Otro estudio mostrando los negativos efectos del impuesto a la banca (ya sea sobre beneficios, depósitos o volumen de préstamos) sobre el volumen de crédito (los reduce), los tipos de interés de los créditos (los aumenta) y el PIB (lo reduce).
Alto, claro, analizado y sin demagogias podemitas. Los impuestos a la banca presionarían en el largo plazo al alza a los tipos de interés de los créditos, con un aumento de alrededor de 10 puntos básicos, reducirían el volumen de crédito una décima a las empresas y un 1,2% a los hogares, así como a los depósitos (-0,3%), y restarían casi una décima al PIB, mientras que la recaudación aumentaría solo un 0,069%.
Así se desprende del observatorio económico realizado por BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad, que analiza los efectos macroeconómicos de los impuestos al sistema bancario en tres alternativas diferentes: un impuesto adicional sobre beneficios, sobre los depósitos y sobre el volumen de préstamos.
Los resultados del estudio reflejan que los tres impuestos son equivalentes en sus efectos sobre las variables macroeconómicas, de forma que un aumento de los impuestos que pretenda aumentar ex-ante la recaudación un 0,1% del PIB da lugar a una disminución a largo plazo del 0,09% del PIB, a un aumento de 10 puntos básicos de los tipos de interés de los créditos, y a una reducción del volumen de crédito, depósitos y capital bancario.
En concreto, estos tributos reducirían el volumen de crédito un 0,1% a las empresas y un 1,2% a los hogares, así como un 0,3% a la remuneración de los depósitos, a lo que se sumaría el impacto de 0,06% al consumo agregado, si bien aumentaría el consumo de los consumidores que no tienen acceso a los mercados financieros, que son los que más se benefician del aumento de las transferencias públicas.
El impacto sería del 0,08% en la inversión y de entre 0,02% y 0,07% a los salarios, según el estudio, que concluye que la reducción en la actividad real y financiera provocaría que la recaudación ex-post aumentase a largo plazo sólo un 0,069%.
En general, el efecto negativo sobre la actividad económica del impuesto a la banca aumenta a medida que transcurre el tiempo, de modo que el PIB, el consumo y la inversión caen más a largo que a corto plazo.
Lo contrario les sucede a los beneficios de la banca netos de impuestos, que después de dos años se reducen en un 1,8% pero que no se ven afectados a largo plazo por la medida, apunta el observatorio.
LA BANCA TRASLADA EL IMPUESTO A LOS USUARIOS
Este resultado indica que, con el paso del tiempo, la banca acaba trasladando el impuesto a los usuarios para alcanzar el punto de equilibrio donde su rentabilidad neta de impuestos se iguala al coste de uso del capital en la economía.
Con el fin de conseguir restablecer la rentabilidad, los bancos reducen su capital y sus balances, por lo que los impuestos disminuyen el tamaño del sector bancario con el coste de una menor actividad económica.
Para realizar una evaluación de estos efectos, BBVA Research ha utilizado un modelo dinámico de equilibrio general especialmente diseñado, calibrado y estimado para la economía española. El modelo considera un sector bancario caracterizado por una actividad mayorista, que gestiona el capital bancario y obtiene financiación del BCE y del resto del mundo, y de una actividad minorista que capta depósitos y concede préstamos a hogares y empresas, y al Gobierno.
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