domingo, 24 de enero de 2016

Desigualdad

Juan Manuel López-Zafra analiza la cuestión de la desigualdad, que se ha visto incrementada a raíz de las políticas de intervención pública en sus distintas formas (aumento de la deuda pública a niveles récord, expansión monetaria con emisión record de dinero, aumento del gasto público, intervención de tipos al 0%...).

Pero los mismos que se quejan de la desigualdad son precisamente los que exigen más de todo esto (con las consabidas repercusiones)...


Artículo de El Confidencial: 
Foto: Fotografía de una calle en el barrio marginal de La María, en Cartagena (Colombia). (EFE)Fotografía de una calle en el barrio marginal de La María, en Cartagena (Colombia). (EFE)
"La igualdad ante la ley y la igualdad material son no solo diferentes, sino que están en conflicto entre sí; y podemos lograr una u otra, pero no ambas al mismo tiempo". F. Hayek

Hace ya más de un año del gran éxito de Thomas Piketty, 'El capital en el siglo XXI', el voluminoso tratado que de forma irrefutable (sic) volvía a poner de manifiesto lo terrible de la desigualdad que el capitalismo desaforado ha provocado en las sociedades allí donde se ha instaurado, que son, porque así lo han querido sus ciudadanos, la mayoría de los países desarrollados. En ninguno los votantes han optado por fórmulas que supongan la socialización de los medios de producción, como algunos de nuestros representantes pretenden, aunque en sus declaraciones parezcan apostar por el modelo nórdico -pasado por Sabaneta.
La pobreza está en franco retroceso en todo el mundo gracias (entre otros factores) a la denostada globalización, que permite a los productores de los países más desfavorecidos especializarse y vender sus bienes y servicios, con costes de transportes y trabas aduaneras cada vez menores, a sus adinerados clientes occidentales, dejando sin argumentos a los colectivistas. De acuerdo con el Banco Mundial, la población que malvive con menos de 1,90 dólares diarios (en paridad de poder adquisitivo de 2011) ha pasado de casi 2.000 millones de personas en 1990 a 902 en 2012; esto supone pasar de más de una de cada tres personas a una de cada ocho. Si bajamos el umbral a 1,25 dólares y empleamos como paridad de poder adquisitivo la del dólar de 2005, las cifras son igualmente significativas: en 1990 había 1.925 millones de personas (el 43% de la población) mientras que en 2011 la cifra era de 1.011 millones (el 17%). No cabe duda de que sigue tratándose de cifras terribles, pero tampoco cabe ninguna de que la reducción es espectacular.
Dado que la pobreza ya no es argumento, se hace necesario introducir uno nuevo para demostrar (sic) lo terrible del capitalismo y la grandeza de la intervención pública en la economía. La actividad económica en las economías desarrolladas crece a ritmos cercanos al 2%, aunque el último dato de la eurozona ofrecía un magro crecimiento anualizado del 1,6%. Si bien el pleno empleo oficial roza las economías más desarrolladas, como EEUU, Alemania o Japón, en la eurozona la tasa de paro alcanza al 10,5% de la población activa, con casi 17 millones de desempleados (de los que España aporta cerca de la cuarta parte). Todo esto nos permite comprobar que efectivamente la crisis está lejos de ser superada y que, aunque en proceso, en absoluto alcanza a todos por igual.
La desigualdad de ingresos es un hecho. Como muestra la siguiente figura, en EEUU la diferencia salarial entre los que menos cobran y los que más se ha incrementado.
Cambio porcentual en salarios reales (2003-2013) en percentiles seleccionados. (Fuente: US Bureau of Labor Statistics, sep. 2015)
Cambio porcentual en salarios reales (2003-2013) en percentiles seleccionados. (Fuente: US Bureau of Labor Statistics, sep. 2015)

La desigualdad habría aumentado en prácticamente todos los países de la OCDE, como muestra el 'paper' de Cingano de 2014: 'Trends in Income Inequality and its Impact on Economic Growth'.
Coeficientes de Gini de desigualdad de ingresos, 1985-2011/12. (Fuente: Cingano, 2014)
Coeficientes de Gini de desigualdad de ingresos, 1985-2011/12. (Fuente: Cingano, 2014)

El servicio de estudios del Parlamento Europeo, en su 'briefing' del 17 de julio pasado, advierte del incremento de la desigualdad salarial en Europa en dos terceras partes desde 2006. Según esa información, España sería el país donde más habría crecido esa desigualdad.
Rechazar el crecimiento de la desigualdad es absurdo. Tanto como señalar al mercado como el causante de la misma.
Desde la primera puesta en marcha de la impresora de dólares conocida como QE por sus siglas, el mundo nada en la abundancia de dinero. A pesar de que para algunos economistas esa y no otra es la solución a todos los problemas (hemos leído, sorprendidos, cómo algunos llegaban a decir que la emisión de dinero no solo no es neutra sino que es beneficiosa para la economía, olvidando 3.500 años de historia monetaria), existen múltiples indicios de que el principal causante de la desigualdad es precisamente la inundación monetaria provocada por los bancos centrales.
Evolución del balance de la Reserva Federal (azul, billones de dólares, eje izquierdo) y el índice Dow Jones. (Fuente: Young Research)
Evolución del balance de la Reserva Federal (azul, billones de dólares, eje izquierdo) y el índice Dow Jones. (Fuente: Young Research)

En este periodo de crisis, la casa de lujo francesa Hermès, conocida por sus bolsos y pañuelos, alcanzó unos ingresos en 2010 de 2.400 millones de euros, un 18,9% de incremento en relación a 2009; en 2011 alcanzó los 2.841 millones, en 2012 fueron 3.484 millones de euros, 3.755 millones en 2013 y 4.119 en 2014; en el primer semestre de 2015, las ventas se habían incrementado un 22% respecto al mismo periodo del año anterior. Impresionan aún más las cifras del mayor grupo de lujo del mundo y accionista del anterior, el francés Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH).
En 2010, con la crisis ya en pleno apogeo, sus ingresos fueron de 20.000 millones de euros; pasaron entonces a 23.660 en 2011, 28.100 en 2012, 29.020 en 2013 y 30.640 millones en 2014; en los primeros nueve meses de 2015, los ingresos de la firma aumentaron un 18%. Ferrari vendió en 2012 un total de 7.318 coches, su récord histórico; Rolls Royce lo hizo en 2014, con más de 4.000 coches vendidos.
En un reciente artículo, 'The Luxonomist' (publicación especializada en la economía del lujo) planteaba las perspectivas para este 2016, mejorando las cifras de los años anteriores. El arte contemporáneo, otro sector interesante desde esta perspectiva, ha visto incrementar el valor de su índice de referencia en más de un 30% en los últimos 10 años, de acuerdo con artprice.com. Y eso a pesar de la caída de este pasado año, pues en 2014 se encontraba un 50% por encima de su valor en 2005. Los precios de la vivienda en Manhattan ya alcanzan los valores previos a la crisis, como muestra el siguiente gráfico.
Precio mediano de venta, Manhattan. Récord en 27 años, 1,15 millones de dólares. (Fuente: 6sqft.com)
Precio mediano de venta, Manhattan. Récord en 27 años, 1,15 millones de dólares. (Fuente: 6sqft.com)

En agosto el 'Financial Times' recomendaba la inversión en propiedad inmobiliaria de lujo en España, recordando cómo tanto Soros como Paulson habían acudido a la IPO de Hispania Activos Inmobiliarios.
Políticas de expansión monetaria, deudas nacionales en niveles nunca vistos, tipos de interés intervenidos por los bancos centrales rozando el 0% durante periodos amplísimos, confusión de inflación e IPC, economistas exigiendo políticas públicas de más gasto y mayor emisión de dinero… La crisis tuvo sus causas, y sus consecuencias han sido terribles: las políticas llevadas a cabo desde 2008 no han hecho sino incidir en la desigualdad. No busquen más culpables: la intervención estatal, bajo sus distintas formas, ha hecho bien su trabajo. Ahora, quienes exigieron gasto público, deuda y expansión monetaria dirán, como ya llevan un tiempo haciendo, que no ha sido suficiente. Solo con el sometimiento al dictado de la intervención y la quiebra de la voluntad individual se darán por satisfechos.

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