miércoles, 6 de marzo de 2019

No, Errejón, no son las viviendas vacías

Juan R. Rallo refuta con absoluta evidencia estadística (hasta el punto de ridiculizar) la tesis de Errejón (Podemos, aunque compartida por otros partidos-sindicatos y empleada mediáticamente con un fin político) de que el problema del alza de los precios en la vivienda de alquiler en Madrid (u otras regiones) se debe a las viviendas vacías (justificación que les sirve para llevar a cabo su discurso populista y manipulador con los que engatusar a inocentes -o no tanto- y aumentar su control y poder económico y social a costa de la libertad y propiedad de los ciudadanos). 

Artículo de El Confidencial: 
Foto: Pisos en construcción en Madrid. (Reuters)Pisos en construcción en Madrid. (Reuters)
Íñigo Errejón pasaba por ser el moderado dentro de esa amalgama de populismo de izquierdas que ha sido Podemos. No porque Errejón realmente sea un moderado (sus alabanzas de la tiranía chavista están demasiado recientes como para que alguien pueda dudar sobre el auténtico contenido de sus ideas) sino por mera conveniencia electoral: evitar que su figura templada movilice al electorado alejado de la extrema izquierda. Sucede que, de tanto en tanto, es inevitable que la cabra tire al monte o que el escorpión nos muestre su auténtica naturaleza. Y eso es lo que ha sucedido con la última propuesta de Errejón para solucionar el problema de la vivienda en Madrid: expropiar temporalmente las viviendas vacías (obligar a los propietarios a que las cedan a la Administración durante 5-7 años) para integrarlas en un parque público de alquiler subsidiado.
La trampa es fácil de desentrañar: apelamos a un problema candente (la subida de los alquileres) para buscar un chivo expiatorio (los dueños de viviendas vacías) y así poder cercenar sin cortapisas sus libertades básicas (derecho de propiedad). No me voy a detener en reflexionar sobre el fraude moral que pretende solventar problemáticas sociales limitando los derechos individuales (como si pretendiéramos solventar el problema de la vivienda deportando a ciudadanos inocentes para así aliviar la presión que está ejerciendo la demanda sobre los precios) sino sobre la hipótesis fáctica a partir de la que Errejón construye su propuesta liberticida: a saber, que los pisos vacíos son una de las principales razones por las que los alquileres se están encareciendo en Madrid.
A este respecto, y aunque no dispongamos de estadísticas oficiales sobre el precio de los alquileres, los indicadores privados desarrollados por portales como Idealista o Fotocasanos indican que el coste del arrendamiento residencial ha comenzado a repuntar con fuerza en Madrid desde 2014 y que, hasta el momento, acumula una revalorización superior al 30%. Así, si verdaderamente las viviendas vacías fueran uno de los principales culpables detrás de esta escalada de precios, entonces deberíamos estar presenciando un fuerte incremento en el 'stock' de viviendas dentro de la región. Oferta que se retira del mercado y que, en consecuencia, encarece los alquileres aun cuando la demanda no se haya disparado. Pero ¿realmente ha sido así? ¿Realmente la vivienda sube de precio porque los propietarios de inmuebles los estén retirando concertadamente del mercado con el propósito de provocar lucrativas subidas en los alquileres o de especular con su venta futura?
Si acudimos a las estadísticas oficiales de viviendas elaboradas por la Comunidad de Madrid, comprobaremos que el 'número de viviendas no principales' (esto es, aquellas viviendas que no constituyen la residencia habitual de ninguna unidad familiar) no ha dejado de descender desde el año 2001 y que actualmente se halla en mínimos históricos, tanto en cifras absolutas como en porcentaje sobre el 'stock' total de vivienda. Nótese que 'viviendas no principales' incluye tanto viviendas secundarias (segundas residencias o alojamientos de ocupación intermitente, incluyendo el alquiler vacacional) como viviendas vacías.
Número de viviendas no principales en la Comunidad de Madrid
Viviendas no principales en la Comunidad de Madrid.
Viviendas no principales en la Comunidad de Madrid.
A la luz de los datos, cuesta enormemente responsabilizar a las viviendas vacías del alza de los precios en Madrid cuando cada vez hay menos viviendas vacías. Algo por otro lado completamente lógico: mantener una vivienda vacía supone renunciar a la rentabilidad que podría proporcionar sacándola al mercado. Si tanto están subiendo los alquileres y los precios de compraventa en Madrid, ¿qué sentido tendría que cada vez más propietarios estuvieran rehusando embolsarse tan fortísimas rentabilidades dejando sus viviendas vacías? El coste de oportunidad de mantener un piso vacío es creciente con su precio y con su renta.
De hecho, este es un patrón que podemos observar en el conjunto de España. Si acudimos a las últimas estadísticas del INE (para el año 2011) sobre densidad de viviendas vacías por provincia, descubriremos que el porcentaje de viviendas vacías es más bajo en aquellas provincias donde la vivienda es más cara (y viceversa). Por cierto, esta serie estadística del INE también certifica una fuerte reducción del número de viviendas vacías en Madrid: si en 2001 había 306.556 (el 12,3% del total), en 2011 había 263.279 (el 9% del total).
Viviendas vacías en España.
Viviendas vacías en España.
El problema de la vivienda en la Comunidad de Madrid escomo ya explicamos, un problema de oferta (muchísimo más allá de la vivienda vacía) y de demanda: desde 2015, la población en la Comunidad de Madrid se ha incrementado en 186.000 personas; el número de empleados ha crecido en 190.000 trabajadores; pero, en cambio, el 'stock' de viviendas ha crecido en poco más de 30.000 unidades. Necesitamos, pues, más viviendas (y más inversión en infraestructuras comunitarias en el extrarradio para que esos inmuebles se vuelvan tan atractivos como los del centro). Expropiar viviendas vacías no es la solución al problema de los alquileres: es solo una obsesión liberticida por socavar los derechos individuales de los ciudadanos aprovechándose de que el Manzanares pasa por Madrid.

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