martes, 11 de septiembre de 2018

Un violador transgénero fue recluido en una cárcel de mujeres y abusó de las presas

Son las consecuencias de las aberraciones de los ideógos de la ideología de género, que pretenden suprimir y ocultar las diferencias de género de la ciencia (la biología), pretendiendo "liberar de las cadenas del género" a las personas, a través de la autopercepción. Uno no es lo que nace o la naturaleza le hace, sino lo que se autopercibe o se "siente", dando paso a una ideología que hace depender la sexualidad del absoluto subjetivismo. 

Es decir, lo importante no es la naturaleza, sino la cultura, por lo que la sexualidad humana carece ya de límites (que impone la naturaleza), siendo ya ilimitados (los límites culturales pueden modificarse pues son construcciones históricas). 

Consecuencia de todo esto es que esta ideología que aleja el sexo de la realidad biológica abre una ventana  a todo tipo de prácticas. 

Es por ello, que debido a la creciente imposición de la ideología de género, hayan surgido a bajo su manto hasta 112 identidades sexuales (y siguen aumentando)., y empiecen a exigirse identidades de personas que se sienten en cuerpo de animales, se acepte y defienda (como hacen diversas teóricas de renombre de la ideología de género y el feminismo de tercera ola) la pedofilia (por poner un simple ejemplo, hay movimientos feministas en Holanda que pidieron y firmaron solicitudes en favor de la legalización de la pedofilia, mientra que en España activistas feministas de renombre como Lola Pérez han reivindicado la pedofilia en numerosas ocasiones). 
Y así, sucesivamente. 

El siguiente artículo muestra otra consecuencia de esta perversa ideología que permite que un hombre violador que dice sentirse mujer (sin cambiar el sexo siquiera) sea trasladado a una cárcel de mujeres, donde abusó sexualmente de otras mujeres. 


Artículo de El Clarín:
Karen White (52) se encuentra en una cárcel de mujeres de West Yorkshire, Reino Unido, por tres violaciones que perpetró en 2016 cuando era hombre y se llamaba Stephen Wood. Pese a no haberse sometido a un cambio de sexo y conservar sus genitales masculinos, las autoridades decidieron enviarla a una cárcel allí para cumplir la condena completa.
Al principio fue enviada a una prisión de hombres y luego, al declararse mujer frente a las autoridades, la enviaron el año pasado a una cárcel femenina. A los pocos días, White abusó sexualmente de las reclusas, contó la BBC. Hasta el momento, admitió dos de las cuatro acusaciones que ocurrieron entre septiembre y noviembre del año pasado y, entre ellas, involucran acoso sexual, toque indebido, exhibición de sus genitales y comentarios inapropiados sobre sexo oral. 



Karen White ingresó a la cárcel de mujeres aún sin haber hecho su transformación de sexo (Faceook).
Karen White ingresó a la cárcel de mujeres aún sin haber hecho su transformación de sexo (Faceook).

En julio pasado afirmó que no había abusado sexualmente de las presas porque "no le atraían las mujeres" y que sufría "disfunción eréctil". No obstante, una de las violaciones por las cuales fue condenada sucedió cuando estaba en su etapa de transición de hombre a mujer, es decir, apenas había ingresado a la prisión femenina.
En este sentido, Frances Crook, la gerente ejecutiva de la organización Howard League para la Reforma Penal, sostuvo que ningún hombre debería ser enviado a una prisión de mujeres "hasta no hacer su transformación sexual completa" por el peligro que conlleva. 
El caso revivió el debate sobre si la declaración personal de género es suficiente para que una transgénero sea recluida en una cárcel de mujeres. Reino Unido adoptó guías recomendando que, en general, el sitio de reclusión de presos debería coincidir con el género que expresan, motivo por el que White, que tiene esposa y un hijo, fue enviada a un prisión femenina,



Al principio negó los nuevos cargos en su contra, pero luego admitió dos de cuatro (Faceook).
Al principio negó los nuevos cargos en su contra, pero luego admitió dos de cuatro (Faceook).
Por otro lado, para Janice Turner, columnista de los diarios británicos The Times y The Guardian, en el caso de White los antecedentes estaban a la vista de todos para evitar esa transferencia: "Encerrar a violadores en cárceles de mujeres, entre reclusas vulnerables que incluyen víctimas de violación es como poner al zorro en el gallinero".

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