viernes, 18 de enero de 2019

La autoridad de los hechos

Santiago Álvarez de Mon analiza la importancia de considerar la autoridad de los hechos, y la tendencia a sobrevalorar los prejuicios y los numerosos sesgos cognitivos, a raíz de la muy recomendable obra póstuma de Hans Rosling, "Factfulness: Diez razones por las que estamos equivocados sobre el mundo. Y por qué las cosas están mejor de lo que piensas".


Sin caer en una actitud ingenua e infantil, ¿es usted optimista? ¿Piensa que a trancas y barrancas, no sin sobresaltos, vamos hacia un mundo mejor? O, por el contrario, pese a que le llame realismo, ¿se decanta hacia una visión pesimista y preocupadiza de la vida? ¿Con qué frecuencia le asalta la nostalgia, el pensamiento de que cualquier tiempo pasado fue mejor? ¿Le abruma el futuro o se acerca a él con esperanza? ¿Ve la botella medio vacía o medio llena? ¿Caza más su cabeza detenida en lo que tiene o en aquello que carece y ansia? ¿Con qué frecuencia cambia de ideas sin traicionar sus principios? ¿Hasta qué punto está seguro de sus opiniones? ¿Cuál es el soporte empírico de las mismas? ¿Está abierto a otros puntos de vista, celebra la discrepancia? ¿Cuál es el proceso que sigue para llegar a sus conclusiones? ¿Tiene prejuicios? ¿Conversar es una batalla dialéctica que ganar o una oportunidad para salir al encuentro del otro? ¿Está cómodo en la diversidad cultural? ¿Cómo digiere sus errores? ¿Es humilde, consciente de lo que no sabe? ¿Es curioso, abierto a la realidad, dotado de una mentalidad detectivesca que se interesa por nuevos desarrollos y enseñanzas?

Podría seguir con esta batería infinita de preguntas, pero a guisa de introducción basta. Si desea profundizar con honestidad en sus respuestas, personales, sinceras, le aconsejo vivamente que lea Factfulness, de Hans Rosling, escrito en colaboración con su hijo Ola y su nuera Anna. Doctor en Medicina por la Universidad de Upsala (Suecia), también cursó sanidad pública en el St. John´s Medical College en Bangalore (India). Poseedor de un currículum impresionante, asesor de Unicef, de la OMS, cofundador en Suecia de Médicos sin Fronteras, este libro es su obra póstuma, su última aportación a la humanidad. Fallecido en febrero de 2017, su hijo y su nuera se aseguraron de completar un gran trabajo en equipo.

En su batalla contra la ignorancia global, la hipótesis central de trabajo del doctor Rosling es que debemos sustituir nuestra opinión usual del mundo, dramática, catastrofista, sesgada, superficial, por un enfoque más riguroso y completo basado en hechos. Éstos tienen más autoridad que nuestras percepciones parciales de la realidad y sobre ellos podemos contribuir a mejorar el mundo. A modo de ejemplo, niveles existentes de pobreza. En la actualidad, 800 millones de personas viven con menos de dos dólares (1,75 euros) al día. Cifra indignante, cualquier complacencia con ella sería intolerable. Dicho esto, si la comparamos con el año 1.800 –el 85% de la población mundial vivía en ese umbral miserable– o, sin ir tan lejos, con 1.966 (50%), el 9% de 2017 muestra una evolución histórica positiva. De los instintos que a menudo colorean nuestra observación, recogidos por el autor en una exposición ágil y documentada, destacaría los siguientes:

1. ‘The gap instinct’, pensamiento binario. Los héroes contra los villanos, los buenos contra los malos, mi país contra los otros. Actitud maniquea, dicotómica, es una de las más nocivas y adictivas.

2. Negativismo. Nos fijamos más en lo que no funciona que en lo que marcha bien. Hablamos del matrimonio que se separa, pero no del que es feliz. Al respecto, los medios de comunicación, en su batalla diaria por la cuota de mercado, contribuyen en gran medida.

3. Miedo. Cuando estamos asustados, tensos, vemos peligros, enemigos, por todas partes. De ahí a la agresividad, a la búsqueda de colegas igualmente temerosos, aprensivos, media un paso.

4. Generalizar. Por ejemplo, en lugar de hablar de Pierre, de Paul, de Jacques, hablamos de los franceses, creando estereotipos culturales que nos impiden llegar al misterio de cada persona, problema o situación.

5. Destino. Cuestionando la oportunidad de mejora y aprendizaje de personas, países, religiones, culturas, encontrando sutilmente una excusa maravillosa para no salir de nuestra zona de confort, acabamos convencidos que ciertas zonas del planeta están condenadas a vivir atrapadas en un pasado irreversible y limitante.

6. Perspectiva individual. Formar nuestra opinión y modo de abordar un determinado asunto, confiando solo en una fuente, independientemente del rigor y amplitud de ésta.

7. Acusación. Otro instinto muy extendido y dañino. Con facilidad buscamos un culpable, práctica que nos distrae de entender la problemática planteada en base a los hechos y datos recogidos.

8. Urgencia. Típico de una sociedad hiperactiva e impaciente. El liderazgo debe citarse con la acción, pero antes hay que parar, pensar y analizar la cuestión de marras.

Lectura muy recomendable. Como dice Rosling, igual que el GPS es muy útil para no perderte en la ciudad, una actitud orientada a la recogida y estudio de hechos suficientemente contrastados marca la diferencia. Y, además, invita a un optimismo honesto que no sortea las dificultades inherentes a la aventura de vivir.

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