domingo, 24 de enero de 2016

Quince millones de españoles están en el 10% más rico del mundo

Domingo Soriano analiza la cuestión de la desigualdad y la pobreza, de qué manera un titular puede manipular a la gente o cambiar el sentido diciendo lo mismo de otra manera, qué conceptos hay que entender y saber (y que los medios de comunicación están lejos de transmitir) cuando se habla de desigualdades y de la riqueza en el mundo, la realidad española en este ámbito y la distribución de la riqueza patrimonial en España.

Artículo de Libre Mercado:

 Las Rozas Village

Imaginen los siguientes titulares: "El 10% más rico del mundo acumula el 88% de la riqueza del planeta y deja sólo el 12% en manos del 90% más pobre" o "El 10% más rico del mundo es 1.000 veces más rico que el 30% más pobre".

Terrible, escandaloso, vergonzoso… Los adjetivos se multiplicarían, las redes sociales estallarían y los informativos darían buena parte de su tiempo a la noticia. Y sin embargo, el periodista que redactó el titular, el tuitero que lo compartió indignado, el político que lo repitió en la tribuna del Congreso e, incluso, el especialista de la ONG que elaboró el informe… lo más probable es que todos ellos pertenezcan a ese 10% más rico de la población mundial que teóricamente acapara y no comparte las riquezas del planeta.

El informe de Credit Suisse "Global Wealth Report 2015" es el más usado para estas cuestiones (por ejemplo, es en el que se basa Oxfam para su estudio anual sobre pobreza y desigualdad). Pues bien, según sus datos, en España, en 2015, había 14,8 millones de adultos que tenían un patrimonio superior a los 68.845 dólares que marcan la frontera de ese 10% más rico del mundo (ver página 143). De ellos, 530.000 tienen más de 759.927 dólares (algo menos de 700.000 euros) y, por lo tanto, están en ese 1% que está acaparando titulares desde el lunes. ¿De verdad hay medio millón de adultos españoles súper-ricos que se están quedando con todos beneficios del incremento de la riqueza? ¿Y casi quince millones que pertenecen a la élite del 10% más rica del mundo? Bueno, eso es lo que dicen las cifras…

No es un juego de suma cero

El debate sobre desigualdad, riqueza y pobreza es legítimo. En los últimos años, hay expertos que aseguran que la desigualdad en los países más ricos ha aumentado (aunque no a nivel global, gracias al crecimiento en los países más pobres de Asia). También es cierto que hay expertos que creen que las cifras más utilizadas no reflejan bien la realidad y que se está exagerando el debate.

Pero aquí no hablamos de eso. De lo que se trata es de esa percepción que se transmite de un club de ricos que se ha puesto de acuerdo para quedarse con todo; de la sensación del ciudadano medio occidental de que esto es algo que le es ajeno; y de la errónea concepción de la economía que transmiten estos titulares. Porque para empezar a entender, analizar e indignarse por las cifras, lo primero es asimilar algunos conceptos básicos que no siempre los medios de comunicación saben transmitir:
  • La economía no es un juego de suma cero en el que para que unos ganen otros tienen que perder. Los países ricos no son ricos porque haya otros que son pobres y las personas ricas no son ricas porque haya pobres. Imaginemos que Amancio Ortega no existiera. El resto de españoles no serían ni un euro más ricos, de hecho, serían más pobres, aunque la distribución de la riqueza sería más igualitaria.
  • Del mismo modo, África no sería más rica si Cristóbal Colón no hubiese descubierto América y no existiese EEUU. O si en Reino Unido no hubiese habido revolución industrial. De hecho, probablemente sería mucho más pobre y sus datos de esperanza de vida, alfabetización, acceso a agua potable, mortalidad infantil, etc. serían peores que en la actualidad.
  • Los países no están atrapados en trampas de pobreza. En el año 1700, todos los países del mundo eran más pobres que las regiones más pobres en la actualidad. Y en la década de los 50 y 60, la pobreza extrema era un problema asiático. Ahora, hablamos de una de las regiones más pujantes del mundo y con algunos de los territorios más ricos (Singapur, Corea, Hong Kong…)
  • ¿Qué hicieron Singapur o Corea para crecer y superar a los africanos?: capitalismo, libre mercado, globalización, propiedad privada, Estado de Derecho…

La realidad española

¿Por qué explicamos todo esto? Pues entre otras cosas porque puede haber muchos españoles que se asombre o, incluso, se sientan culpables de pertenecer a esa élite mundial del 10% o el 1% que tantos titulares se lleva. Pues bien, ni lo uno (no es nada extraño) ni lo otro (no hay nada de lo que avergonzarse, porque no se lo han quitado a nadie):
  • Como decimos, España tiene 14,8 millones de adultos dentro del 10% más rico del mundo. De ellos, 530.000 están en el top 1%.
  • Esto no es raro, más o menos se corresponde con el nivel de ingresos y riqueza per cápita de nuestro país. Si acaso, lo normal sería que tuviéramos un porcentaje algo más elevado de adultos dentro de los top 10%-1%. Por ejemplo, esos casi 15 millones de adultos son el 40% del total de españoles mayores de edad. En Francia, el porcentaje de adultos dentro del top 10% es del 54%.
  • Esos quince millones de españoles no son ricos porque haya pobres en otros países. En realidad, hablamos de la clase media española.
La distribución de la riqueza patrimonial en nuestro país es relativamente igualitaria. Dentro de los países ricos, somos uno de los que tiene menos millonarios en relación a su población y en el que los miembros del top 10% acumulan menos porcentaje del total:
  • El 10% más rico de España suma el 55,9% de la riqueza del país; y el top 1%, el 27,2%. Son porcentajes un poco más elevados que en Francia o Italia, pero más bajos que en Alemania o Portugal, por citar los cuatro países de la Eurozona con los que tenemos más lazos económicos.
  • Nuestro índice Gini de desigualdad patrimonial es uno de los más bajos de la OCDE. En España sólo hay 360.000 personas con un patrimonio superior al millón de dólares: en Francia hay 1,8 millones, en Alemania 1,5 millones y en Italia 1,1 millones.
Entre 2007 y 2014 España es uno de los países en los que más ha caído la riqueza patrimonial per cápita. Evidentemente, esto no se debe a que alguien se haya llevado los activos de los españoles. En realidad se trata de una combinación de causas reales (caída de los precios de la vivienda y mal comportamiento del mercado de valores nacional) y algunos efectos estadísticos (caída del euro frente al dólar en los últimos años):
  • En 2007, la riqueza media en España ascendía a 159.467 dólares medido al tipo de cambio de aquel año y a 135.660 dólares a tipos de cambio constantes.
  • En 2015, las cifras eran 111.643 y 125.482 dólares. Como vemos, tomando tipos de cambio constantes, la pérdida de riqueza es muchísimo menor. Pero en cualquier caso, es relevante el hecho de que seamos ahora más pobres, en términos de patrimonio, que hace ocho años. Hay muy pocos países en los que se dé esta situación. En Europa occidental, sólo Grecia y Portugal tienen cifras similares (de hecho, los helenos han perdido incluso un poco más que nosotros).
  • El informe de Credit Suisse no analiza este fenómeno. Pero viendo los datos de los países de nuestro entorno y la evolución anual de la medición del patrimonio español puede intuirse que hay un poco de cada uno de los tres factores apuntados antes. 1. Caída en el precio de la vivienda, uno de los principales activos para los españoles. 2. El Ibex está muy lejos de sus máximos de 2007. 3. El euro se ha depreciado respecto al dólar en los últimos años.
La foto fija de España en 2015 es la siguiente:
  • La riqueza total asciende a 4,2 billones de dólares
  • La riqueza media por español es de 111.643 dólares (en el caso de los franceses, asciende a 262.000 dólares).
  • La mediana de la riqueza (es decir, del español que tiene a un 50% de la población delante y al 50% detrás) es de 52.223 dólares (para el caso francés, 86.156 dólares).
Por último, hay que apuntar que los quince millones de españoles que forman parte del 10% más rico del mundo (o el medio millón largo que está en el 1%) son sólo contando los adultos. Es evidente que sus hijos menores de edad de estas personas no están incluidos. Pero hay muchos otros casos de personas que podría pensarse que están en este grupo y no lo están.

Por ejemplo, imaginemos un joven, hijo de un padre que tiene posesiones por dos millones de euros y que acaba de empezar a trabajar. Como no tiene nada de patrimonio acumulado y a su nombre, para la estadística está dentro de los últimos deciles en términos de riqueza. Y lo mismo para el caso una pareja joven que se acaba de comprar un piso con una hipoteca: en términos netos, su riqueza es cero (tienen un piso y una deuda por un importe similar). Nadie pensaría que estos dos ejemplos entran dentro del grupo de los más pobres de España… pero oficialmente así se contabilizan.

Además, como explicamos este martes, una de las sorpresas de un estudio detallado del informe de Credit Suisse es que hay muchos occidentales en los dos primeros deciles, los que integran al 20% más pobre en patrimonio del planeta. ¿Es que los más pobres entre los pobres se encuentran en EEUU, Dinamarca u Holanda? Lo que ocurre es que hay ciudadanos de estos países que tienen un patrimonio neto negativo porque han adquirido deudas que todavía no han pagado, pero no necesariamente porque estén en situación de necesidad. En España también se da esta situación. Así, el primer decil acumula una riqueza neta del -0,3% del total nacional.

En realidad, lo que ocurre es que la mayoría de los integrantes de las clases medias occidentales (y también buena parte de lo que en Europa o Estados Unidos se considera clase baja) pertenecen al 10-20% más rico del mundo. Y los pocos que no lo están, es porque tienen deudas que minoran su patrimonio neto. En el caso de España, el 25% de la población tiene una riqueza acumulada superior a 100.000 dólares y el 1% superior a 1 millón. No es nada malo y una de las cosas que debería preocupar a los que hacen este tipo de estudios es que no sean más, como franceses, italianos o alemanes. Pero por alguna extraña razón, lo que parece que les molesta es que haya regiones del mundo muy prósperas, y no tanto que haya otras que no sean capaces de imitar a aquellas.

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