domingo, 19 de mayo de 2019

Isa Serra y Podemos piden que no se acepten los 310 millones que Amancio Ortega da para luchar contra el cáncer

Es de lógica. Todo su discurso se basa en la envidia, en el victimismo, y en el odio al que tiene algo, que tratan de hacer ver de culpable de que tú tengas menos que ellos. Y el fin es que se les otorgue TODO el poder y los recursos haciéndote dependiente de ellos, súbditos sin los cuales no puedes vivir, y que les debes agradecer hasta la existencia y por las migajas que te dan.


Amancio es la competencia (solo que no te cuesta dinero, no como lo que te da el Estado, que te lo quita previamente en mayor cantidad y desviando un importante porcentaje a pagar sus nóminas, las de sus allegados, sus gastos, la compra de votos, el despilfarro improductivo, la corrupción...)

La donación, la solidaridad del sector civil o privado y el altruismo deben condenarla y eliminarla, porque es el vivo ejemplo de que la ayuda al necesitado no es un monopolio del Estado, es la evidencia de la trampa propagandística del político estatista y socialista. Es la evidencia de que el burócrata no es necesario a la sociedad civil, y de que tal donación va íntegra al necesitado, no robado a la fuerza a terceros a los que empobrece para que sea visto como un acto de solidaridad del político (que no es tal, pues no es su dinero, sino el de terceros y solo se ve la ayuda directa, no la pobreza indirecta que causa, la violencia que se emplea en ello, el conflicto social que se genera, el dinero que no llega y que habría sido empleado en mayor medida...). Así, el objetivo último es la estatalización absoluta de la solidaridad, con todo lo que ello supone (desviación de dinero, politización, compra de votos, instrumentalización política, subidas de impuestos, sustitución de la voluntariedad por la coacción y el uso de la fuerza, arbitrariedad en la elección en lugar de libertad de elección de las personas, abandono de la solidaridad social entre las personas "pues ya se ocupa de ello el Estado", aumento del conflicto social, lobbies y grupos de interés varios por hacerse con el favor político y subvenciones, aumento del populismo y la demagogia, abandono de la responsabilidad individual, aumento de la pobreza inherente y subsidio de la misma...).

Es la evidencia que desmonta su discurso de demonización y deshumanización del "rico" que sustenta todo su política discursiva e ideológica, con la que tratan de ganar adeptos ensalzando la envidia y el odio.

Es en definitiva la evidencia de su estafa intelectual, la apelación a los sentimientos e instintos más bajos para ganar (y engañar) a la gente y la instrumentalización que hacen de los necesitados para justificar el robo creciente a la sociedad, el apoderamiento de todos sus recursos y bienes, la creciente intromisión en todas las áreas de la vida (también la privada) decidiendo e imponiendo qué puede hacer y qué no cada uno, con quién y de qué manera, y la evidencia de su pretensión de obtener el monopolio del poder en todos los ámbitos, con las promesas de paraísos terrenales y presentándose como el mesías o salvador indispensable en nuestras vidas (para ello su necesidad de hacernos crecientemente dependientes del poder político, sin posibilidad de escapatoria o de hacernos valer por nosotros mismos).

Por supuesto, allá donde esto ha ido a más o se ha perseguido o se han cortado los límites y contrapesos al poder político persiguiéndose estas metas y siguiendo dichas ideas, el resultado ha sido SIEMPRE el mismo. Y ha sido de todo menos bueno y humano, y especialmente para los más necesitados.

Y es que la inmoralidad llega a tal punto de someter o llevar a la muerte a gente, necesitados y enfermos con tal de primar su objetivo ideológico, al rechazar la ayuda voluntaria de la sociedad civil.

Por poner un ejemplo, los 310 millones de euros que rechaza y critica Isa Serra (candidata de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid) y defendida en los mismos términos por Pablo Iglesias , que ha asegurado que "una democracia digna no acepta limosnas de multimillonarios". 

Y es que hay que ser sectario, inhumano e indecente. E hipócrita y falso, viéndose el plumero (una vez más) de este gente que se le llena la boca con la solidaridad, pero cuando alguien hace algo solidario de verdad (con su dinero y no con el arrebatado a la fuerza al contribuyente, que es muy fácil) se llenan de ira. Como falso es preocuparse de que dicho dinero no pase por sus manos (políticos), mostrando su verdadera avaricia (la avaricia es el deseo del dinero o bien ajeno) mientras supuestamente tildan de ávaro al que no pide lo ajeno, sino defender simplemente lo suyo de ladrones de guante blanco como estos propios políticos. Mientras por supuesto no dicen ni "mu" por la pésima gestión pública de los recursos, cuando el gobierno socialista andaluz (si no hubieran sido ellos, se hubiera tratado el tema en los medios a diario cinco meses seguidos) perdió sin dejar rastro parte de los equipos donados en 2018. 

La manipulación es otra constante en la extrema izquierda, porque cientos de millones de euros no tienen nada de limosna. Las donaciones que quieren impedir Iglesias y la extrema izquierda permiten triplicar los equipos de radioterapias avanzada, permitiendo que se beneficien de ellos 100.000 personas. A su vez, permiten reducir los tratamientos de 35 días a 5, permitiendo que dichos tratamientos alcancen ya los 70 hospitales, todo con datos  la Sociedad Española de Oncología Radioterápica. 

Es decir, los prejuicios ideológicos de la extrema izquierda son preferibles a la vida de la gente, que es secundaria, pues lo único que les importa es instrumentalizarla en beneficio propio, que es el centro de su discurso. Por ello, luego pasa lo que pasa cuando se llevan a cabo y se hace caso a sus prejuicios e ideología allá donde se aplica.

La blasfemia e inmoralidad llega a tal punto que personas, como la propia Isa Serra, que no ha trabajado en su vida, ni contribuido un euro en impuestos como IRPF, como indica su propio currículo, hasta llegar a la política (con la que vive del contribuyente, es decir de la riqueza generada por otros) se atreve a dar lecciones morales a personas como Amancio Ortega. De hecho, la misma no es que haya generado riqueza, es que la ha destruido, como fue documentado por vídeo al boicotear con otros comunistas, cajeros automáticos en Madrid, echando silicona en las ranuras de las tarjetas de crédito, pintando paredes de edificios o volcando contenedores. 
Pero sin aportar nada a la sociedad ni crear un solo puesto de trabajo, critica (junto con el Partido) a una persona que no solo dona filantrópicamente y sin llevarse nada a cambio cientos de millones de euros, sino que además paga miles de millones de euros en impuestos (solo el Impuesto de Sociedades de Inditex fue en 2018 de 1.692 millones de euros, más del 2% del total recaudado por dicho impuesto en toda España), mientras que a nivel global aportó impuestos por importe de 6.166 millones en impuestos de sociedades, de IRPF, sobre la propiedad o ambientales. 
Y por supuesto, habría que sumar las millonarias sumas indirectas provenientes del pago de cotizaciones sociales que hace la empresa en nombre de sus trabajadores, del IVA que es pagado con sus salarios...
Y es que, Inditex tiene una plantilla de más de 174.000 empleos en todo el mundo, mientras que en España a cierre del 2018 daba trabajo directo a 47.930 personas, generando además trabajo para mujeres en tres de cada cuatro puestos (todo lo contrario que provocan las trabas burocráticas, impositivias y regulatorias en ámbitos como el laboral que defienden y alientan estos políticos que solo saben vivir de su discurso populista y de extraer rentas a la fuerza a los ciudadanos) y paga más a las mujeres que a los hombres (brecha salarial del 0,8% a favor de las mujeres). Y por supuesto, a toda esta creación de empleo directo de Inditex, hay que sumar el trabajo indirecto que crea a través de proveedores...que es ingente también.

Y no solo esto, ya que además del salario de los trabajadores, Inditex reparte voluntariamente parte de sus beneficios entre los trabajadores (en concreto reparte el 10% del incremento del beneficio que tenga la empresa -más 25 millones añadidos voluntariamente por la propia empresa-, que supuso un total de 32 millones de euros a repartir. En total ha repartido 153 millones en los cuatro años en vigor del programa).

Y todo ello, por supuesto, sin considerar la enorme creación de valor social que lleva a cabo y de necesidades que satisface al ofrecer ropa con la mejor relación calidad-precio, y que se evidencia en la enorme demanda y éxito de su marca, siendo uno de los mayores responsables de que la gente pueda disponer cada vez de ropa más barata y de mejor calidad reduciendo la cesta de la compra y permitiendo que las familias puedan dedicar sus recursos a comprar adicionalmente otros bienes.





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