Elentir analiza el último ataque del feminismo radical (de tinte marxista, dominante hoy) al anuncia de El Corte Inglés al celebrar el Día de la Madre.
Por supuesto, no se ha tardado un ápice en expedientarse por parte de la Generalitat Valenciana al Corte Inglés por su publicidad del Día de la Madre (se enfrentan a una sanción de entre 3.000 y 15.000 euros)...
Otra muestra de la Dictadura de Género...
Por supuesto, no se ha tardado un ápice en expedientarse por parte de la Generalitat Valenciana al Corte Inglés por su publicidad del Día de la Madre (se enfrentan a una sanción de entre 3.000 y 15.000 euros)...
Otra muestra de la Dictadura de Género...
Artículo de Contando Estrelas:
En España se celebra el Día de la Madre el primer domingo de mayo. Por ello, El Corte Inglés ha lanzado una campaña que ha recibido un montón de absurdas críticas desde el feminismo progre.
Empecemos por la campaña. Se hizo eco de ella Marketing News hace unos días, mostrando estos dos carteles (pulsa sobre cada uno para verlos ampliados):
La campaña también incluye este anuncio:
Sinceramente, no entiendo qué problema hay en que una campaña publicitaria elogie la entrega, la generosidad, el compromiso y la paciencia de la mayoría de las madres. ¿Cuántos izquierdistas habrían puesto objeciones si una campaña publicitaria elogiase esas mismas virtudes en el caso de los padres? Yo, como muchos otros seres humanos, he tenido la oportunidad de conocer esas virtudes tanto de mi madre como de mi padre. ¿Será que el modelo ideal de la izquierda son las madres egoístas, quejicas, despreocupadas e impacientes?
Las absurdas críticas de la ultraizquierda a la campaña de El Corte Inglés
Eso es lo que cabe deducir de las críticas recibidas por esta campaña. Anteayer, los comunistas de Izquierda Unida acusaban a ECI de promover “un modelo de mujer sumisa y esclava de su familia”, y aseguraban que los anuncios que acabamos de ver les dan “patriarcadas”. Es decir, que los partidarios de una ideología totalitaria como la comunista ven sumisión y esclavitud en una campaña tan inocua como la de ECI, pero no en dictaduras como Cuba en Venezuela.
En la misma línea, el digital ultraizquierdista Público tildaba la campaña de “100% machista, 100% patriarcal”. Nunca le he leído decir tal cosa sobre la República Islámica de Irán, tal vez porque la directora de ese diario ha participado como tertuliana en el programa de Pablo Iglesias en el canal iraní HispanTV, canal al que Público defendió cuando se cancelaron sus emisiones en TDT en España al estar vinculado a un dirigente iraní implicado en violaciones de derechos humanos.
En otro digital de extrema izquierda, el de Ignacio Escolar, la feminista radical que firma como “Barbijaputa” se ofendía por el anuncio y se preguntaba: “¿Se imaginan un anuncio así para el Día del Padre?” ¡Pues claro! Hay que recordar que esa tal “Barbijaputa” se columpió hace unos años publicando tuiteos antisemitas e incluso pilló un cabreo contra un cómic que criticaba a Corea del Norte, tachándolo de “mierda anticomunista”. A lo mejor lo que le molesta a esta mujer es que El Corte Inglés sean un centro comercial y no un Gulag…
El comunismo contra la maternidad: casi un siglo de disparates
Lo que se esconde detrás de esas exageradas críticas es algo más que mero postureo. El comunismo tiene un largo historial de desprecios hacia la maternidad y hacia la familia. Recordemos que la dirigente comunista soviética Alexandra Kollontai preconizó la sustitución de la familia por el Estado y la eliminación de los lazos maternofiliales: “La madre-trabajadora debe aprender a no diferenciar entre los tuyos y míos; debe recordar que sólo hay nuestros niños, los niños de la Rusia de los trabajadores comunistas”, escribió en su obra “Comunismo y familia” (1920).
Otra comunista mitificada por el feminismo progre, Simone de Beauvoir, despreció abiertamente la maternidad, presentándola como un sufrimiento. En su libro “El segundo sexo” (1949) escribió: “engendrar, amamantar, no constituyen actividades, son funciones naturales; ningún proyecto les afecta; por eso la mujer no encuentra en ello el motivo de una altiva afirmación de su existencia; sufre pasivamente su destino biológico”. Es más: demonizó el embarazo, tachándolo de “un drama que se representa en el interior de la mujer; ella lo percibe a la vez como un enriquecimiento y una mutilación; el feto es una parte de su cuerpo y es también un parásito que la explota”.
Otra autora comunista que tuvo una notable influencia en el desarrollo del feminismo izquierdista fue Shulamith Firestone (1944-2012), que calificó la maternidad como una forma de opresión: “el núcleo de la opresión femenina hay que buscarlo en sus funciones procreadoras y de crianza”, escribió en su libro “La dialéctica del sexo” (1970). Ella misma propuso un remedio para acabar con esa “opresión”: “La liberación de las mujeres de la tiranía de su biología reproductiva por todos los medios disponibles”, incluido el aborto, es decir, conseguir que una madre esté dispuesta a liquidar a su hijo por nacer. Sin duda, una de las formas más retorcidas de perversión moral que existen hoy.
La influencia de esas tesis marxistas en la izquierda actual
Ese auténtico odio ideológico a la maternidad ha influido a gran parte de la izquierda actual. Recordemos que en 2011, en el Parlamento de Galicia, el PSOE llegó a sugerir que tener hijos era cosa de ultraderechistas a fin de rechazar las ayudas a madres embarazadas que no desean abortar. En los años siguientes, la izquierda ha hecho todo lo posible por negar cualquier ayuda a las madres embarazadas sin recursos que desean tener a sus hijos: sólo contemplan ayudas para que aborten. En 2016, el PSOE llegó a tachar de “neoconservadurismo” una ley balear para proteger a las madres embarazadas de toda discriminación laboral. Por eso a muchos izquierdistas les provocan arcadas unos simples anuncios que elogian a las madres.
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