plazo y factores de riesgo (Fedea).
Echemos unas sencillas cuentas: la recaudación total por cotizaciones sociales del conjunto de fondos de la Seguridad Social ascendió en 2017 a 132.134 millones de euros sobre una masa salarial de 550.272 (el tipo efectivo de las cotizaciones sociales fue del 24%). Si elimináramos la reforma del PP (propuesta del PSOE), el agujero medio de la Seguridad Social se iría a casi cinco puntos del PIB: redondeemos en los 50.000 millones de euros actuales. Para eliminar el déficit estructural, pues, necesitaríamos que la recaudación por cotizaciones sociales se incrementara a día de hoy desde 132.134 millones de euros a 182.134 millones: la única forma de lograrlo por la vía salarial sería aumentando las remuneraciones salariales medias en casi un 40% (o, alternativamente, subiendo el tipo efectivo de las cotizaciones sociales en un 40%). ¿De verdad está sosteniendo Carmona que, sin la reforma laboral del PP, nuestros salarios medios serían un 40% superiores (con el mismo nivel de empleo actual)? No puedo imaginarme que un profesor de Economía asevere tal cosa.
3. Las pensiones están en crisis por las bonificaciones empresariales
Llegamos finalmente al argumento principal blandido por Carmona: las pensiones están en crisis debido a que la recaudación por cotizaciones empresariales ha caído como consecuencia de las bonificaciones del Gobierno del PP. La verdad es que no tengo mucho más que añadir a lo que ya expliqué en mi anterior artículo (en esencia, porque Carmona tampoco me contradice): la recaudación por cotizaciones empresariales, tanto del conjunto de fondos de la Seguridad Social como del sistema de Seguridad Social, está en máximos históricos. Por tanto, el agujero actual de la Seguridad Social no puede deberse a la caída de recaudación de las cotizaciones empresariales cuando estas se hallan en máximos históricos.
A decir verdad, empero, Carmona trata de salvar su argumento diciendo que las cotizaciones medias de los empresarios dentro del régimen general comenzaron a caer a partir de 2011. Dado que no aporta ningún dato para demostrarlo (aun cuando él no se priva de acusarme a mí de falta de datos), permítanme que los proporcione yo (pueden calcularlo ustedes mismos: en este enlace encontrarán los afiliados medios al régimen general por año y en este otro los ingresos agregados por cotizaciones empresariales). 'Voilá': resulta que las cotizaciones medias de los empleadores han subido ininterrumpidamente desde el año 2011 (con la única excepción del año 2015).
Conclusión
Tres argumentos, tres errores. ¿Qué tienen en común todos ellos? Dos elementos: el primero es la imperiosa necesidad de, cuasi por dogma ideológico, negar los enormes problemas de sostenibilidad de las pensiones públicas, aun a costa de tener que obviar la realidad. El segundo es el sesgo discursivo de endosarle, por mera conveniencia electoral, todas las culpas del déficit presente y futuro al adversario político. En suma: instrumentar la jubilación de los españoles en interés político propio en abierto desprecio de aquellos datos que deberían encender todas las señales de alarma.
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