Elentir analiza la humillación de Pablo Iglesias al PSOE con sus exigencias, entre las que se encuentran el control de TVE, donde muestra su verdadera cara acerca de lo que piensa del periodismo y qué está dispuesto a hacer (todo de sus propias palabras) con el poder que reclama.
Artículo de Contando Estrelas:
Foto: Flickr Podemos
Ayer Pablo Iglesias humilló al PSOE reclamándole la vicepresidencia del gobierno, los ministerios más importantes -Economía, Defensa, Interior, Educación y Sanidad- y también el control de TVE.
Podemos trata al PSOE como si fuese su sirvienta
La soberbia y la chulería desplegadas por el líder de Podemos son proporcionales al grado de indignidad que ha alcanzado el PSOE de la mano de Pedro Sánchez, un tipo que con tal de ser investido como presidente, es capaz de entregar el poder a la ultraizquierda y a los separatistas y extender el acta de defunción de su partido, un PSOE convertido en mera sirvienta de sus socios. Unos socios que no han tenido reparo, por cierto, en mentir abiertamente a sus votantes a la hora de exponer sus intenciones. Recordemos que en julio del año pasado Pablo Iglesias dijo que no formaría parte de un gobierno que no presidiese él. Se ve que sus ganas de tocar la poltrona, al más puro estilo de eso que llama “casta”, le han podido más que sus solemnes palabras.
El periodismo según Pablo Iglesias: “es un arma que vale para disparar”
No hace falta ser muy listo para adivinar qué pretende hacer Podemos con todo ese poder que reclama a los socialistas, como si el partido morado hubiese sido el más votado y no la tercera fuerza. El caso es que hay un vídeo en el que el propio Pablo Iglesias explica sin rodeos para qué quiere el control de la televisión pública. El vídeo se publicó el 21 de noviembre de 2013 -unos meses antes de la fundación de Podemos- en la web GalizaAnoCero.tv. Sobre estas líneas podéis ver un resumen con varias citas significativas. En el minuto 25:52 del original Pablo Iglesias dice lo que entiende por periodismo: “esto es un arma que vale para disparar. Punto. Ya está“, afirmaba el entonces profesor de la UCM suscribiendo palabras del ultraizquierdista italiano Luca Casarini. Pablo Iglesias, empezando con tono irónico y terminando en un tono ya maquiavélico, añadía: “Al periodismo se le puede rodear de todas las flores que queramos, una profesión honrosa, clave para que exista democracia, los medios de comunicación son la garantía de la pluralidad y de la libertad de expresión y todas las bellezas que queráis… Los medios de comunicación son armas“.
Quería ser director de una TV pública: “es lo que más me gustaría”
Después de decir eso, en el minuto 33:59, Pablo Iglesias confiesa: “A mí me gustaría que un partido de izquierdas ganara las elecciones y me nombrara director de una televisión pública. Eso es lo que más me gustaría, porque lo demás lo veo muy complicado.” En el minuto 34:39 del vídeo original, Pablo Iglesias va más allá y explica cómo se haría él con esa televisión pública: “el precio para que yo apoyara un terrible acuerdo de Izquierda Unida con los reformistas traidores protroika del PSOE sería que pusieran en nuestras manos una televisión“. Como se ve, ya entonces Iglesias mostraba desprecio por el PSOE, pero se mostraba dispuesto a apoyar a esos “traidores” -como él los llamaba- a cambio de una televisión. ¿Y para qué quiere esa televisión? Pues ahí está la definición de periodismo que tiene Pablo Iglesias: “un arma que vale para disparar”. A la vista de lo claro que tenía sus planes el líder de Podemos de cara a la conquista del poder y de la televisión pública, cabe suponer que ya tendrá seleccionados los blancos de ese arma.
Su otro objetivo: acabar con los medios de comunicación privados
Uno de esos blancos lo exponía en esa misma entrevista en el minuto 36:34 del vídeo original. Tomando como referencia a Ecuador, Argentina y Venezuela, países en los que la izquierda bolivariana ha sometido la libertad de información a una tremenda erosión e incluso a medidas de censura pura y dura, afirmaba: “que existan medios privados ataca la libertad de expresión, hay que decirlo abiertamente”, una opinión propia de un antidemócrata. Este curioso concepto de la libertad de expresión que tiene Pablo Iglesias coincide con la dictadura castrista cubana, donde los únicos medios legales son del Estado, controlados por comunistas y que se dedican a hacer propaganda de ese régimen antidemocrático. En Cuba el gobierno es el que decide qué es noticia y qué no lo es, ocultando aquello que le incomoda. Significativamente, poco antes de la entrevista que acabo de relatar, en otra entrevista concedida al digital castrista Cuba Información, en junio de 2013 Pablo Iglesias decía tener a Cuba como una “referencia”. Mucho me temo que el acoso lanzado por el gobierno de Zapatero contra la Cadena COPE sería una nimiedad al lado de lo que está dispuesto a hacer ese tipo sin escrúpulos, simpatizante del castrismo, antiguo asesor del chavismo venezolano y financiado por la dictadura iraní, con todo el poder que reclama
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