Diego Sánchez de la Cruz muestra con datos de la Agencia Tributaria cuántos impuestos pagan en IRPF (luego hay otros muchos) cada estrato de renta en España, a propósito de la intención de subir más impuestos de IRPF a los estratos más altos por parte de Podemos y PSOE.
La cuestión es que pese a pagar mucho (lejos del mito de que los "ricos" no pagan), son pocos, lo que hace que la recaudación efectiva sea poca para las disparatadas exigencias de gasto de los políticos.
Pero hay tres puntos que no se ve por el ciudadano común. Se trata en primer lugar de una medida de marketing y de estrategia política para recibir el apoyo de las masas, que creen no verse afectadas. La idea es crear un enemigo, "los ricos" contra el que dirigir las miradas y la responsabilidad de una situación de pésima gestión fiscal producida por el político. Además, son pocos, por lo que electoralmente buscan salir beneficiados, lo mismo se ha hecho históricamente dirigiendo las miradas contra otras minorías que se culpaba de todo, como los judíos, negros...). En segundo lugar, dichas subidas, a partir de niveles ya sobrepasados, no generan más recaudación, sino menos (como se muestra aquí). "Son medidas que solo buscan señalizar ante sus votantes que ellos no gobiernan para 'los ricos' sino para 'la gente', no para el 1% sino para el 99%. Poco les importa, claro, que este tipo de medidas terminen perjudicando tanto al 1% como al 99%". Y esto sin entrar en la legitimidad o conveniencia de que recaudar más sea mejor (que no lo es para la sociedad, pero eso es otro debate).
Y en tercer lugar, es la manipulación política del ciudadano. Esta medida de marketing y de nulos o mínimos efectos de recaudación sirven para justificar medidas de subidas de impuestos (que siempre se anuncian que serán para otros, nunca para ti), que afectan a todos los ciudadanos, pues del conjunto de la "masa" de donde se puede recaudar más (por una cuestión numérica de contribuyentes).
Luego sufren en sus carnes las dificultades para llegar a fin de mes, asfixiados a impuestos bajo una losa de gasto estructural creciente, repartido entre clientes políticos, lobbies múltiples, desvíos de corrupción y redes de gasto político.
Y nunca, NUNCA tienen suficiente. Cuanto más te quitan más exigirán gastar en una rueda sin fin que acaba e hipoteca a la sociedad civil.
La cuestión es que pese a pagar mucho (lejos del mito de que los "ricos" no pagan), son pocos, lo que hace que la recaudación efectiva sea poca para las disparatadas exigencias de gasto de los políticos.
Pero hay tres puntos que no se ve por el ciudadano común. Se trata en primer lugar de una medida de marketing y de estrategia política para recibir el apoyo de las masas, que creen no verse afectadas. La idea es crear un enemigo, "los ricos" contra el que dirigir las miradas y la responsabilidad de una situación de pésima gestión fiscal producida por el político. Además, son pocos, por lo que electoralmente buscan salir beneficiados, lo mismo se ha hecho históricamente dirigiendo las miradas contra otras minorías que se culpaba de todo, como los judíos, negros...). En segundo lugar, dichas subidas, a partir de niveles ya sobrepasados, no generan más recaudación, sino menos (como se muestra aquí). "Son medidas que solo buscan señalizar ante sus votantes que ellos no gobiernan para 'los ricos' sino para 'la gente', no para el 1% sino para el 99%. Poco les importa, claro, que este tipo de medidas terminen perjudicando tanto al 1% como al 99%". Y esto sin entrar en la legitimidad o conveniencia de que recaudar más sea mejor (que no lo es para la sociedad, pero eso es otro debate).
Y en tercer lugar, es la manipulación política del ciudadano. Esta medida de marketing y de nulos o mínimos efectos de recaudación sirven para justificar medidas de subidas de impuestos (que siempre se anuncian que serán para otros, nunca para ti), que afectan a todos los ciudadanos, pues del conjunto de la "masa" de donde se puede recaudar más (por una cuestión numérica de contribuyentes).
Luego sufren en sus carnes las dificultades para llegar a fin de mes, asfixiados a impuestos bajo una losa de gasto estructural creciente, repartido entre clientes políticos, lobbies múltiples, desvíos de corrupción y redes de gasto político.
Y nunca, NUNCA tienen suficiente. Cuanto más te quitan más exigirán gastar en una rueda sin fin que acaba e hipoteca a la sociedad civil.
Artículo de Libre Mercado:
El Gobierno de Pedro Sánchez estudia seguir subiendo impuestos | Pixabay/CC/Chronomarchie
El gobierno del PSOE y Unidos Podemos han empezado a negociar una batería de medidas fiscales orientadas a subir los impuestos a los trabajadores de rentas más altas. Socialistas y comunistas están discutiendo el umbral de ingresos a partir del cual van a subir los impuestos. Los primeros defienden un "sablazo" a quienes ganan más de 150.000 euros al año, mientras que los segundos abogan por introducir este nuevo "rejonazo" tributario a partir de los 60.000 euros de ingresos.
Al margen de estas diferencias, ambos partidos parecen estar de acuerdo en que los ricos "deben pagar más".El PSOE dejó el poder en 2011 tras aprobar distintas subidas impositivas a las rentas altas, entre ellas un aumento de los tramos superiores del IRPF o la recuperación del Impuesto de Patrimonio. Unidos Podemos también ha apostado por este tipo de medidas tributarias en todos sus documentos programáticos. Ahora que Pedro Sánchez está en La Moncloa con apoyo de Pablo Iglesias, unos y otros están listos para pasar a la acción.
Pero sería un error pensar que las rentas altas apenas pagan impuestos en nuestro país. De hecho, hablamos de un segmento relativamente pequeño de contribuyentes que, no obstante, realiza una aportación fiscal más que notable, según certifican año tras año los datos de recaudación de la Agencia Tributaria.
Si nos fijamos solamente en quienes ganan más de 100 millones de las antiguas pesetas, vemos que hablamos de un segmento de apenas 8.500 personas. Este selecto "club" de contribuyentes paga cada año a Hacienda cerca de 510.000 euros en concepto de IRPF. Hablamos, claro está, de una cifra muy superior a la que maneja el español medio.
Bajando un escalón nos encontramos con los casi 83.000 ciudadanos que declaran ingresos comprendidos entre los 150.000 y los 600.000 euros de renta anual. En este caso, el Informe Anual de Recaudación que publica la Agencia Tributaria apunta a una liquidación media por IRPF de 80.000 euros.
A continuación nos encontramos con el tramo que va de 60.000 a 150.000 euros de renta, un segmento que está protagonizando buena parte de las diferencias entre las propuestas fiscales del PSOE y las de Unidos Podemos. En total, hay 645.000 personas en esta situación. De acuerdo con los últimos datos que ha publicado el servicio estadístico del fisco, dichos contribuyentes soportan un pago medio de 23.000 euros anuales en concepto de Impuesto sobre la Renta.
Por comparación, los españoles que ganan de 30.000 a 60.000 euros anuales son 3,3 millones y pagan anualmente 8.000 euros de IRPF cada uno. Por su parte, un sueldo medio comprendido entre los 21.000 y los 30.000 euros soporta una liquidación de 3.700 euros anuales, de acuerdo con la Agencia Tributaria. Por último, los trabajadores de menor renta, con ingresos de entre 6.000 y 21.000 euros, completan pagos al fisco que oscilan entre 500 y 1.500 euros al año.
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